En este año 5.7, el último del quinto septenio del Plan, cuya Meta dice: «La Liturgia creadora del Grupo y del Trabajo», nos centramos en los siete aspectos de la séptima energía creadora, que se manifiesta como Orden, Rito y Magia Ceremonial y publicamos extractos del documento Book of Rituals (en inglés).
EL SEXTO ASPECTO DE LA SÉPTIMA ENERGÍA
Exponer los rasgos del sexto aspecto adopta inevitablemente la forma del reverso del quinto, por la bien conocida razón de que este y aquel se complementan. El sexto sube por el sendero descendente del quinto; y partiendo de los muchos rituales y las múltiples diversidades formales, se centra la unidad, que es su objetivo eterno.
Se puede decir que cualquiera de los muchos rituales de todos los géneros, épocas y pueblos está animado por el deseo-voluntad de comprender el Sol. Solo hay una meta, y esto mancomuna todos los rituales y, lo que es más importante, a sus ejecutantes fieles.
El resultado de ello es un teorema simple y claro: en todo el Sistema Solar, en cada época, día y año, se está realizando una búsqueda que nunca se detiene, con el objetivo de devolver, en un orden adecuado, a las criaturas a la Fuente primordial de todas las energías vitales. Lo que el Sol proyecta vuelve a él, cargado de experiencia y sabiduría.
La Estrella solar de seis puntas —confiada a las siete luminarias sagradas (la verdadera columna vertebral del Sistema Solar)— rige el inmenso proceso ritual, gobierna la comunión general, asegura el orden jerárquico y dirige el camino iniciático de la conciencia en cada lugar.
Es bueno y justo contemplar esta visión, regular, bella y ardiente. El Bien común puede ser descrito con estos términos, y su consistencia real queda iluminada. Ella muestra el Trabajo que impregna a todas las Entidades vitales en cada nivel, en cada planeta. Por lo tanto, la energía solar es recibida, asimilada, transformada y luego devuelta a la Fuente en todas partes, con una ganancia de conciencia que enriquece continuamente el patrimonio espiritual del conjunto.
Este principio es de primordial importancia; una vez comprendido, nunca debe olvidarse.
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Por consiguiente, incluso los pequeños rituales del minúsculo Grupo que lleva el gran nombre de Sistema* forman parte de la concurrencia general, y con sus empresas parvas contribuyen al desarrollo del conjunto.
Tal vez esta vasta visión nunca ha sido concebida por el hombre terrenal; o quizás los pueblos antiguos, o los muy antiguos, la captaron, la guardaron en sus corazones y la consagraron en símbolos y ritos ahora olvidados.
Lo que importa es que hoy, por medio del Sistema, cobre vida y circule de nuevo entre las conciencias humanas, como testimonio de su verdad eterna.
La constitución que está en la base del Sistema, un conjunto siete “estrellas” humanas (vídeo en inglés), espeja la de la Estrella solar, que se ha mencionado varias veces. La naturaleza profunda y los movimientos de esta son hoy conocidos solo de manera externa y cuantitativamente por los astrofísicos; pero los rituales ofrecidos aquí, si se utilizan y se llevan a cabo con profunda felicidad del alma, tal vez revelen, en poco tiempo, principios siempre más luminosos, cuyo conocimiento, a su vez, permitirá mejorar la actitud hacia ellos.
Por esta razón se recomienda el estudio de la Estrella solar (libro solo en italiano), un modelo ritual de valor supremo, una joya iniciática capaz de actuar en las profundidades de la conciencia.
Ningún misterio se resiste al examen persistente, amoroso e impersonal. El Sistema está llamado a empeñarse en esta investigación; y no le faltará ayuda.
¿Y qué investigación sería más deslumbrante? ¿Qué tarea más fascinante? Pues, ¡descubrir y humanizar las reglas áureas que vinculan los más altos principios divinos, y saturan el espacio común en el que crece toda la comunidad solar!
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Hoy esta es solo una visión. En realidad ya es una victoria. En el instante en el que la conciencia la capta y la coloca entre los recuerdos sagrados, esa gloria ya está donada a la humanidad, o surge de un olvido temporal.
Todo lo demás es diálogo, invocación, descubrimiento, iluminación ritual.
EL SÉPTIMO ASPECTO DE LA SÉPTIMA ENERGÍA
Para describir el séptimo aspecto, como se ha hecho en varias otras ocasiones, se ha utilizado el método general de examinar las otras seis cualidades que, fusionadas, constituyen su esencia. Por supuesto, es un método válido para estudiar cualquiera de las siete cualidades divinas.
Entonces, estas notas sobre el Siete ofrecen una cierta síntesis, que esperamos que sea suficiente para los fines actuales.
Por eso, el séptimo aspecto del Siete calla: acepta y reconoce lo que sus seis Hermanos cantan acerca de él.
Ese silencio devuelve todo al Uno, según la tarea del Siete, que se espeja en el Altísimo, en quien el sonido creador está inmanifestado: y la imagen es tan fiel que ya no se distingue del Modelo.
Lo Abismal es el Altísimo.
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«La séptima energía divina une el Espíritu con la Sustancia.»
Notas:
Este artículo se publica para orientar la mente y el corazón hacia la dirección celeste actual, la oposición (desde el punto de vista heliocéntrico) entre Marte (6.o Rayo) y Urano (7.o Rayo).
* Por Sistema entendemos un Grupo humano estructurado según los principios armónicos de la Realidad (consultar también el documento Afirmar el Plan Planetario).