3. Plan

3. Plan

Un Plan es el fruto de la correlación entre un Propósito y su Campo de acción, es la dirección activa del Propósito y su orientación en el Espacio. Es la energía creativa y planificadora del Propósito, su energía sustancial o su sustancia energizada.

¿Cómo se elabora un Plan?

Para elaborar un plan se requiere la combinación de tres energías (Amor, Luz y Voluntad). Y el término ‘plan’ ha de entenderse tanto en un sentido geométrico y, también, como un proyecto. El Amor (magnetismo) y la Luz son energías vivas que están difundidas por todas las regiones del Espacio. Hay razones que permiten deducir que de ellos nace un campo de interacción, o sea, un plano o una multiplicidad de planos.

El Amor y la Luz, al interactuar, producen un plano psíquico y uno geométrico, en los que la Voluntad traza figuras puntuales. Plan/Plano y Proyecto son términos equivalentes. Un plan no tendría sentido sin un propósito; y cualquier voluntad, para convertirse en realidad, necesita un plan.

Tal secuencia de afirmaciones es ciertamente inusual para esta época, que ignora totalmente la vida de la geometría viva; sin embargo está probada, más allá de toda duda y de la manera más directa, por la presencia en el Sistema Solar del plano de la eclíptica, que es la demostración cósmica y viva de lo que se ha dicho. En ese plano, construido con Amor y Luz por el Pensador Solar, se trazan y ejecutan los destinos de los mundos y de la comunidad de cada uno de ellos, de acuerdo con el Proyecto.

Conjuntando Amor y Luz, es posible elaborar un Plan interior vivo; pero nadie se da cuenta de que tiene que hacerlo intencionalmente. El Amor y la Luz son las energías necesarias para construir el Cosmos y todos los demás entes, dirigidos por la Voluntad que establece el propósito.

Análogamente, desde el centro humano se debe llevar a cabo el Plan de amor y luz y cerrar la puerta donde se halla el mal. (4.ª estancia de la Gran Invocación).

El máximo arte del Proyectista radica sobre todo en determinar las Metas: a partir de la totalidad infinita del posible futuro él debe saber definir las dosis aplicables a una determinada época (Metas lejanas, pero no demasiado) para que puedan precipitarse en la esfera humana dentro de un ciclo establecido. ¡Por supuesto, eso no se aprende sin esfuerzo o en poco tiempo!

Un Proyecto es, por lo tanto, un Plan vivo y está orientado hacia un Propósito; y el uno no subsiste sin el otro. Este es un conocimiento fundamental para implementar cualquier iniciativa humana, aunque sea de nivel modesto. En la vida cotidiana y común, estos requisitos son completamente ignorados. Pero aquellos que quieren construir o promover un futuro deben atenerse a ellas lo mejor posible. El futuro se manifiesta a través de una sucesión de ciclos naturales, que es la causa del progreso; esto presupone elaborar un Plan, lo que, a su vez, señala la actividad de una Inteligencia superior.

«El objetivo inmediato del reino humano es establecer concienzudamente correlaciones sistémicas y participar activa y conscientemente en el trabajo en equipo»:* Se ha de coordinar de forma concertada e inteligente, por amor, según un Plan Planetario.

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El Plan del Taller humano del Pensamiento sigue, consecuentemente, la evolución planetaria proyectada por el Pensador Solar.


Para la formulación de las 49 Metas del Plan Planetario, consultar el libro “Le Mete Lontane” de E. Savoini, Casa Ed. Nuova Era, y el documento Afirmar el Plan Planetario.

Ver también Introducción a las Direcciones de Trabajo.


* Tratado sobre Fuego Cósmico, pág. 948, Fundación Lucis; vers. ingl. pág. 1215, A. A. Bailey.

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