Direcciones de Trabajo

Direcciones de Trabajo

La estructura del Taller del Pensamiento de TPS está dividida en siete Direcciones de trabajo primarias, deducidas de la Ley septenaria que regula y ordena el universo, el sistema solar, el planeta, al ser humano.

De este septenario principal surgen otras 20 Direcciones de trabajo secundarias.

Esta estructura, que a primera vista puede parecer compleja, es sin embargo flexible y adaptable a las diferentes necesidades, a los diversos «puntos de vista» de cada usuario que quiere «conformar el futuro»; pero ha de tener en cuenta dos necesidades imperativas que deben ser adquiridas y conciliadas junto con todos los compañeros de camino, a saber:

  • La capacidad de multiplicar las posibles ejecuciones.
  • La capacidad de reconducir al Uno la obra de los muchos.

La raíz septenaria es reconocida aquí como ese Canon que permite la multiplicación infinita, regular y armoniosa de las partes en conformidad con el Modelo unitario del Uni-verso, liberando en el Orden y ordenando en libertad.

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A fin de apoyar la investigación y la siembra de TPS, también se han introducido otras doce Herramientas de Trabajo.

(Ver también el vídeo El Ordenamiento, en la página web de TPS en el canal TPS de YouTube (solo en italiano e inglés).

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Direcciones de Trabajo Primarias

Así como el sonido, para manifestarse, se escinde en sus siete intervalos fundamentales que recomponen su unidad y, de igual modo, la luz una lo hace en los siete colores, nos dicen las tradiciones que la Vida fluye en la manifestación dotando a los siete centros de su propia naturaleza, y estos reverberan en cascada en centros más pequeños.

Por consiguiente, cada ente vivo está alimentado por siete centrales de energía. Lo mismo ocurre con el Espacio infinito y, por lo tanto, con cada criatura contenida en él.

Juntos nos proponemos construir una forma viva de pensamiento, o sea, una promotora de la evolución que alimente los centros que suministran la energía al ente planetario, en el que estamos llamados a trabajar: la Humanidad.

Por tal razón, con el objetivo de sintonizarnos con la ley universal, introducimos en este espacio común siete recipientes, que serán nutridos por nuestros pensamientos, y que denominamos Direcciones Principales. Estas deben tener las mismas cualidades energéticas con el objeto de atraer las energías vitales correspondientes y poder contener adecuadamente lo que fluye en ellas.

La primera Dirección, que hemos denominado Propósito y cuya esencia vamos a definir juntos, alberga todo lo que tiene que ver con los objetivos e intenciones generales; y de estos derivan los particulares de la empresa planetaria, que pretendemos poner en marcha. Aquí introducimos todos los impulsos que proporcionan vida y voluntad a nuestro proyecto.

La segunda Dirección es propiamente el Campo, donde tiene lugar el desarrollo de todo. Es el espejo de ese origen femenino que es el Espacio sagrado infinito, del que juntos exploramos su naturaleza, sus movimientos, su estructura. Es la sede de las solicitudes del corazón, del amor, donde la conciencia halla las posibilidades de desarrollo.

La tercera Dirección, hija de las dos primeras, es el ámbito de la planificación. Es el Plan, el recipiente creativo e inteligente de todos los impulsos evolutivos; y se establece alimentándolo con la energía de la luz. Aquí se piensa en el futuro, se imagina el desarrollo, se planifican las posibilidades evolutivas, se entrelazan los estímulos creativos: es la sede del gozo.

La cuarta Dirección es el Modelo. Aquí convergen todos los pensamientos relacionados con los principios, los cánones, lo fundamental para poder construir de manera correcta y armoniosa, o sea, siguiendo las leyes celestes. Es un espacio decisivo para el desarrollo de la obra, donde la luz del proyecto se refleja para mostrar sus colores y su belleza inherente.

La quinta Dirección es el Lugar de Construcción. Nuestro propósito común consiste en unir las fuerzas para sentar las bases de un mundo nuevo, de unas Nuevas Cultura y Civilización. Esto es realmente el recipiente de la fuerza de nuestros pensamientos. Dirigidos por el Propósito, acogidos por el Campo, estimulados por el Plan, reflejados por el Modelo, los pensamientos se depositan de manera constructiva en nuestra mente y, así, el trabajo se inicia, ramificándose de inmediato en las principales áreas del tejido humano, en las que se han de introducir las simientes de lo nuevo.

La sexta Dirección habla de nosotros, de la Comunidad de los trabajadores, y atrae las energías de la Comunión, que es el Ser, y devuelve todo y a todos al Uno, anulando la primera y la más arraigada de las ilusiones: la separatividad. Es la sede del Valor, que reunifica lo multiforme bajo una sola bandera.

La séptima Dirección se refiere al Ordenamiento estructurado, a todo lo que hace de las partes distintas una Unidad, un único organismo vivo. Es el lugar donde la comunidad halla sus reglas, que son celestes; y la libertad sabe que es ordenada. Aquí el espíritu y la sustancia se unen. 

Marchando juntos por estos caminos luminosos, nuestro avance se hace seguro; y cada uno podrá colaborar de manera ordenada y fecunda en el ámbito en el que halle de modo natural su propia vocación, teniendo la conciencia de ser una pieza preciosa del diseño humano, planetario y solar.

En este sentido, con el fin de profundizar en el proceso que desde el Taller del Pensamiento conduce al establecimiento de un Orden planetario, TPS introduce una modalidad operativa, fundamentada en la Ley septenaria, que permite la estructuración armónica del trabajo del Grupo humano con base en 49 Funciones.

Para obtener más informaciones sobre las Direcciones Primarias, haz clic sobre la palabra correspondiente:*

  1. Propósito
  2. Campo
  3. Plan
  4. Modelo
  5. Manifestación
  6. Comunidad
  7. Ordenamiento

* Los textos relativos a las siete Direcciones Primarias son, en su mayoría, extractos de escritos de Enzio Savoini.

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