En resonancia con la alineación eclíptica de hoy entre el Sol, la Tierra y Sirio —el Logos cósmico cuya Estrella está indicada como la sede del Prototipo de nuestra Jerarquía planetaria de Maestros—, presentamos aquí algunos extractos del documento que le está dedicado; estos extractos están basados en las indicaciones de las Enseñanzas esotéricas transhimalaya:
(…) Como hitos en un sendero luminoso, los Hermanos de la Humanidad están vigilantes, en guardia, dispuestos a guiar al viajero en la cadena de ascenso.
La Jerarquía no implica restricción; es la ley del Universo. No es una amenaza, sino el llamamiento del corazón, la ardiente advertencia que invita al Bien común. Pues, decidamos conocer a la Jerarquía de la Luz.
¿Cómo transmutar lo muy amargo en lo muy dulce? Solo la Jerarquía puede transformar la vida en una conciencia superior.
Es imposible imaginar un puente tendido sobre el Infinito, ya que todo puente necesita de sostenes. Pero la Jerarquía, similar a esos espolones, conduce a las orillas de la Luz. ¡Piensen en todo el resplandor que verán los ojos! Y escuchen la Canción de la Luz.
¡A trabajar, pues, por la Luz y por la Jerarquía!
(Jerarquía, “Introducción”, Agni Yoga)
(…) La Jerarquía de Servicio no es otra cosa que la implementación de la Voluntad superior.
(Jerarquía, § 42)
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Según las Fuentes esotéricas, una Jerarquía de Conciencias —antaño humanas y ahora superiores, denominadas Maestros de Sabiduría o Iniciados— están guiando las evoluciones humana y planetaria desde los mundos “más sutiles”, internos, espirituales o divinos, como son definidos los niveles superiores del Alma (la Conciencia grupal o solar) o del Espíritu (la Conciencia planetaria o cósmica).
En la cumbre y la guía de nuestra existencia planetaria se indica así una Tríada Mayor de Centros planetarios: Shamballa y Jerarquía y la Humanidad:
(Extractos de La Exteriorización de la Jerarquía, A. A. Bailey; p. 79, vers. ingl., p. 89)
He aquí el Sistema triádico de los Agentes de transmisión de la Vida y de la Evolución de la Conciencia de nuestro Planeta:
El Discipulado en la Nueva Era II, A. A. Bailey; p. 192, vers. ingl., p. 214
La relación entre la Jerarquía en su conjunto y la humanidad puede resumirse con la idea de la realización de ciertos “Grandes Acercamientos”.
«Por medio de esos Acercamientos, la conciencia de la humanidad ha sido llevada acrecentadamente más cerca de los centros espirituales de amor y de vida y estimulada para progresar espiritualmente, despertar a la luz y desarrollar la conciencia crística y descubrir el Sendero de Luz que conduce a la divinidad. Esta constante tendencia hacia crecientes relaciones se ha enfocado en todo el registro histórico, por medio de ciertas grandes revelaciones registradas —los resultados de estos Acercamientos—. Siempre en momentos de crisis y tensión, el clamor de la humanidad ha evocado respuesta de la Jerarquía, que a veces ha llegado con rapidez y otras con lentitud, pero siempre en forma inevitable. En la historia moderna se reconocen dos de estos Acercamientos producidos en escala humana, por ejemplo, aquel que se enfocó en la civilización oriental mediante la venida del Buda y la llegada del Cristo en Occidente. Otro gran Acercamiento se aproxima, pero la fecha depende de la actividad del nuevo grupo de servidores del mundo y la tensión espiritual que este pueda alcanzar.» (La Exteriorización de la Jerarquía, A. A. Bailey; p. 394)
¡Cuántas distorsiones se han acumulado en torno a la Verdad! ¡Cuántos principios han sido destruidos! Uno preguntará: «¿Cuáles son los fundamentos de la fortaleza de la Hermandad?». Ustedes responderán: «Son las doctrinas del corazón, del trabajo, de la belleza, de la evolución y de la tensión, las más importantes de todas.
Somos Adoradores del Infinito. Donde no se responde al esfuerzo universal no se manifiestan los Hermanos de la Humanidad. Sofocamos el espacio con el flujo evolutivo. Los Hermanos de la Humanidad renuncian voluntariamente al Paranirvana para afirmar la evolución humana y sentar las bases de un paso mejor. La meta no puede alcanzarse sin trabajo, ni sin sacrificio. Por lo tanto, proclama la inminente aparición de Maitreya. De acuerdo con la profecía de los Maestros más antiguos, Su época se inaugura cuando la humanidad, habiendo perdido los fundamentos de la Enseñanza, se hunde en la oscuridad. Transmitimos Nuestros fundamentos para regenerar la comprensión espiritual. Díselo a aquellos que no entienden, ¡proclama la doctrina del Corazón! (Jerarquía, § 1)