En el día de la entrada en el signo de Acuario (20 de enero, a las 15:08 horas), que nos da el poder de servir al bien, a lo verdadero y a lo bello, al Bien que avanza,* afirmamos solemnemente —como Servidor planetario, es decir, en nombre del nuevo Grupo de Servidores del Mundo— la segunda de las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una (véase el artículo introductorio y la celebración ritual en línea):**
La Humanidad es necesaria para llevar a cabo la Hermandad.
Cada signo del zodíaco trae consigo una nueva visión y aliento planetarios; ahora la Ola de Vida de Acuario irrumpe a través del Espacio del Sistema Solar y lo impregna con el Quinto Rayo puro de la Mente y Conocimiento, influyendo así en nuestra conciencia a través de su Regulador esotérico Júpiter (2.o Rayo) y exotérico Urano (7.o Rayo), velado por la Luna, el Regulador jerárquico.
Por lo tanto, en cada Unidad de Vida impele la necesidad de comprender y llevar a cabo el Servicio consciente al Bien común y a la Realidad de la Hermandad entre los mundos, que es la base de la nueva Religión.
«La Hermandad. No podría nombrarse una idea mayor, ninguna otra que corone mejor las correlaciones humanas y corresponda a la esencia del Mundo sutil y del Mundo del Fuego. Por esta razón ella es triple, como un puente que conecta tres mundos. Sería imposible pensar en el contacto entre lo físico y lo ígneo sin la idea de Hermandad, que hace posible su confluencia.» (Hermandad, § 8, Agni Yoga)
«La Hermandad nace en las profundidades de la conciencia. (…) Los Hermanos se reconocen entre sí precisamente según la conciencia; pueden no estar comprometidos juntos en la misma tarea externa, pero en el pensamiento permanecen íntimamente conectados. Se reúnen libremente y su compañerismo nunca es una carga ni un obstáculo, sino que lo entienden como una poderosa fuerza motriz para el bien del mundo, porque se basa en el amor, que no conoce límites. (…)» (Ídem, § 166)
Júpiter —el portador de la energía divina unificadora del Amor-Sabiduría (el Principio Buddhi, la Conciencia Crística, el Alma espiritual o la «conciencia de grupo»)— intensifica la capacidad de invocación y evocación de la Conciencia de Grupo (Humanidad Una), es decir, la unión entre la Humanidad (Personalidad) y la Jerarquía (Alma), entre el Mundo de las Formas y el Mundo de las Ideas.
Esta comunión armónica con el Mundo de Fuego también se ve favorecida por el próximo encuentro con Urano (que culmina el 14 de marzo y geocéntricamente el 21 de abril) en las aguas germinativas de Tauro (el Signo que rige al nuevo Grupo de Servidores del Mundo), donde las dos Luminarias del logro benéfico fecundan las conciencias con la Luz de la Revelación.
«(…) Una condición propia de la Hermandad es la perfecta correspondencia del pensamiento y la expresión; esta es la espina dorsal de la verdadera belleza. (…)» (Hojas del Jardín de Morya II, § 208, Agni Yoga)
«(…) Nadie quiere admitir que la Luz es el efecto del pensamiento, pero las multitudes que viven en los espacios interplanetarios son muy conscientes del poder de la cooperación mental; saben lo que significa cooperar y ser responsable. Uno puede enraizarse en una mentalidad universal y obtener así alas en el cielo y sólidos cimientos en la Tierra. En todas partes se encuentran muchas advertencias valiosas que aluden a la conexión con los mundos lejanos.» (Jerarquía, § 99, Agni Yoga)
«Consideren la Jerarquía como la piedra de toque con la que se juzga la cualidad; pues, si ustedes no admitieran la existencia de los mejores y los más brillantes, no tendrían ninguna razón para salvar y perfeccionar la Mónada de ustedes. La existencia de la Jerarquía es la base de toda vida; y recuerden que se expresa a través del Ejército de Servicio. No tarden en unirse a esas legiones, pues no hay empresa más fructífera de éxito que servir a la Jerarquía.» (Jerarquía, § 212, Agni Yoga)
La Humanidad se ve así cada vez más impelida a desvelar Su Realidad esencial, el conocimiento de que ella es esa Luz a través del conocimiento que dotará de sus propias características al Servidor del mundo de Acuario, el Signo de la fuente de la Nueva Era:
«(…) se está formando en el mundo ese «puente de almas y servidores» que permitirá la fusión entre la Jerarquía interior subjetiva de almas y el mundo exterior humano. Será una fusión o amalgama efectiva, el signo de la iniciación alcanzada por la humanidad a través de los logros de sus miembros más avanzados. Es el verdadero «matrimonio en el Cielo» del que hablan los místicos cristianos; y el resultado de esta fusión será la aparición del quinto reino de la naturaleza, el Reino de Dios. Un día, en la historia de la humanidad se produjo el gran acontecimiento que manifestó el cuarto reino, el humano. Estamos ahora en el umbral de un acontecimiento similar pero mucho más importante, a saber, la manifestación del quinto reino, como el resultado de la actividad preordenada del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo que coopera con la Jerarquía de Almas perfectas y está dirigido por el propio Cristo. Esto marcará el comienzo de la Nueva Era en la que los cinco reinos de la naturaleza se reconocerán uno al lado del otro en la Tierra.» (El Discipulado en la Nueva Era, A. A. Bailey; vers. ingl. p. 32)
«(…) ese centro de actividad divina que llamamos el género humano, el cuarto reino de la naturaleza, actuará como mediador para los otros tres. Es el mensajero divino para el mundo de las formas; en esencia, es Mercurio, que da la luz y la vida a otras expresiones de la vida divina; y todos los Salvadores son su símbolo eterno.
Este futuro servicio planetario a través del tercer centro divino solo es efectivo cuando Acuario rige, es decir, cuando el sol lo atraviesa. Esta es la razón de la inmensa importancia de los próximos 2000 años. Solo cuando el hombre sirva al mundo y despierte a la conciencia de grupo podrá aparecer este deseado objetivo de manifestación. Los primeros comienzos pueden verse hoy por primera vez en la historia del planeta. Es uno de los primeros efectos de la iniciación y solo la raza madre que sucederá a Acuario podrá comprender el proceso y la verdadera naturaleza de las energías que, a través de la Humanidad, se difundirán en el planeta. Es por esta razón que Júpiter y Urano (las expresiones del segundo y séptimo rayos) son los regentes exotéricos y esotéricos de Acuario (…), el Servidor del Mundo, el transmisor de energía que suscita respuesta magnética.
– Júpiter y Urano, los planetas de beneficencia. El segundo rayo, del amor, y el séptimo, que fusiona el espíritu y la materia «para la gloria final» del Logos solar, cooperan de la manera más perfecta.
– La Humanidad, el punto focal de todas estas energías que distribuye divinamente al individuo y luego a los tres reinos inferiores. (Astrología Esotérica, A. A. Bailey; vers. ingl. pp. 200-1)
*
El Corazón del Centro humano —la extraordinaria flor de 12 pétalos, palpitante del sueño vivificante de la Hermandad en la Tierra y receptivo a la belleza de la idea de Hermandad, a las puertas de la Fecha crucial del 2025 [documento en inglés], con el aliento unido y el ritmo unificado con los otros dos Centros planetarios, Shamballa y la Jerarquía— irradia todo su poder creador desplegando su segundo pétalo en concordancia con el Corazón espacial, el Zodíaco, para la Gloria del Propósito común.
La Humanidad es necesaria para llevar a cabo la Hermandad.
(…) El Escudo de Nuestra Hermandad está listo para proteger la búsqueda de la luz.
Tus mejores acciones se nutren de Nosotros como simientes.
Bienaventurados los caminos de la belleza; la sed del mundo debe ser saciada.
El milagro de la Nueva Vida está envuelto en harapos, pero vive.
No teman la espuma de las vidas;
cuando el agua hierve, la impureza sube.
No hay miedo en el camino hacia el logro;
y el fuego del corazón ilumina el camino de la verdad.
Lo verdadero de la Eternidad reside en la belleza del espíritu.
El espíritu conoce la belleza.
(Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 350, Agni Yoga)
———————————————————————————————
* «Lo bueno, lo verdadero y lo bello están llegando, y la Humanidad es la responsable de ello, y no una intervención divina desde fuera.» (La Exteriorización de la Jerarquía, Alice A. Bailey; vers. ingl. p. 630)
La Belleza, la Bondad y la Verdad son Entidades reales muy poderosas, que también se manifiestan en el nivel humano como cualidades esenciales, pero que en sí mismas son Ideas y Vidas trascendentales que ejercen una tracción magnética en el Cosmos. «(…) El símbolo o la primera expresión de ello (porque todo en los tres mundos no es más que el símbolo de una realidad interior) es el impulso de superación, la característica más evidente del animal humano.» (Los Rayos y la Iniciaciones, Alice A. Bailey; vers. ingl. p. 59)
** Este año, orientado hacia la Meta 6.3 del Plan evolutivo, Meta dedicada a la Comunión con el Mundo de las Ideas, celebramos solemnemente las 12 Entradas en los 12 Signos del Zodíaco con 12 Afirmaciones de la Humanidad Una, así como los Plenilunios y Novilunios de cada Signo, de forma similar a lo realizado en el Año 6.1 y en el Año 6.2.