Fórmulas para Comunicar

El año 5.6, dedicado a moldear y sembrar los Ideales de la Nueva Cultura humana, difunde el Lambdoma de la Comunicación planetaria. Son pensamientos materializados en Fórmulas y organizados según la matriz numérica, sonora y ordenadora del Lambdoma; son pensamientos que ofrecen un primer punto de partida para trazar los contornos de una de las principales actividades humanas, a saber: Comunicar. Este «esquema sonoro» sigue la definición y publicación de otros cinco Lambdomas, dedicados, respectivamente, al Gobierno, la Educación, la Economía, el Arte y la Ciencia planetarios, y forma parte de un proyecto para desarrollar siete Lambdomas que derivan del Lambdoma de la Nueva Cultura y la Nueva Civilización. Esta última, en particular, actúa como una «matriz» energética en la que se insertan las simientes del futuro.

Las energías que se expanden por el Cielo en estos días apoyan la celebración de la siembra de estas Fórmulas: Júpiter y Saturno, ya en conjunción heliocéntrica en Acuario, abren el camino a una nueva modalidad de comunicación, basada en el reconocimiento de lo Verdadero y lo Justo, y libre de las ataduras del poder; mientras que Neptuno, en las profundidades abismales de Piscis purifica y regenera las conciencias, preparándolas para reconocer, más allá de los velos de la ilusión, la Verdad que «nos hace libres».
Vulcano en Sagitario —el fuego dinámico que conduce, de manera espiralada, las conciencias hacia la Meta— indica la dirección hacia donde hay que dirigirse y nos recuerda que cada palabra, al ser fuego, puede «crear imperios del mal» (1) o abrir las puertas al Bien.

«La nueva Cultura dará vida a la nueva Sociedad; es inevitable. Cuando falta una verdadera cultura, las sociedades se desmoronan después de un declive fatal. No son las leyes estatales ni los comportamientos consuetudinarios los que las sustentan, sino la Cultura, que es un núcleo de Verdades indiscutibles.» (2)

Las posibles piedras angulares de la correcta Comunicación, que se han colocado en el eje central del Lambdoma (la diagonal) expresan los fundamentos principales por los que esta Idea puede encenderse en el corazón y la mente humanos. Estas siete piedras angulares están enmarcadas por otras 42 fórmulas que riegan las conciencias con el correspondiente valor energético y nos permiten diseñar un «proyecto de avance» que pueda renovar y dinamizar toda acción comunicativa orientada a la comunión.
Por lo tanto, el Lambdoma de la Comunicación planetaria propone un diálogo, implementado por la intersección entre las siete actividades del comunicar, indicadas en la parte superior del cuadro, y los siete campos indicados en la columna de la izquierda.

Puesto que la «Base para Comunicar es la Verdad», es evidente que las siete piedras angulares colocadas en la Diagonal del Lambdoma indican cómo es necesario desprenderse de la visión personalista de la realidad, que, como una lente, deforma los acontecimientos, los sentimientos y los pensamientos, para alinearse e integrarse con el alma que vive en la Verdad.

«Los hombres hablan de muchas verdades. ¿Por qué no se adentran más allá de la envoltura para alcanzar la Verdad Una? La observación rigurosa y objetiva de la realidad expande la conciencia. Y este es ese cofre mágico en el que se hallan todos los tesoros perdidos.» (3)

«(…) la verdad no es una abstracción relativa: es la comprensión de las leyes cósmicas por medio de la experiencia directa.» (4)

Estas siete piedras miliares nos guían para valorar la fuerza unificadora de la Verdad que reúne diferentes perspectivas en un sistema integrado; nos sugieren que para activar la comunicación correcta debemos aprender a conectar los Corazones con el Mundo de las Ideas a fin de poder transmitir mejor la luz de la Síntesis; nos instan a aprender el dominio de la comunicación de forma sutil para lograr la cualidad ética en los intercambios.
Todos estos pasos nos conducen al corazón de la comunicación planetaria, a saber, la capacidad de custodiar la llama de la Verdad; sin ella no se puede sostener el intercambio y por la que cada hombre debe luchar con valentía y perseverancia.

«La Verdad —el Bien Supremo— es una sola.» (5)
«La misma inalterable Verdad es ofrecida a los hombres bajo diferentes aspectos. En menos de un siglo, la vulgaridad de las multitudes la ha deformado. Purificar la Verdad es, por lo tanto, uno de los deberes del Yogui. Cuando la imagen de la Verdad redescubierta sonríe al buscador fiel, el gozo vuela a los mundos lejanos. (6)

En este año, en el que se ha puesto de relieve la importancia de los Ideales, no debemos olvidar que la pureza con la que se capta y refleja una Idea, «una imagen de la Verdad» (7), es una garantía de la pureza del propio Ideal: la sustancia astral que recubre la Idea puede deformar y distorsionar el fuego que vibra en la Idea y generar así una comunicación potencialmente falsa, desequilibrada y separadora, incluso violenta.
«Mentir es lo contrario de comunicar; es la reacción del caos al avance de la Luz.» (8)

Además, la Comunicación está estrechamente ligada a la Comunión y, en consecuencia, a las Comunidades.
Basándonos en la etimología, observamos que el término ‘Comunicación’ expresa la idea de «una participación orientada a la unidad», y la ‘Comunión’ posee el significado de «un intercambio en la unidad del Ser» y la ‘Comunidad’, el de un «conjunto regido por las relaciones mutuas».

«Quien comunica está lidiando con energías de alto voltaje; y esto es arriesgado y requiere experiencia y pericia. Es menester que la verdad sea transmitida por grados y con prudencia. (…) Además, es necesario que los corazones del emisor y del receptor estén sintonizados con la onda portadora y protectora del amor mutuo. Entonces el mensaje es captado sin distorsiones y la comunicación se transforma en una comunión.» (9)

Esta convergencia de significados lleva a concluir que la correcta comunicación planetaria tiene como propósito principal fundar y estabilizar comunidades humanas que son tanto más cohesionadas y unidas cuanto más arde en ellas el fuego de la Verdad; una Verdad que es la imagen de lo Real que se revela a los ojos de la conciencia y que, bajo esta apariencia, de «corazón a corazón» se comunica a todos los miembros.

Sin velos, sin falsedad, sin ambigüedad, porque la Verdad es una llama que ninguna ilusión puede apagar. «¿Cuáles son los signos del tiempo de Shambala?: Verdad y cooperación.» (10)


  1. Hojas del Jardín de Morya I, § 439, Agni Yoga.
  2. Semi, 1995, Enzio Savoini; texto inédito.
  3. Agni Yoga, § 590, Agni Yoga.
  4. Agni Yoga, § 156, Agni Yoga.
  5. Semi, 1995, Enzio Savoini; texto inédito.
  6. Agni Yoga, § 178, Agni Yoga.
  7. Agni Yoga, § 122, Agni Yoga.
  8. Semi, 1995, Enzio Savoini; texto inédito.
  9. Ídem.
  10. Comunidad, § 242, Agni Yoga.

Nota: Este artículo ha sido traducido del original en italiano; consultar aquí.

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