RITO DE CÁNCER
PRIMER VÉRTICE, 1.7
En esta etapa del ciclo solar, la voluntad de organizar es poderosa,
y la fuerza creciente del séptimo Rayo lo aumenta.
A medida que las formas se afirman y crecen, el plan divino las organiza;
cada una en sí misma y como un todo.
Las formas son innumerables, pero tienen solo una ley:
el Orden general.
Por esta razón, la pluralidad tiende a un único individuo.
*
Veo el Uno final, generado y deseado por el Uno inicial.
Yo soy la Ley del Uno.
SEGUNDO VÉRTICE, 2.7
La forma se organiza según la naturaleza del espacio
y en función de su propia ley interna.
El No-Nacido origina la forma, y esta genera la conciencia.
Por eso el discípulo nace dos veces, mientras que el espíritu permanece.
¿Dónde está el Misterio?
*
Lo único que veo es la Luz, que organiza y ordena la Luz.
TERCER VÉRTICE, 3.7
En el Universo, toda acción provoca una reacción,
con el fin de mantener el equilibrio.
Las más elevadas son las preguntas, que ascienden para invocar el conocimiento:
las reacciones más elevadas son las respuestas, que descienden para transmitirlo.
Por lo tanto, es un Diálogo sin fronteras entre quien pregunta y quien responde.
*
En medio de la actividad de la construcción, hago preguntas sobre las reglas del Arte,
y con amor seguro espero las respuestas.
Luego respondo las preguntas.
CUARTO VÉRTICE, 4.7
Las preguntas evocan las respuestas.
La imitación evoca la realidad del Modelo.
Hay un modo de interrogar sin palabras
y un modo de imitar en silencio, con la mirada fija en lo Real.
Las respuestas a la mirada adoradora vienen
como imágenes de belleza regular y sagrada.
*
Miro el Séptimo Sol naciente y le rindo el culto del corazón.
Así acojo sus futuras bellezas y las imprimo en la mente humana.
QUINTO VÉRTICE, 5.7
La Naturaleza expresa la Vida planetaria de una manera solemne y majestuosa.
Lo que es natural posee el sello de los Señores quinto y séptimo.
El Orden natural es sencillo y placentero.
Es bueno vivir y ser como las flores, las estrellas, las gotas de rocío;
como el alba, el cielo y el mar.
*
Yo soy y sigo el rito del día, que dispensa amor e inteligencia.
Yo soy y sigo el rito de la noche, que nutre la voluntad y muestra el Camino.
SEXTO VÉRTICE, 6.7
El Espacio y el Cielo son la comunión universal.
Las formas son figuras espaciales y celestes,
dotadas de un contenido infinito que las justifica.
El Infinito externo, el Infinito interno.
Lo abismal halla en sí mismo lo más elevado: he aquí la comunión sin fronteras.
Cuando los Señores sexto y séptimo se encuentran, las ilusiones se desvanecen;
las jerarquías permanecen.
*
Vivo en las regiones extremas, las más formales.
Por eso recibo mensajes continuos del Centro, el Fuego.
Yo respondo, y construyo la Comunión general.
SÉPTIMO VÉRTICE, 7.7
Yo vinculo, organizo, dispongo jerarquías;
de la confusión, me elevo al Orden único y supremo.
Una vez acabado el descenso anual al reino de la forma,
yo ordeno el regreso al Cielo.
De este modo, aseguro que la fórmula y la forma se hallen en justa correlación.
Mi trabajo es simple y riguroso: trabajo en el individuo y en el grupo.
Preparo la Comunidad para el primero; del segundo hago un Individuo.
*
Yo concluyo y vuelvo al Principio.
*
*
*
____________________________________________________________
Nota: Este artículo ha sido traducido del original en italiano; consultar aquí. En este solemne año 5.7, que concluye el septenio dedicado al trabajo para la manifestación de una Nueva Cultura y una Nueva Civilización, celebramos la entrada en los diversos signos del Zodíaco con estos magníficos Rituales, destinados a «unir el Espíritu con la Sustancia», apoyando la acción de la séptima energía divina, y a hacer que la Liturgia creativa del grupo y del trabajo humano sea lo más eficaz, rítmica y armoniosa, de acuerdo con la Ritualidad Planetaria y Solar.
(Consultar el documento Afirmar el Plan Planetario)