La Humanidad salva para donar la Libertad

Hoy, en la entrada del Sol en Piscis (a las 05:14 horas), el Discípulo Humanidad se centra, particularmente, en la necesidad de convertirse cada vez más de manera precisa en parte activa del proceso de salvación mediante su dominio sobre la materia y su contribución concentrada y enfocada a aumentar esa radiación magnética basada en una libertad interior que permite romper los grilletes y las cadenas que lo atan. Como Servidores planetarios orientados hacia la Meta 6.3 del Plan de la evolución, dedicados a la Comunión con el Mundo de las Ideas, en nombre del nuevo Grupo de Servidores del Mundo aseveramos solemnemente la tercera de las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una (véase el artículo de introducción y la Celebración Ritual en línea).

La Humanidad salva para donar la Libertad.

Si Acuario presenta la vía del Servicio para llevar a cabo la Hermandad, Piscis introduce el tema del Salvador, Aquel que libera de la prisión (benéfica) de la forma. Desciende entre las formas para poner a salvo a los prisioneros del planeta; y ahí reside el valor de Su sacrificio. A este impulso corresponde su opuesto, igualmente divino, que ordena a la vida asumir un vehículo de sustancia. Existe, pues, por una parte, el mandato de buscar y construir la forma y, por otra, la oferta y la garantía de la salvación que prevé su destrucción o transmutación progresiva en el camino de regreso a la Casa del Padre.

En la poderosa actividad que se manifiesta a través de las energías del signo de Piscis, la función de Plutón, su regente esotérico y jerárquico, es estratégica.

Plutón expresa el deseo transmutado en sacrificio y la voluntad, que de individual se convierte en divina: el Salvador del mundo. A través de Plutón, el hombre se somete al poder de la muerte, la muerte del deseo, de la personalidad y de todo lo que lo retiene entre los pares de opuestos para lograr la liberación completa. La muerte en Piscis a través de la influencia de Plutón es una transformación tan importante y fundamental que:
«(…) a al Antiguo ya no se lo ve. Se hunde en el océano de la vida; desciende al infierno, pero el infierno no lo retiene. Él, el Uno y viviente, deja abajo lo que le ha retenido allí durante largas edades y asciende desde las profundidades hasta las alturas, hasta el trono de Dios.»

*

En la actualidad, se está realizando un gran esfuerzo espiritual por parte de diferentes grupos de todo el mundo, cuya intención unida es liberar a la Humanidad; estos grupos son:

  1. Los hombres y las mujeres de buena voluntad.
  2. Los idealistas y soñadores, que tienen una visión del mundo futuro.
  3. Las personas con mentalidad espiritual, que llamamos los aspirantes del mundo.
  4. Los discípulos en todo el planeta.
  5. Los miembros de la Jerarquía espiritual del planeta, tanto los que estén encarnado o no.
  6. Los Custodios de la Voluntad o Propósito de Dios, que permanecen preparados en Shamballa y escuchan la llamada de auxilio que surge de la humanidad.
  7. Ciertas grandes Energías de importancia extraplanetaria, que están listas para intervenir cuando la invocación espiritual de la humanidad alcance la intensidad de evocación.

El problema es cómo fusionar y unir los cinco primeros grupos mencionados para que la llamada espiritual pueda expresar una petición en grupo integrada y unida. Solo una petición unida que concentre la «intención unida» de la humanidad será suficiente para evocar una respuesta extraplanetaria.

«Gran parte de la tarea de unificación está en manos de dos grupos: la Jerarquía planetaria y el nuevo grupo de Servidores del Mundo.» (La Exteriorización de la Jerarquía, A. A. Bailey; vers. ingl. p. 392)

Por lo tanto, los Servidores del Mundo están llamados a intensificar sus esfuerzos para operar en conexión con la Jerarquía planetaria y con los Discípulos, con el fin de acelerar el proceso de unificación y colaboración de todos los Grupos, que es esencial en este momento desestabilizador del paso de era y en vista de la ahora inminente fecha jerárquica del 2025 [en inglés].

La clave de todo el proceso de salvación es, por lo tanto, la libertad. Cuanto más evolucionan los hombres, tanto más la reconocen como un derecho, un deber y un bien supremo. Por supuesto, hay que conquistarla y adquirirla por grados; y el proceso de liberación es arduo, prolongado, exigente; sin embargo, deja a cada uno «libre» para seguirla a su manera, es decir, para dosificarla e incluso para rechazarla. La liberación es una facultad de lo divino y uno se da cuenta de que los que están prisioneros siempre están privados del Cielo, a menudo sin siquiera lamentarlo.

«El Cielo es la imagen de la libertad que el hombre moderno desea pero no comprende claramente; tiene un concepto bastante superficial de ella. Quienes quieren penetrar en las profundidades de su significado encuentran obstáculos que parecen insalvables. La libertad del individuo está reñida con la libertad, igualmente necesaria, de los grupos y las sociedades; en efecto, estos necesitan normas que socavan la libertad. Es un problema que se da en todas partes; se necesitan leyes o normas para proteger el bien común, pero estas restringen la libertad.»  (Il Cielo in noi, E. Savoini; texto inédito)

«Todo Discípulo en el Camino comprende que el Orden vive de la libertad y la verdadera libertad solo es posible en el Orden. El pináculo más alto del Bien común es la libertad, total y máxima para todas las entidades y el Orden se esfuerza precisamente hacia este único objetivo sin limitarlo, sino, más bien, expandiéndolo.» (LOrdine, E. Savoini; texto inédito)

«(…) El Espacio es esa comunidad libre en la que se lleva a cabo la libertad común.»
(Il Sistema Solare nello SpazioE. Savoini; texto inédito)

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«(…) Las vidas vividas noblemente nos permiten partir libres y generosos para regresar como ganadores. Quien procede consciente de la belleza no puede confundirse. Solo la confusión bloquea el camino.
No es del todo exacto decir que la belleza salvará al mundo. Es más exacto decir que la comprensión de la belleza lo salvará.
Uno puede superar los obstáculos de la fealdad hacia un faro de belleza sembrando innumerables simientes. Si uno es capaz de crear un jardín de belleza, no hay nada que temer.

No hay cansancio cuando el jardín del espíritu acoge a los recién llegados.» (Comunidad,  § 27, Agni Yoga)

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«¡Amigos! La felicidad reside en servir a la salvación de la humanidad.

Desecha todo prejuicio, reúne tu fuerza espiritual y socorre a la humanidad. Convierte en belleza lo que es feo a los ojos.
Como el árbol renueva sus hojas, así florecerán los hombres en el camino de la justicia.» (Hojas del Jardín de Morya I, § 4, Agni Yoga)


 

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