La Ciencia de la Impresión

En esta luna nueva de Libra, que mira hacia Aries, el signo de los comienzos, el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, mediador entre la Humanidad y la Jerarquía, preparándose para el próximo impacto jerárquico del 2025, dirige la mente para contactar con las Luces superiores, las grandes Fuentes de impresión que la Enseñanza del Maestro Tibetano contextualiza así:

«Tres grandes ciencias constituyen los tres modos de expresión de lo que podemos llamar la Ciencia Suprema del Contacto. Estas tres ciencias son interdependientes y están todas relacionadas con el arte de la receptividad. Ellas son:

  1. La Ciencia de Impresión … Voluntad de Ser. Se relaciona con la Tríada Espiritual. Fuente Emanante … Shamballa.

Se relaciona con la mente abstracta.

  1. La Ciencia de la Invocación y Evocación … Amor o Atracción. Está relacionada con el alma que existe en todas las formas.

Fuente emanante (actualmente) … La Jerarquía.

Está relacionada con la mente inferior como agente del alma.

  1. La Ciencia de la Telepatía … Mente. Inteligencia humana. Tiene relación con la personalidad.

Fuente emanante … La Humanidad.

Está relacionada con el centro coronario.

Cada uno actúa como agente invocador y produce evocación. Todos actúan como receptores y trasmisores; y unidos establecen la interrelación grupal y la circulación de energías, característica distintiva del mundo de la fuerza.

Un punto que todos necesitan captar es que el discípulo que progresa no pasa a nuevas zonas o campos de percepción como si lo hiciera continuamente de un plano a otro (según lo indican los símbolos visuales de la literatura teosófica). Por lo tanto, se ha de captar que todo lo que ES se halla siempre presente. Lo que interesa es el constante despertar hacia aquello que eternamente ES y siempre está presente en el medio ambiente, pero del cual el individuo es inconsciente, debido a su miopía. Se ha de evitar la indebida concentración en lo inmediato de la vida cotidiana, que caracteriza a la mayoría de las personas, la intensa preocupación por los estados internos y modalidades del yo inferior, una característica de las personas espiritualmente orientadas y de los aspirantes, como así también la impermeabilidad o falta de sensibilidad, la idiosincrasia de las masas. El Reino de Dios está presente en la Tierra y siempre lo ha estado, pero solo algunas personas conocen sus señales y manifestaciones. El mundo de los fenómenos sutiles (denominado amorfo, porque es distinto del mundo de los fenómenos físicos con el que estamos familiarizados) siempre está en nosotros y es posible percibirlo, entrar en contacto con él y comprobar que es un campo de experimentación, de experiencias y de actividad, mientras el mecanismo de percepción esté bien desarrollado”. (A.A. Bailey, Telepatía y Vehículo Etérico, ed. Nueva Era, p. 52-53)

«Todo el tema de la comunicación telepática puede indicarse con una expresión más subjetiva, pero que interpreta un aspecto más universal (y más remoto) que el de la recepción telepática directa. El ocultista considera siempre cualquier tema referente al proceso evolutivo primero desde el ángulo del todo y luego de la parte, procediendo de la periferia al centro, de lo universal a lo particular. Entre ellos, los Maestros no consideran la telepatía como una ciencia digna de consideración y de ser enseñada; se ocupan principalmente de la Ciencia de la Impresión. El término más frecuentemente utilizado por ellos es el equivalente esotérico de lo que los hombres suelen querer decir con la expresión “tengo una impresión”. La impresión es la respuesta muy sutil (más o menos exacta) a la actividad vibratoria de otra mente o grupo de mentes, cuya influencia irradiante afecta a un individuo o grupo de individuos.

La primera etapa de una recepción telepática exacta consiste siempre en registrar “una impresión”, generalmente vaga al principio; pero a medida que el pensamiento, la idea, el propósito o la intención del que transmite se hacen más concretos, se pasa a la segunda etapa, la de una forma de pensamiento definida; esta se imprime finalmente en la conciencia del cerebro en un punto situado justo detrás del centro Ajna y, por consiguiente, en la región del cuerpo pituitario. También puede manifestarse en la región del centro del plexo solar. Pero para aquellos que han trascendido la existencia en los tres mundos y que no están condicionados por el triple mecanismo de la personalidad, el elemento importante es la impresión. Su conciencia recibe la impresión y su respuesta es tan sensible a la impresión superior que la absorben, o la hacen suya, de modo que se convierte en parte de su “impulso energético”.

Me resulta difícil explicarles este tema por dos razones:

  1. Los miembros de la Jerarquía (entre los cuales tengo el grado de Maestro) están aprendiendo ellos mismos la Ciencia de la Impresión en los niveles de la mente abstracta, la intuición, o de manas y Buddhi.
  2. Esta ciencia aún no posee vocabulario propio. En ninguna etapa está limitada por formas de pensamiento, pero sí por formas de palabras; por lo tanto, es un problema difícil para mí dar información sobre este modo sutil de comunicación del cual la telepatía no es, de hecho, sino una manifestación exotérica.

La “impresión”, como arte del que hay que llegar a ser maestro, tanto desde el punto de vista del que imparte como del que recibe, está en relación bien definida con el mundo de las ideas. Con respecto a la Vida que anima nuestro planeta, existen ciertas grandes fuentes de “impresión”, tres de las cuales es posible señalar. Esto les dará una idea de la sutileza de todo el tema, de su íntima relación con los influjos de energía y de la recepción grupal más que individual, como es el caso en toda relación telepática.

  1. Impresiones producidas en Shamballa
  2. Por los Miembros de la Gran Logia Blanca de Sirio. Los que reciben tal impresión son los Miembros más elevados del Gran Concilio, presidido por el Señor del Mundo. Es tan sutil que estos Grandes Seres solo pueden recibirla con exactitud cuando están reunidos en asamblea plenaria de todo el Concilio y después de la debida preparación.
  3. De una u otra de las constelaciones que en un momento dado está astrológicamente relacionada con nuestro planeta. Solo el Gran Concilio, reunido en cónclave, con la mayoría de sus Miembros presentes, puede recibir esa impresión. Como habrán observado, esto no implica la presencia de todo el Concilio.
  4. De un triángulo de energía circulante que emana de dos planetas que, con nuestra Tierra, forman un triángulo en cada ciclo particular. Esta impresión es recibida por los tres Budas de Actividad para ser distribuida a la Jerarquía.
  5. De Venus, el alter ego de la Tierra. Esta impresión llega a nuestro planeta a través del Señor del Mundo y tres Miembros de Su Concilio que Él elige en cada caso particular para actuar como agentes receptores.

Estas son las principales impresiones registradas por lo que suele llamarse la “Mente Universal”, la Mente divina, nuestro Logos planetario. Hay otras, pero no las mencionaré pues cualquier referencia a ellas carecería de sentido para ustedes.

  1. Impresiones de la Jerarquía, transmitidas:
  2. Desde Shamballa, por ciertos grupos pertenecientes al Gran Concilio; adaptan a la Jerarquía las impresiones registradas por ellos, a fin de que la Jerarquía —en su totalidad— coopere con los propósitos de quienes están preparando el Plan necesario.
  3. Ciertas grandes Vidas que, en épocas específicas y de acuerdo al ritmo cíclico o en épocas de emergencia, son impulsadas a este tipo de actividad. Por ejemplo, tal momento sería el período de la Luna llena, que es una época de recepción tanto para la Jerarquía como para la Humanidad; un ejemplo del segundo tipo de actividad sería la Festividad de Wesak, o esas crisis agudas en las que se requiere la intervención de fuentes más elevadas que aquellas con las cuales el receptor está por lo general en contacto, crisis que se aproximan rápidamente. El primer tipo de impresión es rítmico, periódico y, por lo tanto, acumulativo en sus efectos designados. El segundo tipo de impresión es el resultado de la invocación y evocación, y depende tanto del receptor como del agente.
  4. Ese gran grupo de divinos Contemplativos, entrenados para actuar como grupo intermediario y receptivo entre Shamballa y la Jerarquía. Reciben impresión de Shamballa y la trasmiten a la Jerarquía, permitiendo así a los Miembros de la Jerarquía recibirla como “una impresión agudizada” y registrarla correctamente, pues la impresión emanada ha pasado por una zona de la Mente divina donde ha sido sublimada por la percepción entrenada y la receptividad de dicho grupo. En Oriente se los denomina los divinos Nirmanakayas. Solo digo Su nombre esotérico para que los reconozcan cuando se los mencione.
  5. El Buda en el momento de celebrarse la Festividad de Wesak actúa como punto focal o “distribuidor de la impresión” estando respaldado —aunque no lo comprendan— por la gran fuerza impresora de los Budas de Actividad, que son para Shamballa lo que los Nirmanakayas para la Jerarquía.

Convendría intercalar aquí una observación que puede ayudar y proporcionar iluminación. Nos ocupamos —como grupo ya lo habrán observado— con la recepción de la impresión, por grupos o conjuntos de grupos compuestos de Seres vivientes que tienen Sus propios agentes de distribución o impresión. Toda la historia evolutiva de nuestro planeta consiste en recibir y distribuir, tomar y dar. La causa del malestar de la humanidad (que ha vivido en dificultades económicas en los últimos doscientos años y en el “impasse” teológico de las iglesias ortodoxas) se debe a que tomamos y no damos, recibimos y no compartimos, acumulamos y no distribuimos. Este quebranto de la Ley ha colocado a la humanidad en la posición de culpabilidad. La guerra es el precio lamentable que la humanidad ha tenido que pagar por el gran pecado de la separatismo. Las impresiones de la Jerarquía han sido recibidas, tergiversadas, mal aplicadas y erróneamente interpretadas; la tarea del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo consiste en contrarrestar ese mal, siendo estos servidores para la humanidad lo que los Budas de Actividad son para Shamballa y lo que el grupo de divinos Contemplativos, los Nirmanakayas, son para la Jerarquía. Por lo tanto, se podría afirmar que:

  1. Los Budas de Actividad son impresionados por la VOLUNTAD de Dios a medida que energiza toda la vida planetaria.
  2. Los Nirmanakayas son impresionados por el AMOR de Dios a medida que va manifestándose como fuerza atractiva que impulsa al Plan inspirado por el propósito. En otras palabras, la Jerarquía es impelida a la acción por Shamballa, o la voluntad de bien exteriorizándose como buena voluntad.
  3. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es impresionado por la INTELIGENCIA activa de Dios; traducen esta divina impresión, reduciéndola a dos grandes etapas que llevan luego a la manifestación concreta.

Ahora llevaremos esta concepción de la impresión divina a los niveles de la conciencia humana.

  1. La impresión de la humanidad por:
  2. La Jerarquía, mediante el estímulo de las ideas, que se manifiestan a través de una progresiva e iluminada opinión pública.
  3. La influencia de los Ashramas de los Maestros a medida que afectan a los aspirantes del mundo, a los humanitarios y a los idealistas. Estos agentes de impresión, siete en total, constituyen siete corrientes distintas de energía impresora que afectan a los siete tipos de rayos. Los Ashramas unidos forman el Gran Ashrama de Cristo y afectan a toda la humanidad; este Gran Ashrama funciona únicamente a través del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, cuyos miembros pertenecen a todos los rayos, se hallan en todos los grados de desarrollo y trabajan en los distintos sectores de la vida y del esfuerzo humanos.
  4. La actividad del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, del cual ya he hablado en distintos folletos, por lo tanto, no es necesario su repetición.* (2)

Evidentemente solo me he referido a algunas, muy pocas, fuerzas impresoras del planeta y he enumerado únicamente algunos de los grupos principales que son intrínsecamente receptores de la impresión, que son posteriormente agentes del agente impresor. En lo que atañe a la familia humana, esta actividad recíproca es obstaculizada por su egoísmo; esta “interrupción de la impresión” y esta “interferencia de la divina corriente circulatoria” son responsables del pecado, las enfermedades y de todos esos factores que han convertido a la humanidad en lo que actualmente es. Cuando la libre afluencia de energía e interacción divinas y del propósito espiritual sean restablecidos, entonces desaparecerá el mal y la voluntad de bien se convertirá en verdadera buena voluntad en el plano físico externo.

En la afirmación dada anteriormente, con respecto a los tres grandes centros planetarios, se halla la base del nuevo y próximo Acercamiento a la Divinidad que será conocido como “Religión Invocadora y Evocadora”. Esta nueva Ciencia de la Impresión constituye la base subjetiva y el elemento unificador que mantiene unido a todo el campo del conocimiento, de la ciencia y de la religión. Las ideas fundamentales que sustentan estas grandes zonas del pensamiento humano emanan desde los niveles de la intuición y condicionan la conciencia humana evocando la aspiración del hombre para penetrar más profundamente en lo arcano de toda sabiduría, de la cual el conocimiento es la etapa preparatoria. Esta Ciencia de la Impresión es el método de vida del mundo subjetivo que reside entre el mundo de los acontecimientos externos (el mundo de apariencia y de manifestación exotérica) y el mundo interno de la realidad. Este punto deben tenerlo muy en cuenta en sus cálculos los investigadores esotéricos. Las impresiones son recibidas y registradas, constituyen el punto de reflexión para esos aspirantes, suficientemente sensibles a su impacto, y bastante inteligentes como para registrar en su conciencia su fuente emanante. Después de la debida práctica, el período de reflexión, respecto a la impresión registrada, es seguido por otro, donde la impresión empieza a tomar la forma de una idea; de allí sigue el curso natural de trasladar la idea al ideal propuesto; luego forma parte del llamado invocador de la mente concreta, hasta que finalmente se precipita en la manifestación externa y toma forma. Como verán, lo que trato de hacer es que el estudiante de un paso adelante en el mundo de la recepción y de la percepción y orientarlo a obtener esos contactos más sutiles que residen tras esos conceptos considerados definidamente confusos y que denominamos intuición.

La Ciencia de la Impresión —si es estudiada por los discípulos y por el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo— facilitará enormemente la presentación de esos ideales que condicionarán el pensar de la Nueva Era y, al final, traerán una nueva cultura y una nueva expresión de la civilización que tiene por delante la humanidad, reemplazando a la actual civilización y proporcionando nuevos campos de expresión. En realidad, esta ciencia es la base de la teoría de las relaciones y conducirá a expandir la idea de las rectas relaciones humanas que, hasta ahora, como simple frase, ha estado limitada a un deseo ideal de lograr la correcta interacción entre los hombres, los grupos y las naciones, restringida a la sociedad y a la interacción humanas y aún sigue siendo una esperanza y un anhelo. Sin embargo, cuando la Ciencia de la Impresión sea correctamente comprendida y se lleve al campo de la educación objetiva, se hallará que está estrechamente vinculada a la enseñanza que comienza a surgir acerca de la invocación y la evocación, la cual se irá ampliando hasta abarcar no solo las rectas relaciones humanas con los reinos superhumanos, sino también con los reinos subhumanos. Esto, por lo tanto, concernirá a la respuesta sensible de los mundos natural y sobrenatural a “Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”; relacionará correctamente a la humanidad con todos los aspectos y expresiones de la naturaleza divina, profundizando el contacto subjetivo y produciendo una manifestación objetiva más divina y más de acuerdo con el propósito divino; conducirá a un gran cambio en la conciencia humana, desde los niveles emocionales y de la vida física (en los cuales está enfocada la humanidad) hasta los de la percepción mental.

En consecuencia, se comprenderá por qué los Conocedores del mundo se han referido siempre a la doble acción de la mente y por qué es sensible a las impresiones superiores y está activa durante la creación mental de las formas mentales necesarias. Una mente bien entrenada captará la impresión fugaz, la someterá al efecto de la actividad mental, que la hará concreta, producirá la forma requerida y, cuando ha sido correctamente creada y orientada, conducirá finalmente a la exteriorización de la impresión registrada, que tomó forma como intuición y, al final, encontró su lugar en el plano mental. Además, verán por qué los discípulos y los trabajadores del mundo tienen que actuar como MENTES, como inteligencias receptivas y como creadores en materia mental. Todo esto está relacionado con la Ciencia de la Impresión que ya hemos tratado. Se observará también que este método puede ser ampliado durante la meditación, para que el aspirante pueda ser sensible a la impresión y (puesto que está orientado en el mundo de las ideas y es consciente de la sutileza y delicadeza del mecanismo requerido para registrar “la nube de cosas cognoscibles” esté resguardado de esa sensibilidad necesaria para registrar impactos provenientes de otras mentes, bien o mal orientadas, y de las corrientes mentales de aquello que está por tomar forma, como también de las que provienen de la poderosa atracción o impulso de las reacciones emotivas y los deseos del plano astral y del mundo, emocionalmente polarizado, en que vive físicamente.

Se obtendrá una mayor comprensión si se tiene en cuenta que esta Ciencia de la Impresión tiene que ver con la actividad del centro coronario, como punto de anclaje del Antakharana y que el centro Ajna concierne al proceso de convertir en una forma la intuición recibida (mediante el reconocimiento de la forma mental y su reacción), encaminándola, como objetivo ideal, al mundo de los hombres. En las primeras etapas y hasta la tercera iniciación la Ciencia de Impresión se ocupa de establecer cierta sensibilidad —invocativa— entre la Tríada espiritual —que se expresa periódicamente por medio de la mente abstracta, el alma o el Hijo de la Mente— y la mente concreta. Este triángulo mental es un reflejo, en tiempo y espacio, de la Mónada y de los dos aspectos superiores de la Tríada y es reflejado (después de los procesos de invocación y evocación) en otra tríada, la de la mente inferior, el alma y el cuerpo vital. Cuando la relación entre la mente inferior y la superior está establecida correcta y permanentemente, entra en actividad la tríada inferior —centro coronario, Ajna y laríngeo— vinculada a la Ciencia de la Impresión.

En lo dicho anteriormente he dado una explicación interesante y breve de la técnica a emplearse para vitalizar los centros del cuerpo humano. Se advierte que lo que ocurre con el discípulo individual también sucede con ese gran discípulo, la Humanidad, la entera familia humana. Esto también, como derivado de esta idea, es aplicable a los tres centros planetarios: Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad. La Ciencia de la Impresión es el nombre dado al proceso por medio del cual se establece la necesaria relación entre estas unidades de vida. La Técnica de Invocación y Evocación es la denominación dada al método por el cual se establece la relación deseada. El Trabajo Creador es el nombre dado a los resultados obtenidos por los dos procesos anteriores. Los tres aspectos de la Técnica de Invocación y Evocación, con los cuales el discípulo común debe ocuparse, son aquellos que se utilizan en la construcción del Antakharana, en el correcto empleo de la mente inferior, en sus dos funciones más elevadas (mantener la mente firme en la luz y crear las formas mentales deseadas) y en el proceso de precipitación por medio del cual la impresión puede, al final, tomar forma tangible. (Ídem, pp. 41-51)

M.A. III § 61

«Espléndida es la labor de las energías sutiles de los centros y esta nunca se detiene. Solo es posible sustituir un proceso por otro. Cuando un elevado Agni Yogui dedica sus energías a la gran construcción cósmica, su trabajo implica una gran transmutación ígnea. En tales casos no se pueden obtener manifestaciones claras en el plano físico, y el Yogui escucha sus propios pensamientos, pues su conciencia recibe impresiones del Mundo Sutil y de su trabajo en él. Tales pensamientos son como recuerdos de la acción creadora de los centros y del espíritu. Se dice, “él tuvo un destello de pensamiento”, pero Nosotros decimos, “su espíritu ha recordado”. Así puede manifestarse el trabajo de un elevado Agni Yogui. En el sendero hacia el Mundo ígneo se debe recordar que la síntesis es como el estuario de un río y cada especialidad como uno de sus canales.»

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