En el día de la alineación heliocéntrica entre el Magister Musicae Mercurio y el asteroide/Musa Calíope en Acuario (ver Ritualidad Solar y Efemérides para el año 2025), presentamos el 2.o Capítulo del texto La Academia de las Musas.:*
Invocar a la Musa, escuchar o recordar la Voz del Espíritu, dominar “la fuerza latente en el sonido, la palabra y la música” (el Lenguaje o cuarta fuerza/shakti de la Naturaleza; la Mātṛkāśakti o Mantrikashakti) es la naturaleza y la dignidad de la Cuarta Jerarquía Humana: nosotros mismos en esencia, los Ángeles solares o Hijos de la Mente, los mensajeros alados entre los mundos del espíritu y de la materia (Mercurio, el Mensajero de los Dioses, es el Regente de la 4.ª Jerarquía y del 4.º Rayo de Armonía). Nosotros, las Mónadas humanas, las Almas espirituales llamadas a crear lo Bueno, lo Bello y lo Verdadero por Amor (Buddhi-Manas).
«La fuerza latente en el sonido, en la palabra y en la música.»; así el filósofo Platón, el Pensador, entendió la Música —el arte de las Musas— como el poder creador del Sonido y sus ritmos, la “Ciencia de los Armónicos” de Pitágoras.18
Para el ocultismo esotérico “El Sonido es el primer Agente creador del Espacio”19 y la Luz iridiscente del Pensamiento revela su Canto y su Danza. Como un Mensajero luminoso, el Pensamiento atraviesa el Espacio trazando Rayos de Fuego conscientes o Direcciones (Fohat), guiado por la Voz del Espíritu de los Compositores cósmicos, solares y planetarios, los Logoi:
«El viento (Prana o espíritu) sopla donde quiere, y odias su voz, pero no puedes decir de dónde viene ni adónde va. Así sucede con todo el que ha nacido del Espíritu.
Con esta forma de pensamiento se transmiten dos ideas, la de un sonido que emana y la de una dirección, siendo esta última el resultado del sonido. Es la evolución y el efecto de la energía o actividad directriz del Espíritu.»[i
En el Libro VII de La República, donde encontramos la famosa imagen de la caverna, Platón describe el ascenso desde la doxa (la opinión) hacia la episteme (el conocimiento) y de la eicasia (la imaginación) hacia la noesis (la intelección) y el posterior descenso hacia el gobierno del Estado como un entrenamiento que se requiere :
– la ciencia del número (aritmética: el número en sí),
– la geometría plana (el número en el espacio),
– la astronomía (el número en el espacio y en el tiempo),
– la ciencia de la armonía (el número en el tiempo): La música como la ciencia de las correlaciones numéricas.
Esta Ciencia de la Armonía está indisolublemente ligada en el quadrivium a las otras tres disciplinas.
Y, en la perspectiva de Platón, todos ellos deben ser cultivados «en abstracto» en el nivel de la mente superior.
Hoy en día estamos acostumbrados a considerar la aritmética, la geometría, la música y la astronomía como campos de estudio distintos; en otros tiempos, sin embargo, esta división distaba mucho de ser evidente y los eruditos consideraban estas disciplinas como diferentes caras de un único y polifacético conocimiento. Una filosofía que se desprende bien de Los versos de Oro de la escuela pitagórica:
«Y sabrás, como deberías saber,
que la Naturaleza es una y la misma en todas las cosas.»
«Según los antiguos, la encrucijada del Quadrivium se encontraba en el número, el denominador común de las cuatro disciplinas. En efecto, el número es el elemento fundador de la aritmética, del mismo modo que la geometría no es otra cosa que la distribución del número en el espacio. La música (o armonía) también puede definirse como “número en el tiempo”, mientras que para los antiguos la astronomía era la disciplina en la que el número se expresaba tanto en el tiempo como en el espacio.»21
Y hoy, la Ciencia del Sonido, la Ciencia de la Armonía, brilla con nueva vida en el cuarto reino, y enseña que el valor (la cualidad del sonido) y el número son aspectos correspondientes del mismo Principio creador.
Así, la Cuarta Fuerza o Cuarta Jerarquía humana, con el Cuarto Reino humano como su actual cuerpo de expresión, es y corresponde al Número Cuatro, al Cuarto Rayo de Armonía a través del conflicto, a Mercurio-Hermes, la Mente iluminada por el Amor —Aquel que es como el Sol, como Apolo, el Ángel solar, el Musagete.
Ambos son músicos, o Magistri Musicæ, al igual que Dioniso:
«Las Musas, hijas del padre universal Zeus y heraldos de su espíritu, también están íntimamente ligadas a los otros grandes hijos de Zeus: Apolo, Hermes, Dioniso, Heracles.
El pacto con Apolo se expresa claramente en el conocido apelativo del dios como “musagete”. (…) Como pertenecientes al círculo apolíneo, las Musas aparecen ya en la Ilíada, tan claramente como lo harían más tarde en la poesía y el arte figurativo. Al final del primer libro cantan en el banquete de los dioses en el Olimpo y Apolo toca en esta ocasión la phorminx, la cítara. En cuanto Apolo aparece en el Olimpo, se dice en el Himno Homérico (189), las Musas inician el canto.
El dios, según el poema de Hesíodo (Teogonía, 202), está representado en el escudo de Heracles junto a las Musas cantoras. De las Musas y Apolo descienden todos los cantores y tañedores de cítara, (…). El hermano de Apolo, Hermes, el guía de las Ninfas [las aguas astrales], también está cerca de las Musas; después de todo, fue él, como cuenta el Himno Homérico, quien inventó la lira y luego se la dio a Apolo.
(…) Resulta especialmente significativo que las Musas también aparecieran en el círculo de Dioniso, hasta el punto de que el dios de la música embriagadora bien podría haberse llamado, como tantas veces Apolo, Musagete. [Pero originalmente el Musagete es el Sol-Apolo: esto se desprende de] el propio nombre de su madre Mnemosyne, que, como diosas de la memoria, aparece junto al dios de la sabiduría. Así, en los dos frontones del templo de Apolo en Delfos están representados, por un lado, Apolo, que aparece con las Musas, y, por otro, Dioniso junto con las Thiadas. Pero desde el momento en que la tragedia, nacida del culto a Dioniso, alcanzó su clímax en el arte de las Musas, el vínculo entre estas y Dioniso se hizo indisoluble.» (WFO)
Siguiendo al Coro de las Musas que cantan y danzan al son de las partituras de los Maestros de la música, la sabiduría y la liberación (los Logoi), se encuentra ese Camino del Medio, de la mente iluminada por el amor, que transforma el conflicto en Armonía, el caos en Belleza, «el esplendor de lo verdadero”»:
Cantemos, cantemos la luz que conduce a los mortales hacia lo alto,
las nueve hijas de Zeus con las hermosas voces;
Salvaron nuestras almas errantes en los abismos de la vida,
las liberaron de la dolorosa agonía de este mundo,
a través de las inmaculadas iniciaciones encerradas
en libros capaces de despertar la mente,
le han enseñado a uno a seguir con ímpetu
el rastro que lleva más allá del olvido profundo,
el camino que lleva en pureza a la propia estrella,
de la que toda alma cayó una vez
a las orillas del devenir, enloquecida por el destino de la materia.
Oh diosas, haced cesar mi agitado deseo, encendedme
de sagrado delirio con las palabras y las intuiciones de los sabios:
que la raza de los hombres impíos me aleje jamás del
splendor y espléndido fruto del camino divino,
lleva mi alma confusa lejos del tumulto
de esa raza errante, levántala a la luz sagrada,
preñada con el poder intuitivo de su colmena,
con la gloria inmortal de una palabra encantadora.
(…)
(Himno a las Musas, Proclo)
Recordar la Sabiduría solar a través de la Voz de las Musas, a través de la “fuerza latente en el sonido, la palabra y la música”, es la forma central y maestra de responder al Sonido y Número de nuestro Cuarto Rayo (el Rayo Alma del Cuarto Reino Humano), para ganar en el Nombre de la Armonía de las Esferas como Ángeles solares (el Signo de Escorpio asociado con la 4.ª Jerarquía Humana.
«(…) Dijo el Pensador [Platón]: “Veneren a las Musas, que te ayudan en el heroísmo, te guían hacia el éxito, te acompañan en la batalla y en el trabajo, y te celebran con guirnaldas de victoria. Transforman tus trabajos en belleza. Vienen a ti en los jardines donde florece el árbol del conocimiento, y no abandonan a quienes las respetan. Aprendan a servirles: son las Guardianas de la Belleza.»
Así se dirigió la conciencia humana a la Verdad.»22
Clío, Talía, Erato, Euterpe, Polimnia, Calíope, Tersicore, Urania y Melpómene; Sarcófago de mármol arte romano 150-160 d.C. (París, Louvre)
«Se sabe que las griegos los reconocieron23 y les dieron nombre. Las Musas van y vienen, cantan y danzan y son ritmos vivos, y todos los pueblos las honran como perfume y bálsamo de la existencia. Algunos experimentos sociales, antiguos y modernos, pretendieron olvidarlas o las quisieron domesticar y encadenar, pero fracasaron y cayeron en la tristeza. (…)
El Arte es, pues, la gran esperanza de la unión concordante de la humanidad, y entre esta y los demás reinos de la naturaleza. Lo que nunca se consigue con las armas, el objetivo inalcanzable de las religiones combatientes, el objetivo inalcanzable de las ideologías de todo tipo, lo conseguirá el Arte, las Musas secretas que habitan los espacios y curan sus inmensidades.» 24
«(…) Recuerda, el arte es el único medio vital de la próxima cultura..
Seguirás el camino de la Bella.
Te insto a pronunciar la palabra Belleza.
Alguien dice: Amor. Alguien dice: Acción. Tú dices: Belleza.
Si quieres que se abran las puertas, pronuncia Mi signo.
Yo digo Belleza en la lucha y en la victoria.
Dije Belleza y el fracaso fue cubierto por lo Bello.
Las montañas florecieron de belleza.
Y debes abrir el camino a esas flores de la Belleza.
Dejad que los niños vengan y se postren ante Aquel que trajo la Belleza del gran Universo.
Sepa que no hay posesiones, ni decisiones, ni orgullo, ni arrepentimientos.
Solo existe una cosa: la Belleza.
Y Yo te lo confío.
Defiéndela, afírmala y explícala.
Este es tu camino.
Con la Belleza me moveré al encuentro de aquellos que vienen a Mí,
y ya estoy en camino.»25
Encontrémonos, pues, con las Musas, el Canto y la Danza del Corazón Solar, y dejémonos impregnar por Su Gracia, por la gloria inmortal de una palabra encantadora.
O tener una Musa de fuego
que se eleve al más brillante
cielo de la imaginación (…)
(Enrique V, Prólogo, Shakespeare)
* Artículo del 25.12.2024: La Academia de las Musas, Prólogo
Artículo del 24.01.2025: La Academia de las Musas, El Recuerdo del Olimpo celeste
18 Para Pitágoras, «el cosmos en su conjunto es una “armonía” perfecta: una conjunción de cualidades y elementos según proporciones numéricas correctas a partir del Uno divino que coincide con Apolo. Pues el dios es la unidad absoluta de la que descienden los “muchos” (pollá). Según esta perspectiva, la textura secreta de la realidad está encerrada en la estructura misma de una octava musical, según los múltiples acordes que se encuentran en ella. Por tanto, no es de extrañar que un uso hábil de la música pueda influir y modificar el estado de los cuerpos y las almas mediante dinámicas vibratorias de consonancia armónica.
Por esta razón, Pitágoras estaba convencido de que, para cuidar de los humanos, para orientarlos hacia una vida buena, era necesario comenzar precisamente por una intervención en la dinámica sensorial y en la facultad de “percibir” la belleza tanto de las formas como de los sonidos. “Pitágoras situó en primer plano la educación basada en el arte de las Musas, recurriendo a ritmos y melodías particulares capaces de curar los temperamentos y las pasiones de los hombres, reconduciendo las facultades del alma a su armonioso equilibrio original, y además de esto proporcionó medios para eliminar y curar dolencias tanto físicas como psíquicas.” (Vida de Pitágoras, 64 Jámblico) (…) Al sonido de la lira y la voz modulada en el canto se añadía la práctica diaria de la danza que, a través del movimiento, modelaba y ordenaba el ritmo del cuerpo y los sentidos. Y también la recitación de versos escogidos de Homero y Hesíodo servía para fortalecer el equilibrio interior. En resumen, con el poder mágico de los ritmos, era capaz de modificar y curar cualquier patología.» (DSM)
19 Ver La Doctrina Secreta, H.P. Blavatsky, (DS).
[i] TFC, p. 1230-1.
21 Revisión del libroQuadrivium, Sironi editore.
22 De: Sovramundano I § 188, Agni Yoga. (SOV)
23 En particular, «Pitágoras, “vástago de las Musas Heliconias”, había aconsejado a los ciudadanos de Crotona que construyeran primero un santuario para las Musas, a fin de que su armonía reinara en la ciudad; él mismo murió, según Dicaiarco, durante la persecución de los pitagóricos, en el santuario de Metaponto dedicado a las Musas, donde estaba refugiado. En la Academia fundada por Platón, los estudiantes del filósofo se reunían en un santuario musaico (Mouseéon), que el propio Platón había fundado.» (WFO)
24 De: E. Savoini, “Le Mete Lontane”, 1990 reescrito en 1995 Meta 6.4, Casa ed. Nuova Era (LML).
25 De: Hojas del Jardín de Morya I, 333, Agni Yoga (FGM1).