Las Bases de la Nueva Religión

Un movimiento religioso, si es auténtico, no debería oponerse a otro, por muy diferentes que fueran sus apariencias, puesto que todos se dirigen a la misma meta. (…) este es el momento oportuno para explorar e investigar los nuevos caminos sagrados que un día recorrerán muchos peregrinos. (…)

A) Debido a la ausencia, que será extensa, del sexto Rayo, la nueva religión no estará polarizada —como muchas otras precedentes— en la naturaleza emocional. (…) Probablemente, ese futuro poseerá las siguientes cualidades: un gran respeto, sincero y profundo, por la libertad, por la vida y la conciencia de cada criatura; habrá menos lágrimas devotas y más alegría sincera.

B) En virtud del gran desarrollo de las comunicaciones que se logrará, la nueva religión será global, o planetaria: será la base misma de la reconocida Comunidad de Naciones. En lugar de dividir a las personas y contrastar sus procesos evolutivos, será el máximo agente de la verdadera unión panhumana (…).

C) Con base en el requisito natural de tal globalidad (espontánea, no obtenida por conquista), el rito, la liturgia y el culto serán abiertamente solares. Las personas seguirán inteligentemente los movimientos del Sol, que será visto como el mejor y más vivo símbolo del Ente espiritual central. Todos los pueblos lo reconocen como el signo más perfecto de Fuente de Luz divina; toda la naturaleza lo proclama. La pulsación de su energía también lo revela como el Oficiante supremo para el Sistema, que dirige desde su centro. (…)

D) El Sistema Solar es una comunidad de muchos planetas, y una religión global no puede dejar de tener en cuenta este hecho. Las raíces de su pensamiento y el campo de su investigación serán astrológicas, pero no supersticiosas. Esta característica abrirá caminos hasta hoy imprevistos, porque preludia la sociedad de las gentes solares (…). Por puras razones de simetría, otros grupos de personas deben vivir en el espacio gestionado por el Sol; y por las mismas razones, es inevitable que se encuentren.

E) Las formas que adoptarán las prácticas y los rituales religiosos, aunque tendrán raíces comunes, serán variadas y cambiantes y se aplicarán libremente según los lugares y pueblos; pero la ritualidad será única, si bien vivida de manera opuesta y simétrica en los dos hemisferios (norte y sur), de acuerdo con el paso alternado de las estaciones.

F) El rasgo dominante de la futura religión (y este será su gloria) será el culto al Espacio, reconocido como Amor Divino, y a la Luz, comprendida como Inteligencia divina; y esto no solo en un sentido simbólico, sino a partir de sus manifestaciones físicas. Esta será la verdadera revolución en el enfoque religioso. (…)

G) Los Siete Rayos y sus correlaciones siempre serán mejor estudiados, comprendidos y aplicados.

Es un campo de investigación totalmente nuevo, en el que convergen todas las búsquedas de la Verdad, y donde se logra la unidad de las energías y las leyes. La política, la enseñanza, la programación, el arte, la ciencia, la vida social y los sistemas legales se entrecruzan y se apoyan mutuamente en este crisol. Las siete cualidades de lo divino son agentes de unión colaboradora, y en ese sentido son religiosas, pero no solamente eso. (…)

(Extraído de la Meta 6.2, pág. 73, de Afirmar el Plan Planetario, y del libro LE METE LONTANE de Enzio Savoini [solo en italiano]; Ed. Casa Editrice NUOVA ERA año 2017)

Nota: Este artículo ha sido traducido del original en italiano; consultar aquí.

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