Hoy celebramos el segundo de los 12 Festivales de la nueva Religión Mundial, el Plenilunio de Acuario (a las 17:57 hora CET); es el festival orientado a afirmar la Voluntad de servir para lograr la Hermandad, y a fijar a través de la conciencia de la Humanidad-Discípulo el Misterio de la Jerarquía, del Orden de los Creadores divinos.1
En esta Fecha resuena poderosamente en el Espacio el contenedor de la Vida, la nota del Servicio al Bien, a lo Bello, a la Verdad2, o sea, al Infinito, a la Hermandad universal de todos los mundos. Acuario es el portador de las Dos Ondas de Vida y Amor del Espíritu al servicio de la Sustancia; y el Cristo —el Jefe de la Jerarquía y de Shamballa, el Salvador y el Maestro del Mundo, el Iniciador en los Misterios— es su Representación Divina, Quien muestra la luz y vierte el agua: el Camino hacia esa simple verdad [el servicio] que transforma la vida en un milagro3, en un destino cósmico.
Nada puede detener el descenso del Agua de Vida; y su ascenso al Cielo es el Servicio al Bien común, el Templo de la Religión mundial, a saber: la Comunión o retorno al Uno, al Padre, a la vida más abundante.
«(…) esa “vida más abundante” que Él trata de canalizar hacia nosotros es una corriente que fluye libremente, barriendo obstáculos y barreras; y establece una libre circulación de la verdad y la vida, de la que el amor [el principio crístico Buddhi-Amor/Sabiduría] es una cualidad esencial común. (La Reaparición de Cristo, pp. 99-100, Ed. Sirio; vers. ingl. p. 112)4
Acuario es «el agua de la vida derramada a los sedientos»: es la voluntad de servir al Uno que vierte, incesantemente en las conciencias sedientas, el Agua de Vida, la luz ígnea de la mente, el quinto Rayo que manifiesta el Uno en lo Múltiple, las Ideas en las Formas, a través del Fuego constructor de la Mente, ya sea cósmica, solar, planetaria o humana.
Su Agua de vida es, pues, la Sustancia espacial fecundada, o «electrizada», por la Vida (Espíritu), por medio del destello del Pensamiento.
Es una síntesis del Amor y la Mente universales, la fuerza que produce la universalidad (la iniciación y la universalidad son las notas dominantes de la Nueva Religión mundial), es decir, la comprensión, la identificación y la unión con el Todo, con el Ser.
Acuario rige el Segundo Centro —el Corazón planetario, la Jerarquía, el Orden de Entes creadores—, que mueve la evolución de la conciencia y dota de sus propias características a la manifestación; y asimismo custodia su sagrada Esencia: un ejemplo resplandeciente de la Voluntad de servir, del Segundo Rayo de Amor-Sabiduría.
La fórmula «Yo soy Tú y Tú eres yo, partes del Ser divino» expresa con grandeza y sencillez lo que llamamos Servicio, a saber: la actividad de la mente que ha sido iniciada en los propósitos de la Mente universal, en el Servicio del Alma cooperante; y cada vez más identificada con el Diseño interior divino, el Plan de Amor y Luz.
Quien nos enseña el uso de la voluntad es precisamente el benéfico Júpiter, el regente del Signo (para los discípulos y los iniciados) que impulsa al Hombre a convertirse en un gran Servidor del mundo, que contribuye a servir el Todo. Su tránsito actual por Piscis junto con Neptuno, el Dios de las Aguas que «vela al Cristo como iniciador de la humanidad», revela a los Corazones el Cristo solar, la Verdad de las correlaciones correctas del Sistema Solar, la Unidad en el Padre, en espíritu: «Júpiter confiere esa tendencia innata a la fusión que nada puede detener. La síntesis final es inevitable, y es una obra de Júpiter.»
En Acuario, la Luna —el regente jerárquico (más allá de la 3.a iniciación), que en este caso vela simbólicamente a Urano (regente exotérico para la humanidad ordinaria)— se expresa con gran fuerza; por lo tanto, su plenilunio es particularmente poderoso: La Luna —o, en realidad, Soma, el principio fecundante de la Sustancia, «la bebida divina de los dioses», el velo del tercer aspecto divino— da forma al Agua de la vida crística, y Urano le proporciona las mejores condiciones para su realización.5
La creación prevé la realización de la Humanidad-Una, de la Humanidad jerárquica, la síntesis cada vez más elevada entre los tres Centros planetarios (Shamballa-Jerarquía-Humanidad) para que su energía fusionada, la fuerza salvífica, precipite a su debido6 tiempo la Comunión, la Fraternidad, la Idea primaria de la Nueva Era, la Nueva Cultura, la Nueva Religión Mundial:
«La Hermandad —lo que es en esencia— es un misterio mayor (…). Ustedes entienden la hermandad en términos de un Padre y sus hijos. Esta comprensión es en sí tan limitada e inexacta que solo sirve para distorsionar la verdad; y sin embargo, todo lo que pueden comprender en este momento está contenido en este concepto. La definición más aproximada de esta verdadera correlación podría ser la siguiente: la Hermandad es una expresión de la correlación entre el Logos planetario (en el plano mental cósmico) y Su Personalidad, que se expresa en el plano físico cósmico [consultar el documento La Manifestación], a través del planeta con todas sus formas de vida; esta correlación está focalizada a través de Sanat Kumara, que es la Mente individualizada de esa gran Vida (…). Esta es la idea fundamental que rige la Cámara del Consejo de Shamballa y es el impulso motivador de la expresión planetaria de la vida. Esto es lo que caracteriza el ideal que persigue la Jerarquía y que ejecuta el Plan; este es el proyecto espiritual cuyo resultado son las crecientes “formas de relación” que hoy parecen tomar una forma definida en la concreción del Plan divino: las Correctas Relaciones Humanas.» (Los Rayos y las Iniciaciones, A. A. Bailey, pp. 344-5, Ed. Sirio; vers. ingl., pp. 276-7)
«La Hermandad es un grado muy elevado de relaciones humanas mutuas: en ese estado, la Jerarquía se realiza espontáneamente (…).» (Hermandad, §51, Agni Yoga)
El proyecto de Acuario prevé una asunción de responsabilidad: llama al Discípulo-Humanidad a la regencia de su propio campo de Servicio, en una proporción áurea con las otras Jerarquías espirituales para realizar un nuevo Acto de amor por voluntad libre y responsable, en una Hermandad con el «sistema corazón» del universo.
«(…) la humanidad invocará el poder espiritual del reino de Dios, la Jerarquía; esta responderá y los planes de Dios se realizarán entonces en la Tierra. En una voluta superior de la espiral, la Jerarquía, invocará el “Centro donde es conocida la Voluntad de Dios”, invocando así el Propósito de Dios. De este modo, la Voluntad de Dios será coronada por el amor y se manifestará con inteligencia. La humanidad está preparada para ello y la Tierra está esperando.». (La Reaparición de Cristo, A. A. Bailey, pp. 134-8; vers. ingl., pp. 155-9).
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Por lo tanto, hoy, en el plenilunio, unidos idealmente con todos los que en todo momento y lugar trabajan por el Bien común, invocamos y evocamos, como único Servidor planetario, la:
Voluntad de servir para lograr la Hermandad.
«La Hermandad (…) es un Faro, una Atalaya —así hay que entenderlo (…). Como un faro en un alto promontorio, utiliza sus conocimientos para la salvación del hombre.» (Hermandad, § 461, Agni Yoga)
«Cuando el espíritu reconoce que servir al Cosmos es aplicar principios superiores a la vida, mueve las leyes más poderosas. (…) cuando el pensamiento de un espíritu excelso despierta la conciencia a la inteligencia superior del Servicio, puede decirse que el mismo fervor del Cosmos se comunica al hombre. Por consiguiente, es de suprema importancia que la idea de Servicio descienda a la mente humana. Quien lleva el pensamiento evolutivo superior, realiza Nuestra Voluntad. De este modo, se realiza una cooperación cósmica de alto nivel. Juntos servimos al Universo.» (Infinito II, § 381, Agni Yoga)
«(…) Si la humanidad se esforzara por alcanzar la concordancia, todas las mejores posibilidades serían suyas. Si uno apunta la voluntad al Infinito, puede lograr la concordancia en cualquier nivel. Porque es el principio unificador que ratifica las sagradas relaciones mutuas entre un espíritu y otro, entre el espíritu y el planeta, entre el espíritu y el Cosmos, y entre el Cosmos y la potestad del Infinito.» (Infinito I, § 94, Agni Yoga)
La Voluntad de servir para lograr la Hermandad de Acuario, a través del regente esotérico Júpiter, se expande en la conciencia del Discípulo-Humanidad:
El Misterio de la Jerarquía
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El Orden de los Creadores divinos
«Recuerden siempre que la Jerarquía es simplemente el mundo de las almas, que es consciente del Plan, es sensible al propósito e impresiona creativa y constantemente a la humanidad para expandir la conciencia humana. Tu alma, en su naturaleza pura, es parte de esto.» (El Discipulado en la Nueva Era II, A. A. Bailey, p. 128, Ed. Sirio; vers. ingl., p 137)
«¡La Iluminación del espíritu! ¿Cómo conseguirla? ¿Cómo llegar a la primera fuente de la Verdad, si no es adhiriéndose a la Jerarquía? Solo el origen mismo de la Luz puede iluminar el espíritu. ¿Y dónde uno puede encontrar el rayo guía, si no es en la Jerarquía? El hombre no obtiene su propio poder de sí mismo, sino de la gran Jerarquía, cuyo trabajo creador ha estado dirigiendo a la humanidad durante siglos. Solo ese Poder superior puede guiarla. La iluminación del espíritu es ciertamente el camino de la adhesión a la Jerarquía suprema. Por lo tanto, quien busca la Verdad captará el valor del Ser solamente ascendiendo hacia la Jerarquía. (…) La ley de la Jerarquía es el principio rector.» (Jerarquía, § 420, Agni Yoga)
«Los puentes del espíritu —tendidos sobre todas las dificultades, sobre todos los abismos, construidos en el camino del ferviente compromiso— manifestarán las energías constructivas del Cosmos. En verdad, el espíritu es capaz de unificar los distintos centros. La humanidad tiende a construir de forma visible, y no se inspira en compromisos superiores de construcción cósmica. Pero cada puente del espíritu afirma una actividad edificante y consciente que señala la conexión universal entre todas las estructuras. En la Época del Fuego es, pues, sumamente necesario dedicarse a la actividad sutil y consciente del espíritu. Solo sus puentes cruzarán el abismo que se ha abierto en el camino del hombre. Son puentes de Belleza. Con tales ideas de victoria espiritual ascenderán a la gran Cumbre que unifica los Mundos.» (Jerarquía, § 203, Agni Yoga)
«(…) Para todo aquel que recorre el sendero existe un solo Poder inmutable: la Jerarquía. Sobre este Principio sagrado se puede construir; desde esta Cumbre sagrada se puede contemplar el mundo; sobre esta Fortaleza el espíritu despliega sus alas; sobre esta Cumbre puede erigirse una poderosa evolución; (…). En el ilimitado poder creador solo hay un faro de luz: la Jerarquía. Quien persevera en el Servicio expande la conciencia y observa la ley de la Jerarquía del Fuego.» (Jerarquía, § 217, Agni Yoga)
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Como Ángeles solares, elevamos el Agua de Vida, desplegando las alas del Cisne en vuelo hacia la eternidad, simbolizando la Vida misma, las aguas clarificadoras y purificadoras de la Vida del Acuario.
«(…) cuando el espíritu logra finalmente el servicio (…), crecen nuevas alas y el aire que las rodea canta por la noche. El camino de luz aparece ante la mirada atónita. Y la decisión de la mente erige los escalones del Templo de la Verdad Una. (…)» (Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 355)
1 Este año 6.1, el primero de un período de siete años consagrado a la Idea de una Nueva Religión Mundial, pretendemos celebrar las fechas de los Plenilunios, las “puertas” sagradas de alineación y sincronización entre los tres símbolos celestes de la manifestación humana (Sol/Alma, Tierra/Personalidad, Luna/Cuerpos) y la manifestación planetaria (Jerarquía planetaria, Humanidad, Reinos inferiores), asociándolos con 12 Misterios e Ideas/Formas, correspondientes a las energías causales de cada Signo del Zodíaco, en virtud de que, para la perspectiva esotérica, el Corazón del Cielo es el Gran Maestro de Maestros.
«La sucesión de los Misterios encarnados en cada signo del Zodíaco será esclarecida por el Cristo, porque la conciencia de la humanidad actual exige algo más exacto y más real espiritualmente que la astrología moderna, o el pseudoocultismo tan difundido hoy.» (La Reaparición de Cristo, A. A. Bailey, p. 111, Ed. Sirio; vers. ingl., 127)
2 «Lo bueno, lo verdadero y lo bello están en camino; y de ellos es responsable la humanidad, y no una intervención divina desde el exterior.». (La Exteriorización de la Jerarquía, p. 534, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 630)
La Belleza, la Bondad y la Verdad son poderosas Entidades reales, que también se manifiestan en el plano humano como cualidades esenciales, pero que, de por sí, son Ideas y Vidas trascendentes que ejercen una atracción magnética en el Cosmos. «(…) El símbolo o la primera expresión de esto (porque todo en los tres mundos no es más que el símbolo de una realidad interior) es el impulso de mejora, la característica más evidente del animal humano.» (Los Rayos y las Iniciaciones, A. A. Bailey, p. 85, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 59)
3 Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 356, Agni Yoga.
4 «(…) en el corazón del más pequeño átomo hay buddhi o lo que en este sistema llamamos fuego eléctrico. Pues la vida central positiva de toda forma no es más que una expresión del buddhi cósmico, y la efusión de un amor que tiene su fuente en el Corazón del Logos Solar; y este, a su vez, es un principio que emana de Aquel que está por encima de nuestro Logos, Aquel de quien nada puede decirse. El amor está limitado por el deseo y por lo que se desea. Es el amor lo que se vierte en las formas, que así se estimulan y ayudan. (…)» (Tratado sobre Fuego Cósmico, A. A. Bailey, vers. ingl., p. 1226)
5 En el sistema solar actual, en lo que respecta a la evolución humana, la relación Acuario-Luna expresa el trabajo de la correspondiente séptima Jerarquía creadora entre las Siete que están manifestadas, o la Duodécima entre las 12 Jerarquías creadoras o “unidades de vida” que forman el Cuerpo de Expresión de nuestro Logos solar. Esta Jerarquía de Seres son las Vidas elementales, las “Canastas de alimento”, “las vidas ciegas”, la sustancia etérica o vital de todas las cosas.
«En un sentido esotérico, la creación se realiza excitando las “vidas muertas” (aquellas sustancias que se llaman inorgánicas) a la acción fructífera para la vida positiva de Cristo [del principio crístico], que es el agente estimulante. Así pues, la Luna es el símbolo de su respuesta al impulso espiritual externo. La idea central del ocultismo, de que hasta la más pequeña partícula de sustancia tiene un germen que reacciona a la energía espiritual, está contenida en la enseñanza de la influencia de Júpiter, el agente del segundo rayo, del espíritu crístico.» (Astrología Esotérica, A. A. Bailey, vers. ingl, p.277).
6 La precipitación en la Tierra de la Idea de Hermandad está prevista para el 3.er decanato de Acuario, entre 1400 a 2000 años.