1.5 – 5.1 Pensamiento y Espíritu

Extraído del Lambdoma de La Génesis de las Ideas:

1.5  Pensamiento: El Pensamiento es el poder hacedor de la Vida.

5.1  Espíritu: El Espíritu es la omnipotencia de la Vida.

Esta polaridad de ideas expresa y realiza la correlación primaria entre:

1.1  Vida: La Vida ES.

y

5.5  Manifestación: La Manifestación es el surgimiento del Diseño divino.

 La Vida, en su acción de instar y expandirse, utiliza el poder del Quinto Rayo para crear sus formas de expresión y dar lugar a la Manifestación. La mente humana no es capaz de conocer su Propósito y Diseño; sin embargo, la belleza y el orden y la energía inagotable de Su expresión le otorgan al Corazón la oportunidad de percibir su esencia. Por medio del conocimiento directo (otro nombre para decir Intuición), es decir, mediante la Mente superior, de la que Venus es el instrumento, revela el Diseño a través de sus Formas.

También el hombre, el hijo y parte de Dios, es creador y constructor de obras, que son tanto más perfectas y armoniosas cuanto más correspondan al Modelo divino. Todos pueden utilizar esta facultad; pero, a fin de poder utilizarla para el Bien y lo Bello, se requiere un Corazón abierto y una Mente luminosa; crecer y evolucionar en esta arte es ciertamente parte del Diseño divino, el que fue concebido para la humanidad, el puente entre los reinos, a la que se le encomendó la tarea de «unir lo alto y lo bajo».

Todo ser humano está dotado de esta facultad. Inevitablemente, los prototipos de las creaciones humanas serán imperfectos o incluso malos durante mucho tiempo; pero la Potencia del Espíritu no puede ser desviada y distorsionada para siempre; de hecho, cada intento «fallido» es una fuente inevitable de perfeccionamiento.

En este tiempo de Tauro/Escorpio, en el tiempo que Venus y Plutón se alinean heliocéntricamente (focalizando las dos fórmulas aquí destacadas), la humanidad se ve inundada por la Luz impetuosa y por la Fuerza constructora de Belleza, propia Tauro, así como por la incesante batalla de Escorpio por el perfeccionamiento y la purificación. Es el eje de la Humanidad, del Cuarto Rayo, que la distingue; y es también el eje de la expresión exotérica de Venus (Tauro) y Plutón (Escorpio). ¡Qué perfecta correspondencia, qué admirable apoyo a la obra aplicativa y formal del Espíritu y del Pensamiento!

Y aquí se revela el poder del Pensamiento (1.5), el instrumento dado a los creadores, a través del cual la Vida manifiesta su ser y transmite y articula en múltiples formas la omnipotencia eterna e inmutable del Espíritu (5.1).

Reflexionemos sobre las palabras clave de la correlación 1.5 – 5.1.

Pensamiento

Del provenzal pensier, pensamiento; derivado del latín pensare, pesar y, en sentido figurado, ponderar. Pensare es un intensivo de pendēre, estar suspendido, que según algunos lingüistas procede de la raíz indoeuropea *PAND-/*SPAND- que expresa la idea de movimiento en suspensión.

El término expresa el concepto de movimiento cuyo impulso viene de lo alto.

Espíritu

Del latín spiritus, aliento, soplo de aire, respiro aliento/principio vital; derivado del verbo latino spirare, soplar. De la idea de aliento, que es ligero e invisible; pasó a expresar cualquier sustancia incorpórea. De la raíz indoeuropea *SPA-/*SPU-, que expresa la idea de soplar. El griego psycho, soplar, respirar; psyché, soplo, aliento y, puesto que este es el signo y la condición de la vida, aliento vital, vida, alma, espíritu (y también “mariposa”). En francés esprit.; en inglés spirit.

El término psique nació en la poesía griega antigua y Homero lo ve como un soplo de vida. En Platón, el término asume plenamente el significado de un alma que sobrevive después de la muerte. En ruso, el espíritu se traduce en el término “duch”, de la raíz indoeuropea *DHU-, que da la idea de “empujar con fuerza el fuego”. Del sánscrito dhuma procede el latín fumus, humo, y el griego thymos, espíritu, alma. (F. Rendich, DEC, pp. LVII-LVIII)

Por lo tanto, el pensar es un acto creador; es «hijo del Espíritu» y puede colaborar en el Plan divino en la Tierra si respira y exhala esencia de Fuego.

«Al gran significado del Espíritu, el pensamiento, que es su hijo, es de gran importancia.» (Hojas del Jardín de Morya II, § 335)

«Solo el pensamiento que esté saturado de puro Fuego produce una espiral tensa. El pensamiento es la simiente del espíritu y de la acción.»  (Infinito I, § 40)

«El Fuego, como símbolo, está presente en todas las Enseñanzas; y en el Universo se afirma como expresión de la vida. Su sustancia es tan radiante que es imposible definirla o describirla. El Aliento cósmico es el Fuego del Espacio. Todos los fenómenos del Universo están impregnados de Fuego; y el pensamiento humano es Fuego. El pensamiento da forma, dirige, vivifica, crea, atrae como un poderoso imán. Cuando el espíritu enciende sus fuegos, el pensamiento crea, aumentando así la Materia Luciente. El pensamiento cósmico se entiende en comunión ardiente. El Fuego espacial contiene las energías en tensión. El Fuego cósmico está infinitamente saturado y es, a cada instante, productivo; ¡Una poderosa lucha junto con el Imán!» (Infinito I, § 372, Agni Yoga)

Corresponde al hombre —al que se le ha dado la palabra, la expresión directa del pensamiento— aprender el arte de pensar y de hablar en correlación armónica.

«Aprendan el poder del espíritu, que es inagotable. La palabra es una parte infinitesimal de él. Así como el torbellino no es más que la señal visible del viento, y la nieve el presagio del frío, y el rayo el ojo de la tormenta, así también la palabra es un grano de polvo soplado por el ímpetu del pensamiento creador.  La fuente del pensamiento brilla en el ojo de quien ve, la cuerda de la tensión resuena en el oído sensible.» (Hojas del Jardín de Morya I, § 269)

¿Cómo utilizar este poder? La enseñanza de esta Era que avanza insiste en la unión de las energías individuales en acuerdos de grupo, y deja claro cómo la unión en conjuntos armoniosos y unidireccionales purifica y potencia, simultáneamente, el pensamiento de manera exponencial.

«Si ustedes están perplejos, reúnanse en silencio y juntos piensen en un solo pensamiento. Pronto comprenderán hasta qué punto es válido ese consejo silencioso.

Nosotros precipitamos la fuerza del espíritu en un solo canal. Se produce una descarga inusual, intensificada por el magnetismo y armonizada por el ritmo. La ley consiste en que dos pensamientos concordantes aumentan en potencia siete veces. No es magia; es una consideración práctica.» (Hojas del Jardín de Morya II,  § 155).

Todos los Maestros han transmitido mucho sobre el Pensamiento, la emanación del Espíritu y el agente creador; y es fácil recurrir a estas fuentes. Aquí, hoy, bajo los rayos energéticos de la Primera y Quinta cualidades que Plutón y Venus distribuyen conjuntamente, podemos levantar la mirada al Cielo y acoger su alimento, según el método del Silencio.

«El silencio puede estar atiborrado de voces y la oscuridad puede cubrirse con luz. Por lo tanto, quien considera el Espacio como vacío no puede conocer la poderosa vida que se expresa en el silencio como la suprema Palabra cósmica, ni lo invisible como el Ojo universal. La ley del Cosmos es inviolable; y hasta el hombre ha reconocido la Voz del Silencio. Donde las palabras son insuficientes, la voz del corazón afirma el silencio. En el silencio, el Cosmos expresa el lenguaje del corazón, y uno puede escuchar su Voz. La sensibilidad y la vigilancia permiten poder escuchar la Voz del Silencio. La belleza del Cosmos aparece en el silencio. La belleza del silencio se revela en todas las mejores manifestaciones de la vida. ¡Aprende a escuchar el silencio! Es la infinidad del Cosmos la que lo crea.» (Infinito I, § 80)

«La transmisión del pensamiento también tiene lugar en el Silencio. A menudo, Nosotros recurrimos a ello. Antes de formular y moldear el pensamiento, enviamos un rayo de Silencio.» (Infinito I, § 81)

«Observemos las estrellas: Se dice que de la llamada Tushita se vertió el vaso de la Sabiduría, y que gotas de ese líquido milagroso gotearon brillantemente en el Espacio. Pero el Maestro dijo: “Las que brillan así son las flechas del pensamiento, que traspasan la sustancia radiante y crean los mundos.” ¡Oh Pensamiento creador, adorna incansablemente el Espacio con tus flores de Luz!» (Agni Yoga, § 122, Agni Yoga)

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Este artículo acata la alineación entre Plutón y Venus, sagrada para el 1.er y el 5.o Rayos, que ocurre durante el tiempo de Tauro.


 

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