4.6-6.4 Símbolo y Valor

Extraído del Lambdoma de La Génesis de las Ideas:

4.6  SÍMBOLO: El Símbolo es el signo sintético.

6.4  VALOR: El Valor es la esencia central.

Esta polaridad de ideas expresa y realiza la correlación primaria entre:

4.4  MODELO:  El Modelo es el reflejo de la Vida.

y

6.6  SÍNTESIS: La Síntesis es el triunfo del Uno.

*

Acabamos de pasar el solsticio de verano, más allá del punto medio de este primer año del Sexto Septenio en el que —en concomitancia con la energía de Sexto Rayo del Idealismo abstracto— participamos en el canto del «coro de las Ideas», impregnándonos de ellas, con el fin de aprovechar las facultades de la mente superior. Nosotros mismos somos formas que encubren Ideas divinas; y es hermoso tratar de elevar el contenido de nuestro Lenguaje —el Mantrika shakty es la energía que caracteriza al Hombre o la 4.a Jerarquía creadora— a la naturaleza espiritual que brilla y hace eco en nosotros, con la ayuda de la Enseñanza, con el objetivo de evocar los ideales de una nueva Cultura basada en las correlaciones justas y armoniosas.

«Al afirmar que el mundo se rige por las ideas, se proclamó el poder del pensamiento. Por lo tanto, dejemos que el pensamiento inteligente nos guíe para acoger el nuevo ritmo y reconocer el nuevo Mundo, que es inminente.» (Supramundo II, § 255, Agni Yoga)

El Símbolo, el signo de la Síntesis, custodia el Valor, la expresión del Modelo.

A continuación mencionamos algunos extractos de las Enseñanzas para corroborar nuestra comprensión:

«Muchas ideas que no pueden ser expresadas con palabras pueden describirse por medio de símbolos. Por lo tanto, cada símbolo tiene algo de indecible. Puede sentirse la sensación de secreto, pero las palabras serían inadecuadas. Los símbolos deben usarse con mucho cuidado; como signos sagrados conservan la esencia del gran Universo. Al ser humano no le gustan los símbolos, porque considera como limitaciones de su libre albedrío; sin embargo, si se lo deja solo, se siente desafortunado y desamparado. Los símbolos son como una bandera, bajo cuyo amparo los guerreros se reúnen para recibir órdenes. La pérdida de la Bandera siempre ha sido considerada un signo de derrota para un ejército. De igual modo, el hacer caso omiso de los símbolos nos puede privar de un concepto que no se puede expresar con palabras. Además, cada símbolo recuerda toda la Enseñanza. Su secreto es como una tensión de energía.» (AUM, § 437, Agni Yoga)

«Las formas poseen una naturaleza divina y espiritual y son símbolos, es decir, escritura, del lenguaje universal que expresa el Uno.» (Dispense del 3° Settennio. Incipit Vita Nova, Enzio Savoini; texto inédito, enero del 2003)

«¿Qué existe en el mundo objetivo que no sea un símbolo inadecuado de una idea divina? ¿Qué tenemos en la manifestación objetiva sino un signo visible (en una fase evolutiva del Propósito) del Plan divino de creación? ¿Qué son ustedes sino la expresión de una idea divina? Tenemos que aprender a ver los símbolos que nos rodean y a penetrar en ellos, en la idea que deben expresar.» (Espejismo: un Problema Mundial, p. 19, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 13)

«Ser capaz de determinar una acción por el impulso de un simple signo es una buena suerte. Las mayores reconstrucciones pasan desapercibidas: solo los resultados muestran lo que se ha logrado. Por lo tanto, en todo acontecimiento se ven las acciones producidas por los signos. El símbolo no es más que una alusión a un signo. El éxito de pueblos enteros depende de un símbolo. Considero que es posible marchar bajo el Signo supremo durante las travesías más peligrosas.» (AUM, § 126, Agni Yoga)

«(…) la lectura de los símbolos pone en correlación con el alma.  Un símbolo es una forma que vela u oculta un pensamiento, una idea o una verdad; por consiguiente, se puede afirmarse como axioma general que toda forma, sea cual sea, es un símbolo, o el velo objetivo de un pensamiento. Por lo tanto, también es cierto que la forma humana es el símbolo (está “hecha a imagen y semejanza”) de Dios; es una forma que oculta un pensamiento, una idea o una verdad divina; es la manifestación tangible de un concepto.» (La Luz del Alma, Alice A. Bailey, p. 140, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 211)

«(…) Cada forma es el resultado de un pensamiento y un sonido. Cada forma oculta o esconde una idea. Por eso, cada forma es solo el símbolo de una idea, o el intento de representarla; y esto es cierto, sin excepción alguna, para todas las formas, en todos los planos del Sistema Solar, creadas por Dios, el hombre o los devas.» (La Luz del Alma, Alice A. Bailey, p. 88, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., pp. 124-5)

«Un palimpsesto triple proporciona un ejemplo de la estratificación de los signos de los tres Mundos. Imaginemos un pergamino en el que, primero, fu escrito un tratado de Cosmogonía y que luego sirvió para un soneto de amor y, al final, se escribió sobre él cuentas que tenían que ver con telas y pieles. A través de los obvios números de compra-venta será difícil reconocer las efusiones del corazón del soneto y será casi imposible descifrar el tratado de Cosmogonía que es lo más importante. ¿Acaso no ocurre lo mismo con respecto a los jeroglíficos de los tres Mundos? Así como un erudito puede leer el más complicado palimpsesto, la conciencia iluminada puede comprender el verdadero significado de las inscripciones del Mundo supremo. (AUM, § 100, Agni Yoga)

«Sepan que todo lo que tiene un verdadero valor espiritual es duradero, atemporal, inmortal y eterno. Solo muere lo que no tiene valor; y en lo que respecta a la humanidad, mueren los elementos que son relevantes para la forma o que derivan de ella. Pero los valores que se basan en el principio y no en la apariencia tienen en sí ese principio inmortal que guía al hombre “desde la puerta del nacimiento, a través de las puertas de la percepción, hasta la puerta del propósito”, como dice el Antiguo Comentario.» (La Curación Esotérica, Alice A. Bailey, p. 730, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 684)

«En el sonido coexisten el valor y el número. Como número, el sonido puede ser medido (vibraciones, longitudes); como valor es percibido por el alma. (…) No cabe duda de que el aspecto numérico del sonido es un hecho material; la percepción del sonido, o sea, el juicio de un valor sonoro, es, en cambio, psíquico, y debe atribuirse al ámbito espiritual. (…) Por consiguiente, en el sonido hay una síntesis “a priori” de objeto y valor, materia y espíritu, exterior e interior, mundo y yo. Y este es también el problema fundamental de las filosofías de todos los tiempos.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

«Es un hecho que el número surge en la percepción acústica, y la transforma; de modo que ya no es solo una sensación, ni un mero juicio estético, sino un valor. Sobre esta base podemos hablar del sonido como un valor.

En estos párrafos, el término Valor se utiliza de forma bien definida. Al contrario que en la religión, la filosofía y la estética, donde se utiliza en un sentido vago, en el concepto armónico de valor convergen las ideas de “acuerdo”, “rectitud”, “certeza”; y hay una peculiaridad psíquica inherente a él.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

«Cuando leemos (y con ello nos referimos al movimiento desde el número hasta el valor) la figura o signo, a través de los sentidos, penetra en nosotros de alguna manera, donde deposita o transfiere las energías que contiene sin agotarse —sin agotarse por ello. La cualidad de estas energías varía, desde las del caos hasta las hijas del Orden.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

«(…) todo lo que es sonido, es comparable a lo bueno y lo bello, es susceptible de expresión numérica y también está dispuesto en un orden jerárquico. La primera consecuencia de esto es que donde no hay jerarquía (de valor, no de cantidad), no hay bondad ni belleza.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

«(…) a partir de un estímulo de Fuego se producen dos entidades, que lo describen completamente con su relación recíproca (intervalo); entonces, de ello se precipita, en el tiempo y en el espacio, la forma externa que perciben los sentidos. Y esta es la única dirección en la que procede cualquier creación, mientras que en la dirección opuesta está el movimiento que lleva de la forma al sentido y, por tanto, al Valor, por medio de los sentidos y de la comprensión inteligente.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

Así como el Símbolo vela la Unidad,

encerrando el Valor, el código del Modelo,

así la Síntesis revela la Vida Una.


Nota: Este artículo se publica en correspondencia con la alineación celeste Mercurio en conjunción con Neptuno, sagrado para el 4.o y 6.o Rayos.


 

Etiquetado , , , .Enlace para bookmark : Enlace permanente.

Deja un comentario