Destrucción, muerte, regeneración, renacimiento.
Estos pasajes desafiantes nos dan la medida del poder de la obra de Plutón, el Señor regio de 1.er Rayo que hoy, para la visión heliocéntrica (1), cruza con paso majestuoso los límites energéticos entre Capricornio, donde reside desde el 2008, y Acuario, donde permanecerá hasta el 2043.
En Capricornio, sus acciones inflexibles se han manifestado en la desintegración evidente —que incluso es clara para el ojo distraído— de las estructuras que hasta ahora han sido capaces de sostener nuestras cultura y civilización; una desintegración que ha estado acompañada por una desintegración paralela —y mucho más desestabilizadora— de muchas certezas interiores y hábitos mentales establecidos, pero que, para las conciencias preparadas, no es más que la transición de una convulsión desestabilizadora a un nuevo, aunque problemático, nacimiento a la Luz.
«Algunos se horrorizan ante la destrucción, otros se alegran. Pero para ti, cada muro que se derrumba es solo un camino hacia la luz.» (2)
«La gente corre como loca, ignorante del futuro. Las multitudes subyugadas se lanzan a la destrucción; corren a arrojarse al abismo. Mira cómo luchan los locos. Se ha abierto de par en par un abismo de nuevas transgresiones. Ni siquiera las manifestaciones obvias alarman los cerebros de los débiles mentales. Para el necio estos tiempos son normales, pero graves para el que ve la Luz.» (3)
La sustancia que Capricornio la dota de su propia naturaleza es una sustancia regida por el elemento Tierra, cuya consigna es el contacto, impulsada por el poder del 1.er, 3.er y 7.o Rayos que vigora el Signo; las vibraciones de Capricornio plasman la sustancia y la luz excelsa que la recorre trabaja sin cesar para magnificarla y elevarla, liberándola de las mallas opacas de la cristalización.
El Aire es el elemento que connota el Signo de Acuario, con todos sus valores de expansión, inmaterialidad y ligereza; el pensamiento, que se nutre de la fuerza del 5.o Rayo con el que se entreteje el Signo, eleva su vuelo desde el reino de las formas al del Mundo de las Ideas y en ello su proceso de espiritualización, al tiempo que conserva la experiencia formal adquirida en Capricornio, sienta las bases para una renovación total de sus contenidos expresándose como una voluntad iniciática constructiva.
Plutón en Acuario impulsa a la Humanidad a que se regenere, a que se sintonice con el movimiento celeste que proclama un renacimiento interior, incluso antes que el exterior; la insta (como una imitación de la Jerarquía regida precisamente por el Signo de Acuario) a manifestar su papel de Centro planetario en la plenitud de sus posibilidades de voluntad, amor y luz.
Plutón es el principio de destrucción y muerte que desintegra las formas para espiritualizarlas; opera ese proceso de renovación que permite a la esencia imperecedera encontrar formas siempre nuevas de expresarse y fecundar la conciencia.
«Cuando una energía es sustituida, entran en acción múltiples fuerzas. Durante la renovación de un pueblo, actúan todas las palancas. La fuerza creadora, que conduce al Imán, es reforzada por la Luz. Pero cuando un flujo de fuerzas oscuras conduce a la destrucción, todas las fuerzas cósmicas se esfuerzan en la lucha. Una tensión, si es visible, solo produce una acción visible; pero si es invisible, actúa inadvertidamente. Por lo tanto, cada fuerza motriz tiene sus propias esferas de actividad y la regeneración de un pueblo se promueve a través de los dos canales.» (4)
Plutón insta a cada miembro de la Humanidad a abandonar las prerrogativas orgullosas y arrogantes de la «conciencia personal» y a volverse, impulsado por el poder de Acuario, hacia esa «conciencia de grupo» que no significa masificación ni pérdida de identidad, sino que, por el contrario, conlleva la conquista de la conciencia de la descendencia divina común de cada hombre y de cada reino de la naturaleza, la conquista de esa unidad sutil basada en la consonancia anímica y no en una ficticia igualdad exterior o, peor aún, en desigualdades legitimadas.
Plutón hace un llamamiento a las mentes para que creen nuevas “formas de pensamiento”, luminosas y refinadas, que sean capaces de sacar a la luz las riquezas ocultas que se hallan en las profundidades interiores; Plutón es, en efecto, la divinidad misteriosa y temible que rige el inframundo, pero también la divinidad cuyo poder se extiende sobre todo lo que el inframundo tiene de precioso, el fruto de la purificación y el sacrificio.
Esta Luminaria también está conectada con la Primera Jerarquía no manifestada, regida por el Signo de Piscis, la primera y la más elevada de las 5 Jerarquías no manifestadas y conectada con el 3.er Rayo Cósmico o 3.er Aspecto Divino, la Sustancia inteligente, el producto del primer sistema solar; el uso de la inteligencia reavivada puede, por los tanto, conducir a la Humanidad a la iluminación y Plutón trabaja sobre la inteligencia de la sustancia (sensibilidad, inconsciente, instinto, intelecto y más allá) para eliminar todos los obstáculos que obstruyen la comprensión de este propósito evolutivo.
Plutón pretende, pues, derribar las viejas estructuras de pensamiento y, en particular en Acuario, actúa sobre las estructuras ligadas a la acción del 5.o Rayo, permitiendo poco a poco que la energía que impregna el Signo se manifieste en su límpida pureza:
– El conocimiento, perseguido egoístamente y como árido instrumento de poder, dará paso a la Sabiduría que conoce el Bien común y, en consecuencia, lo persigue en todas sus manifestaciones externas.
– La aptitud para racionalizar y analizar, que sustenta la crítica, deja paso al sabio discernimiento que ve lo que se necesita y se precipita reflexivamente movida por el reconocimiento de la divinidad inherente que habita en cada ser vivo.
– El pensamiento utilizado para servirse a sí mismo, y a menudo teñido de oportunismo fácil o despersonalización estéril, evolucionará hacia la capacidad luminosa de crear formas de pensamiento armónicas, útiles y bellas, cumpliendo su tarea de poderosa herramienta de construcción de la realidad.
– La Ciencia, hoy sostenida por las pulsiones materialistas que niegan la realidad del mundo sutil y se condenan así a explorar solo lo visible y lo tangible, se abrirá a lo inmaterial, extenderá su mirada más allá del velo que oculta lo Real y liberará al hombre de la pesadez de la materia para devolverlo, en concomitancia con su hermana la Religión, al Cielo, del que es hijo:
– El frío desapego, el afán de poder personal y la deriva cientificista que deshumanizan al hombre y su obra, se convertirán en «indiferencia divina», la luminosa capacidad del corazón de «no hacer diferencias» y amar a los hermanos incondicional y altruistamente.
La Hermandad es el estandarte acuariano de la Nueva Era y Plutón, que hoy, en conjunción con su paso por Acuario, se une al Sol, hace brillar aún más el estandarte que debe guiar a la Humanidad hacia su próximo logro evolutivo.
«¿Por qué les recordamos hoy la Hermandad? Los hombres, desesperados, vendrán a buscar las simientes esparcidas de la comunidad fraterna predestinada. No se dejen confundir por los vaivenes del péndulo de la vida. La desesperación puede ser el presagio de una nueva visión.» (5)
La conjunción entre Plutón y el Sol recuerda, reaviva y fortalece la conjunción entre Júpiter y Saturno que se produjo heliocéntricamente en el mismo grado de Acuario en noviembre del 2020; los presagios de la Nueva Era habían sido sembrados en el Espacio por las dos Luminarias que trazaron el Plan de Amor y Luz en el Espacio y ahora Plutón, el último de las lentas Luminarias en transitar por Acuario en estos dos últimos siglos, recoge el testimonio de esta promesa celeste y, habiendo barrido los escombros, se dispone a impulsar la reconstrucción del Santuario humano y solar.
«Aquí y en todas partes conectamos el lugar de la obra con las regiones exteriores del Espacio, para que el Templo crezca y sea como una estrella.
Marcamos senderos, las estelas de fuego que lo unen a las constelaciones,
ya que nuestro trabajo celebra la comunidad emergente.
Rayos que van de nosotros a las estrellas; Rayos que viene de las estrellas a nosotros.
Abrimos canales a la energía estelar
que desciende y fluye por todas partes de la Obra.» (6)
Notas:
1. El paso de Plutón por Acuario para la visión geocéntrica ocurrió el 21 de enero del 2024.
2. Hojas del Jardín de Morya, “Llamamiento”, § 376, Agni Yoga.
3. Ídem, § 385.
4. InfinitoII, § 340, Agni Yoga.
5. Hermandad, § 6, Agni Yoga.
6. Ricostruire il Santuario della vita umana, E. Savoini; documento inédito, 1976 [solo en italiano].