El 2 de noviembre del 2020 es la Fecha heliocéntrica de la tan esperada conjunción entre Júpiter y Saturno, los Señores solares del Amor y la Luz —del Corazón y la Inteligencia solares—, que cada 20 años terrestres giran alrededor del Sol/Vulcano, la Fuerza de Voluntad central, y cada 3 conjunciones o 60 años terrestres dibujan la figura primaria del Triángulo equilátero en el Círculo de 12 Cualidades del Zodíaco. [El siguiente vídeo hay solo en italiano.]
Con la danza rítmica de sus Direcciones recíprocas, cada 60 años Ellos inscriben en ese círculo las maravillosas Figuras de las Estrellas de 5 y 6 puntas, los Números sagrados del Fuego de la Mente y de la perfección en la Forma.
Y el 2020, el año de pruebas iniciáticas para la humanidad, coincide con el vórtice y la meta 5.6 del primer Ciclo de 49 años, formulado para afirmar «el Plan de Amor y Luz en la Tierra» a través de un Prototipo jerárquico humano, un Orden o Sistema armónico de Almas humanas coordinadas según el Modelo jerárquico (consultar “Le Mete Lontane” y el documento Afirmar el Plan Planetario). ¡He aquí que este sexto año del 5.o septenario (que comenzó en 1987, el impulso 1.1) ve nacer una nueva Estrella de 5 puntas y una de 6! [El siguiente vídeo hay solo en italiano.]
Esta Tríada de Logoi planetarios (Vulcano, Júpiter y Saturno) ha sido reconocida como el «Triángulo superior de la Conciencia solar». La Ciencia de los Ciclos, que forma parte de la máxima «Ciencia de las Relaciones espaciales» o Astrología Esotérica del Maestro Tibetano, afirma que en cada conjunción los tres Rayos de Aspecto se imprimen en la «sustancia energizada y la energía sustancial» de la Eclíptica, el Plano solar; constituye un impulso causal para todos los Planes planetarios, incluyendo nuestro propio Plan de evolución terrestre. (Ver “Il Sistema solare nello Spazio” de E. Savoini y el documento Del Tiempo lineal al Tiempo cíclico).
Este es un momento especial, puesto que esta conjunción del 2020 es la primera en Acuario desde el año 1404, en el signo de la Era naciente, de la Hermandad universal y de la Iniciación del Grupo humano. Es la primera de cuatro conjunciones que ocurrirán cada 60 años en Acuario hasta el 2199 (2020, 2080, 2139, 2199); y por lo tanto nos lleva definitivamente al Nuevo Mundo de la Humanidad Una, del Orden planetario humano.
Su Unión heliocéntrica del 2 de noviembre prepara, en el plano causal o mental superior (el plano de las Almas humanas), Su conjunción en 0° de Acuario, desde la perspectiva geocéntrica el 21 de diciembre, en solemne sincronía con la fecha iniciática del Solsticio. Es un momento singular que alberga en sí todas las potencialidades del ciclo anual de la Tierra que han de venir.
La conjunción de Júpiter con Saturno en el 2020 es el acontecimiento principal entre ahora y la Fecha trascendental del 2025 (ver Los Siete Pasos hacia el 2025, en inglés), que es sagrada para la Exteriorización de la Jerarquía y la reaparición del Cuarto Rayo de Armonía a través del conflicto, es decir, de la Cuarta Jerarquía humana guiada por el Principio búddhico o crístico.
En esta conjunción iniciática, el Amor y la Luz superiores se funden y se unen en el Cielo y en nosotros. Así como es Arriba, así es Abajo, los Centros del Corazón y de la Inteligencia planetaria —la Jerarquía y la Humanidad— pueden armonizarse y vibrar sincrónicamente con extraordinaria intensidad.
Desde la conjunción de 1961 en Capricornio hasta el 2020 estamos concluyendo la 34.a Estrella de 60 años de Júpiter y Saturno desde el Primer Advenimiento del Cristo (conjunción en Piscis [1]), en resonancia amplificada con Su 34.o año que vio el cumplimiento de Su Misión de Amor y Sacrificio en la Tierra.
Y como señaló E. P. Blavatsky, el Cristo vino en la conjunción entre Júpiter y Saturno en Piscis [2]. ¿Y el Maitreya vendrá también en una de las cuatro conjunciones en Acuario?
En cualquier caso, después de la última conjunción del 2000 en Tauro, al paso del milenio, que reveló el Retorno del Maestro en el Corazón (7.o año del 2.o septenio dedicado a la Reaparición del Cristo), ahora en el 2020 es el momento adecuado para que Sus seres queridos, el Nuevo Grupo de los Servidores del Mundo, atestigüen Su Reaparición y la de la Madre del Mundo, como fundamento de las Nuevas Cultura y Civilización (5.a Meta del Plan) y de la Nueva Religión mundial (6.a Meta).
A medida que el Amado y la Amada avanzan hacia Sus seres queridos, el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, en proporción áurea entre la Jerarquía y la Humanidad, como un Ojo abierto al Amor y a la Luz Solar, atestigua la Reaparición e Iniciación del Grupo Humano, aquí y ahora, en todas partes y para siempre.
Afirmemos la Reaparición en esta Fecha causal y construyamos en nosotros, especialmente en el «Pentecostés» de 49+1 días entre Su conjunción heliocéntrica y geocéntrica, el «cuerpo de Cristo»: la Presencia del Maitreya en la sustancia vital de la Madre, en la matriz sagrada del Orden planetario humano.
Como si, de modo equilibrado, humilde y gozoso.
*
Identificados con la Idea del poder omnipresente,
colaboramos juntos con el Plan jerárquico.
Con el Cielo en el Corazón,
erigimos la Nueva Comunidad universal.
*
La Gloria del Ser Eterno irradia en las estrellas.
En medio del tumulto insondable de la vida,
Nosotros erigimos Nuestro Templo.
Yo manifiesto Amor y Rayos de Luz.
(De: Hojas del Jardín de Morya I, § 152 y 320)
*
Fórmula causal para la conjunción:
El Servidor planetario afirma del Plan de Amor y Luz.
Aquí está el vídeo de la meditación global llevada a cabo el 31 de octubre a las 18 horas por centenares de servidores del mundo:
Nota: Artículo traducido del italiano y publicado el 2 de noviembre del 2020; consultar aquí.
[1] Heliocéntricamente el 1 de septiembre del año 7 a. C., y geocéntricamente el 29 de mayo, el 1 de octubre y el 5 de diciembre del año 7 a. C.
[2] «El signo del advenimiento del Mesías fue la conjunción de Júpiter con Saturno en Piscis. (La Doctrina Secreta V, p. 174; vers. ingl. Volumen III, p. 152)» (Astrología Esotérica, A. A. Bailey, p. 508; vers. ingl., p. 678)
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