La Humanidad libera Luz y Belleza

Hoy, en la entrada del Sol en Tauro (16:00 horas), el signo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, el Discípulo de la Humanidad Una, con creciente conciencia de su destino solar como cuarta Jerarquía creadora, se concentra en el ojo de la visión, ese altísimo y circular agujero que los Constructores tallan en la fachada del Templo del Hombre y del Mundo. Pues, el lema de Tauro reza: «Veo, y cuando el ojo está abierto todo es Luz».

Como Servidores Planetarios orientados a la Meta 6.3 del Plan de la evolución, dedicada a la Comunión con el Mundo de las Ideas, aseveramos solemnemente la quinta de las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una (véase el artículo introductorio y la Celebración Ritual en línea):

La Humanidad libera Luz y Belleza.

Tauro guarda el secreto de la Luz [La Luz, Primera Parte; La Luz, Segunda Parte], que revela el Sonido, el Agente Creador, e ilumina al iniciado, la «Luz del Mundo». Tauro conduce de la ilusión a la Luz de la Realidad espiritual; el ojo de Tauro es el ojo de la revelación y derrama luz radiante sobre los hombres cuya visión individual debe abrirse, reaccionando a la luz cósmica. La luz, la iluminación y el sonido, como expresión de la fuerza creadora, son las tres ideas fundamentales relacionadas con esta constelación. «El intérprete de la voz divina», como se llamaba al Toro en el antiguo Egipto, puede definirse en la terminología cristiana como «el Verbo hecho carne». Tauro se asocia, por tanto, con el Buda, «la Iluminación conquistada mediante el esfuerzo», y con Cristo, «la Luz del mundo». Cristo dijo: «Yo soy la Luz del mundo», y «si tu ojo es único, todo tu cuerpo estará lleno de luz»: «el ojo del Toro», Madre de iluminación, es el símbolo del ojo que Cristo pretendía.

El cuarto Rayo del Signo es también el portador de Belleza y Armonía.

«El Infinito se manifiesta en la Belleza. Ilumina las enseñanzas de los Buscadores del espíritu. En la Belleza expresamos sin miedo la verdad de la libertad. Con la Belleza encendemos el resplandor en cada gota de agua; transformamos la materia en un arcoíris.

Toda fealdad se pierde en los rayos del arcoíris. Todas las cadenas se disuelven en la libertad de la Belleza. ¿Con qué palabras abordar el concepto de universo? ¿Cómo explicar la evolución de la forma? ¿Cómo elevar la conciencia al estudio de los Principios? ¿Cómo estimular a la humanidad al conocimiento científico de los mundos?

Toda comprensión nace en la Belleza.

Aprende a pensar radiantemente y nada temible podrá tocarte.» (Colección Agni Yoga, Hojas del Jardín de Morya II, § 322)

El regente exotérico de Tauro es Venus, cuyo Logos es el Hermano Mayor de nuestra Tierra y es el planeta más luminoso, atractivo y bello que vemos en el Cielo nocturno. El quinto Rayo que transmite esta Luminaria evoca también la Luz del pensamiento ardiente.

«¿Descansa un Arhat? Tú sabes que el descanso consiste en cambiar el tipo de trabajo, pero para el Arhat el verdadero descanso consiste en pensar en la Belleza. Este acto mental, entre varias actividades, es el puente, y es el poder, y es el flujo de la benevolencia. Sopesa un pensamiento malo y uno benéfico, y comprenderás que el pensamiento de belleza es siempre el más poderoso. Analiza orgánicamente diversos procesos mentales, y verás que cada pensamiento de belleza es un tesoro de salud. En tal actitud el Arhat ve la escalera del ascenso; en esa actividad mental descansa. ¿Y dónde más puedes encontrar otra fuente de benevolencia? Recuerda esto cuando te sientas muy oprimido. Cuando las persianas del egoísmo están bajadas por todas partes, cuando los fuegos se extinguen en la oscuridad, ¿no es el momento adecuado para reflexionar sobre la Belleza? Uno espera ansiosamente un milagro, uno intenta con todas sus fuerzas romper las cadenas, pero el camino del Arhat solo está en la Belleza. ¡No la mancilles, no la degrades! Es el único medio de atraer lo que parece prodigioso. ¿Y no es el milagro el vínculo indisoluble con la Jerarquía? En él residen toda la física, la mecánica y la química, y es el remedio universal. Parecería posible, con poco esfuerzo, eliminar todos los obstáculos, ¡pero esta condición es inmensamente difícil para el hombre! ¿Por qué ha cortado las alas de la Belleza?» (Colección Agni Yoga, Mundo Ardiente I, § 177)

El regente esotérico y jerárquico del signo es Vulcano, cuyo resplandor es borrado por el Sol. Él es quien extrae los metales de las profundidades de la tierra, forjándolos con los golpes de su mazo y haciendo que liberen literalmente su Luz y su Belleza intrínsecas: las armas más poderosas que deben confiarse a los «Guerreros de la Luz».

Luz y Belleza están íntimamente relacionadas: lo luminoso es bello y lo bello irradia Luz. La Luz y la Belleza están presentes en todas partes, incluso donde parece prevalecer la fealdad; evidentes u ocultas son, de hecho, las bases sobre las que se construye el Cosmos. Sin embargo, es necesario reconocerlas, y esto sólo es posible si se aprende a «mirar con los ojos del corazón», es decir, a mirar tras la apariencia exterior. Cuando la luz de la belleza puede discernirse y afirmarse incluso en las situaciones más difíciles, florecen el Gozo y la Gratitud.

La comprensión de la Belleza, que, como dice el Maestro del Agni Yoga, salvará al mundo, es indispensable en esta época de paso de Era, cuando todo parece derrumbarse a nuestro alrededor. Tenemos una sensación de impotencia ante la fealdad de las guerras y la crueldad humana y nos atormenta el pensamiento de que el Hombre ha perdido el Camino; sin embargo, justo ahora la Luz del nuevo mundo está avanzando y justo ahora más que nunca debemos comprenderla, defenderla, testimoniarla, explicarla, mostrarla. Y quien comprende la Belleza es quien puede guiar a los peregrinos en el Camino.

Corresponde, pues, a los Discípulos de la Humanidad Una mantenerse firmes en la Luz, sobrevolar el proceloso mar de las emociones y los partidismos humanos sin mojarse las alas, y dar testimonio del poder de la Belleza incluso cuando y donde nadie la percibe.

Puede parecer un acto de ingenuidad pensar en vencer a las Fuerzas Adversas con el poder de la Belleza, aparentemente tan frágil y escurridiza; sin embargo, no es así, pues en medio de ruinas, convulsiones y guerras, nacen pequeñas flores de resplandeciente perfección, y aparecen grandiosos arcoíris y atardeceres de colores asombrosos en los campos de batalla, mientras que por la noche los Cielos nos cubren con un manto brillante de estrellas, señalando incansablemente la puerta de otro mundo posible, donde todo contraste puede resolverse en Armonía.

Entonces, es necesario educarnos y educar a otros a fin de comprender la Belleza que vive en cada uno de nosotros y que vibra por doquier en la creación, de comprender el poder invencible que posee la Belleza y, asimismo, su Luz que disipa las Tinieblas; los medrosos se acobardan antes estas, pero el conocimiento de la Belleza les infunde fuerzas.

Los seres humanos siempre se han esforzado por producir obras de belleza y han sido capaces de dar al mundo logros artísticos sublimes en muchos campos que son patrimonio de la Humanidad.

Sin embargo, es importante darse cuenta de que cada uno de nosotros está llamado a trabajar con la luz de la Belleza, pues el reino humano es el Artista planetario y tiene la tarea de hacer de su vida una obra maestra.

El prodigio de la Belleza en adornar

la vida cotidiana enaltecerá a la humanidad.

Mantén alta tu luz.

Ilumina las bellezas de Mi Templo.

Enseña la alegría de la Belleza.

Enseña la dicha de la Sabiduría.

Enseña la beatitud del Amor.

Enseña la gloria de la unión con Dios.

Te daré el poder y la rapidez de Mercurio.

Avanza sin duda, sin miedo,

sin retroceder.

(Hojas del Jardín de Morya I, § 45, Agni Yoga)


 

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