La Humanidad se está dirigiendo hacia la Verdad

En el día de la entrada en el signo de Sagitario (21 de noviembre, a las 20:57 horas CEST), que irradia en el Espacio el poder de la Aspiración a la Meta y a lo Verdadero afirmamos solemnemente, como Servidor planetario, es decir, en nombre del nuevo Grupo de Servidores del Mundo, la última de las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una (Ver el artículo introductorio y las Celebraciones rituales en línea):

La humanidad se está dirigiendo hacia la Verdad.

«¿Qué es la Verdad?» (1) pregunta un confuso y exasperado Poncio Pilato a Jesucristo, tal vez en un último intento de salvarle de la muerte y, sin duda, fascinado por el magnetismo que emanaba aquel Hombre tan singular aun cuando el dolor físico le desgarraba. Pilato, sin embargo, no esperó la respuesta de Cristo y abandonó la sala para proponer a los judíos un intercambio con Barrabás.
La respuesta ya había sido dada, de forma lapidaria, con ocasión de otra pregunta, formulada por el apóstol Pedro, que preguntó: «Señor, no sabemos adónde vas y ¿cómo podemos conocer el camino?«.
Cristo respondió «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida» (2); suficiente para desestabilizar cualquier pensamiento corriente y quedar «atónitos» por la fuerza de esta afirmación perentoria que sancionaba su perfecta intimidad con el Padre, alcanzable sólo a través de Él.
Y no es por casualidad que podemos definir la Verdad como «la esencia de la Voluntad divina» (3) donde el corazón ardiente y volitivo del Propósito espiritual, que Shamballa «conoce» y la Jerarquía «ama», deja sus huellas «esquivas» esparcidas en las luces del Espacio para que el Hombre también pueda captarlas y ajustar su «pequeña voluntad» con la voluntad superior.
«¿La música de las esferas señala la victoria de la presunción humana? ¿O aclama el resurgimiento de la Verdad olvidada?» (4)

Y la Humanidad actual, igualmente confundida y exasperada, formula al Espacio, cada vez con mayor insistencia, la misma pregunta: «¿Qué es la Verdad?«. El Espacio responde como respondió Cristo; en el silencio aparente que emana, lanza sin cesar el Llamamiento que llama a los hombres a la Verdad de lo Real, que indica claramente el Camino a seguir, que irradia Vida en cada átomo que lo compone y que libera de los engaños de lo aparente. Sus ciclos marcan la aproximación de lo Verdadero mientras labran el Camino y, al hacerlo, glorifican la Vida.
Pero, como advierte la Enseñanza, hay que saber «oír con los oídos del corazón» (5) pues es el corazón el que es capaz de captar la Verdad y dejarla penetrar en lo más profundo de la conciencia.

La Humanidad, a pesar del desconcierto en el que se encuentra, sigue luchando por la verdad, y para ello se lanza a la conquista de metas siempre nuevas, con la esperanza de que éstas, una vez alcanzadas, revelen la esencia de lo Real, la «perla de gran valor» por la que, como amonesta el Evangelio, se vende todo bien, se abandona toda verdad parcial.
En efecto, la Humanidad, en su camino, busca esa verdad incontrovertible capaz de abrirse al ojo interior e iluminar la existencia, verdad que es signo perentorio de la plenitud de la única Verdad.

«Los hombres hablan de muchas verdades. ¿Por qué no se hunden más allá de la envoltura hasta la Verdad Una? Sometida a la observación más rigurosa, la realidad dilata la conciencia. Y ésta es ese cofre mágico en el que se encuentran todos los tesoros perdidos». (6)

Avanzando de verdad en verdad, la Humanidad descubre y desvela aspectos del Ser, y comprende cada vez más íntima y vibrantemente la voluntad divina.
Así, siguiendo los ciclos de la evolución, no sólo se conduce a sí misma hacia la Verdad, sino que también dirige a los reinos inferiores hacia la Verdad, pues «… Así pues, la verdad no es una abstracción; es la compresión de las leyes cósmicas basada en la experiencia directa.” (7)

El instrumento para alcanzar la Verdad está oculto en nuestro interior; el poder del pensamiento intuitivo, capaz de elevarse para contemplar el Mundo de las Ideas, es la garantía de la consecución de la Verdad, que por otra parte podemos definir como ‘la afirmación de lo que es’, el resplandor del Ser, la ‘llama de Luz’.
Que una situación no tiene solución, solo lo imaginan quienes confían en otras personas en vez de en el poder de su propio pensamiento. Las aflicciones de la gente fluyen como las olas de un río; pero las imágenes de la Verdad, a las que ustedes llaman ideas, rigen el karma del mundo. (…)». (8)

Busquemos, pues, «imágenes de la Verdad» que sepan guiar nuestro camino hacia el Padre; en el momento en que la espiral anual está a punto de cerrarse, ofreciendo a la conciencia el fruto de su despliegue, podemos vislumbrar ya el comienzo de una nueva voluta capaz de conducir a la Humanidad hacia otro destino, otra meta.
Y donde la mirada se hace más amplia y más pura, aquí es donde la Verdad también se revela y en su «desnudez» afirma y revela cada vez con mayor claridad lo que es.

«El Cosmos, el Constructor,

y su reflejo, el microcosmos,
viven según la misma ley.
Un proceso armonizador infinito
se perpetúa en el Universo.
Quien busca la Verdad descubre la belleza
del Ser incesante.»

(Infinito I, § 66)


Notas:

* Para el próximo año, orientado por la Meta 6.3 del Plan evolutivo, dedicado a la Comunión con el Mundo de las Ideas, se pretende celebrar solemnemente las 12 Entradas en los 12 Signos del Zodíaco con 12 Afirmaciones de la Humanidad Una, así como las lunas llenas y nuevas de cada Signo, de forma similar a lo que se hizo en el Año 6.1 y en el Año 6.2.
1- Evangelio de Juan 18:38
2- Evangelio de Juan 14:5-6
3- Colección Agni Yoga, , Corazón § 1
4- Ver la definición actual en el Lambdoma Síntesis.

5- Agni Yoga, § 114
6- Ibid, § 590
7- Ibid, § 156
8- Ibid, § 122


 

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