2.7 – 7.2 Potencia y Amor

En el Lambdoma Generador de la Génesis de las Ideas, la polaridad

2.7 POTENCIA: La Potencia es la expansión infinita y ordenada del Número

y

7.2 AMOR: El Amor es el Móvil universal

«pone de manifiesto» la correlación entre las Ideas primarias.

ESPACIO

El Espacio está vivo, y es el Contenedor divino de la Vida.

En los textos de la Sabiduría Antigua «se llama Infinito, Gran Madre, Campo Magnético Universal, Amor Cósmico, Octava Absoluta. Acoge las siete potestades divinas, los siete Rayos o intervalos del Sonido creador, y toma sus cualidades y energías. (…)  Es la sustancia última de la que todo está hecho.» (Afirmar el Plan Planetario, Vórtice 2.1)

La Vida se manifiesta gracias al Amor espacial, que es el motivo y el «pegamento» del Universo.

El Amor es la majestuosa y viva Potencia universal, «lo que mueve el Sol y las otras estrellas»: el Universo entero es puesto en movimiento por la atracción cósmica del Amor divino, la energía magnética de ilimitada potencia expansiva. Es un principio rector y creador, el gran Constructor universal: compone un Orden orgánico y jerárquico en el Espacio divino que lo acoge y lo ama; y la Unidad es su Cumbre suprema.

«El Infinito existe, es una realidad; y todo lo que contiene es igualmente infinito. Así como los números, que descienden de la Unidad absoluta, comparten sus propiedades; lo que está en el seno del Infinito también participa de la infinidad, que es el amor.» (Dispense, E. Savoini; texto inédito)

El Cristo (Buddhi: el Principio Crístico, o Amor-Sabiduría) es el «Señor del Espacio», del Amor solar que guía el corazón que escucha con el deseo de reconocer la «Voz del Silencio», los misterios del Ser, las alas sagradas del Infinito.

Su Potencia sostiene la pulsación de la Vida, afirma su Amor ilimitado, sin límites, propaga su Propósito primigenio en el Espacio: afirmar el Orden divino de los Corazones, a saber, la Jerarquía y la Ley suprema de la Libertad.

«El Universo posee una estructura. (…) se admite la existencia de leyes inviolables en todos los fenómenos universales, e incluso se piensa en la posible existencia de una Ley única y suprema que coordina todas las demás: en resumen, que las leyes poseen una Ley.

(…) Entre los científicos de hoy nadie reconoce el hecho de que decir Universo es como decir Espacio manifestado; sin embargo, será precisamente a través de la ciencia, radiante pero obstinada, que tendremos las primeras respuestas a las grandes cuestiones de esta era de cambio:

¿Qué es el Espacio? ¿Existe el infinito? ¿Cuál es la naturaleza de la Luz?

El arte, la filosofía y la religión permanecen en silencio, después de haber hablado mucho, y ahora solo queda la inteligencia científica para guiar los pasos concretos del hombre. (…)

La Jerarquía es una cualidad intrínseca del Espacio psíquico; conforme a ella, cada elemento se dispone según el valor de su función y colabora en la vida del todo sin reservas ni prohibiciones.

Para la mentalidad humana actual es difícil comprender que una Jerarquía universal de este tipo no implica imposición alguna, y se rebela y adopta una actitud hostil ante ella.

En cambio, el Grupo la sitúa en el centro, como soporte de su actividad, y la estudia con orden y método, mientras trata de imitarla cada vez mejor en sus propias empresas.» (Afirmar el Plan Planetario, Vórtice 2.7)

Afirmar el Orden jerárquico significa comprender e imitar los ritmos y las pulsaciones del Espacio.

«Me alegra ver que en tus pensamientos brillan destellos de previsión para el bien de la humanidad. Estos pensamientos deben ser lanzados al espacio. ¡Si dedicaras media hora diaria al futuro, en verdad, la hoguera de tus pensamientos nos complacería! (…).» (Hojas del Jardín de Morya II, § 10, Tercera Parte III)

Los ritmos y la pulsación de los planetas del Sistema Solar son, por lo tanto, vitales para el grito y la lucha por la Libertad que actualmente en la humanidad están ocurriendo por medio del poder del dinero, las finanzas y la fuerza bruta de la guerra.

Para la humanidad, hoy la palabra Jerarquía significa opresión y violación de su libertad. Al igual que el cuerpo necesita descansar durante la noche para recibir las energías que le permitan estar activo durante el día, así también la Humanidad debe procurar lograr los ritmos del recibir y del dar, coadyuvados por la Jerarquía del Amor y de la Sabiduría.

Esta Jerarquía es inherente; y es proclamada por todas las religiones del mundo más allá de los dogmas religiosos.

Esta Jerarquía, el Quinto Reino de la Naturaleza, está a punto de manifestarse en el plano físico siempre y cuando la Humanidad sea capaz de invocarla. La Humanidad tiene la libertad de aprender a su manera las lecciones del Amor.

Así como el descubrimiento de las Leyes naturales ha incrementado la libertad de moverse y vivir en el plano físico, así quizás la Humanidad, siguiendo las Leyes para la Expansión de la Conciencia, pueda alcanzar la ansiada libertad.

Si la suposición de la ciencia de que «las Leyes rigen todo» motiva sus actividades, entonces el caos, el desorden y los «accidentes» que vemos a nuestro alrededor, indican que las leyes que rigen la evolución humana aún no han penetrado en la conciencia del hombre.

La oración para la humanidad consiste en que esta sustituya el poder aparente de la guerra para defender la libertad del pueblo de un país con la PODER del seguir —“navegando en los vientos del cielo”— la progresión de los Números inherentes al Signo zodiacal de cada mes:

«¿Qué es un número? Un número es un símbolo de divisibilidad; es movimiento, ritmo, conciencia manifestada.» (Cartas de H. Roerich, Vol. II)

«El número es una potencia, es una virtud, es un elemento indispensable de la manifestación. Toda energía interior debe expresarse con la participación del número.» (Armonica, Enzio Savoini, 1980; texto inédito)

«Aceptar el ritmo solar y observar sus períodos y ciclos es el primer paso para comprender esa parte del Universo que sirve de hogar a sus criaturas.

Los mismos planetas demuestran su libre adhesión a la ley solar, así como el fruto de su disciplina voluntaria, puesto que son las sedes de evoluciones ordenadas que extraen la vida y el impulso de la misma fuente.

Estudiar los ritmos de los planetas y sus cualidades es, por lo tanto, un segundo paso: se amplían los conocimientos, se multiplican los detalles, y todo se vuelve más comprensible y se descubren nuevas energías utilizables. Es un procedimiento similar a aquel por el cual se mejora el conocimiento de la luz blanca gracias al estudio de los siete colores del arcoíris.

(…) El conjunto de una Jerarquía planetaria podría describirse como el órgano encargado de cuidar y mantener las correlaciones con los demás mundos del Sistema Solar, a fin de asegurar una comunión de intercambios cada vez más perfecta en beneficio del conjunto.» (El Libro de los Rituales; p. 28; documento en inglés)

«(…) El poder de la energía psíquica crece con la expansión de la conciencia. En nuestro Centro se produce un gran gozo cuando nos enteramos de que algún gran trabajo ha sido realizado conscientemente. Así surge una corriente de fervor para ayudar a las empresas humanas. (…)» (Supramundo I, §139 [alias Supramundano I])

«El poder de una fuerza particular (…) que contiene en sí el factor de la verdadera persistencia; y (…) el surgir de cualquier forma a la vida laboral y activa depende de la atención persistente de su creador. La energía puede utilizarse de forma dinámica o constante; los efectos de estas dos formas de aplicar la energía son diferentes. (…) el poder es, por encima de todo, el poder de perseverar, de resistir, de mantenerse firme y de proceder imperturbablemente.» (Tratado sobre Magia Blanca, Alice A. Bailey, pp. 522-3, Ed. Sirio; vers. ingl., pp. 579-580).

«La Jerarquía está legítimamente establecida en el Universo. Dado que el Imán Cósmico ha colocado al Poder Supremo por encima de todo, esta ley se basa en una declaración cósmica. Entonces, ¿por qué no utilizar ese Poder Supremo que guía el planeta? Solo la Razón puede dirigir el Imán Cósmico. Por eso ella, que permea todo, pone en tensión todos los elementos. Las energías que difieren en potencialidad conservan su destino cósmico, y ocupan su lugar según el aumento del poder. Por lo tanto, es su potencial lo que coloca las energías en primer o último lugar. De este modo también están designadas las fases del espíritu humano en la evolución; y el Imán Cósmico intensifica la cualidad del espíritu hasta el Infinito.» (Agni Yoga, § 666, Agni Yoga).

«(…) El Poder jerárquico es, pues, ese gran Imán que concatena todo y expande todas las posibilidades. (…)» (Jerarquía, § 457, Agni Yoga)

*

«En toda la Creación subyace un gran impulso, una tensión hacia la manifestación. Es exactamente el mismo impulso, o sed de existencia, el que induce al hombre a reencarnarse. En su aspecto más elevado es el amor divino, pero también el amor humano sublimado. En la antigüedad, Kama, el Dios del Amor, era adorado como la mayor de las Deidades. Dios es Amor; y en el amor, y por medio del amor, se concibe cada una de sus manifestaciones. Todo el Universo está sostenido por el Imán Cósmico, o Amor divino, dentro del orden del Ser. (…) El Amor Divino crea todos los mundos.» (Cartas de Helena Roerich, 1935-1939. Vol. II)

«En realidad, la Ley del Amor es solo la Ley del sistema que se expresa en cada plano. El amor fue el motivo impulsor para la manifestación y mantiene todo en secuencia ordenada, conduciéndolo hacia el sendero de retorno al seno del Padre y, al final, perfecciona todo lo que existe. Construye las formas que acuna momentáneamente la vida interna oculta, y es la causa de la desintegración de esas formas y su total destrucción a fin de que la vida pueda seguir progresando. El amor se manifiesta en cada plano como el apremio que impulsa a la Mónada evolucionante hacia su meta; es la clave del reino dévico y la razón de la fusión eventual de los dos reinos en el divino Hermafrodita. (…) El Amor forma la envoltura e inspira la vida; el Amor promueve el avance de la vibración logóica que lleva todo en su camino, llevando todo a la manifestación perfecta. (…) La Actividad ordenada es el fundamento de este sistema de Amor ordenado y conduce al tercer sistema, en el que la Actividad ordenada junto con el Amor ordenado como su impulso dan como resultado el Poder ordenado y amoroso..» (Tratado sobre Fuego Cósmico, A. A. Bailey, pp. 485-6, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., pp. 594-5).

«Comprender el amor como un estímulo para expandir la conciencia. Sin amor, el corazón no se inflama, ni permanece invulnerable, ni es capaz de sacrificarse. Agradece a cada receptáculo de amor: está al borde del Nuevo Mundo, donde el odio y la intolerancia están desterrados. El camino del amor es la tensión de la energía cósmica. (…)» (Corazón, § 243, Agni yoga)

«El Rayo del Amor-Sabiduría es la cualidad del motivo fundamental que utiliza la organización inteligente de la materia en movimiento para manifestar en un todo sintético el gran aspecto Amor del Logos.» (Tratado sobre Fuego Cósmico, A. A. Bailey, p. 87, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p.74)

«El Amor puede crear universos. El Amor y la Sabiduría son uno.» (Hojas del Jardín de Morya I, § 28, Agni Yoga)

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Este artículo se publica en consonancia con el sextil entre Júpiter y Urano, 2.o y 7.o Rayos, las Luminarias del cumplimiento benéfico.

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