1.6 – 6.1 Unidad y Padre

Extraído del Lambdoma de La Génesis de las Ideas:

1.6  UNIDAD: La Unidad es el fundamento supremo.

6.1  PADRE: El Padre es el poder generador de la Vida.

Esta polaridad de ideas expresa y realiza la correlación primaria entre:

1.1  VIDA: La Vida ES.

y

6.6  SÍNTESIS: La Síntesis es el triunfo del Uno.

En el nivel del Pensamiento abstracto, intentamos comprender y vivir la correlación cuatripartita entre la Vida, la Síntesis, el Padre y la Unidad, para resolver la cuadratura del círculo entre el Mundo de las Ideas (círculo) y el Mundo de las Formas. «Las ideas son simplemente canales para las nuevas y deseadas energías divinas; los ideales son esas ideas transformadas o reducidas a formas de pensamiento, y así presentadas al público. Telepáticamente, las ideas se convierten en ideales, que es otra forma de expresar la vieja ley “la energía sigue al pensamiento”.» (El Discipulado de la Nueva Era II, A.A. Bailey, p. 156, Ed. Sirio; vers. ingl., p.170)

A través de nuestra reflexión interior buscamos sintetizar las Ideas superiores y las Fórmulas asociadas con su posible aplicación evolutiva, como formas de pensamiento y acciones en nuestra vida diaria de servicio grupal. «Ha llegado el tiempo en que hay un número suficiente de personas que pueden emplear una nueva técnica, ya que, en cierta medida y en su conciencia, han abordado los factores precisos de la verdad, a través de la religión y/o de la mente, y también han establecido suficiente contacto con el alma como para empezar a acceder al mundo de las ideas en los niveles intuitivos de la conciencia. Juntas y en grupo pueden ser sensibles a la llegada de nuevas ideas, que se espera que conformen la nueva era en la que estamos entrando; juntas y en grupo pueden presentar los ideales y desarrollar los métodos y técnicas de las nuevas escuelas de pensamiento que determinarán la nueva cultura; juntas y en grupo pueden introducir estas ideas e ideales en la conciencia de las masas, para que las escuelas de pensamiento y las religiones del mundo se fusionen y nazca la nueva civilización. Será el resultado de las técnicas mentales y emocionales de la era pisciana; y a su debido tiempo producirá una manifestación, en el plano físico, del Plan de Dios para el futuro inmediato.» (La Exteriorización de la Jerarquía, A. A. Bailey, p. 43, Ed. Sirio; vers. ingl., pp. 29-30)

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He aquí una presentación de dos vórtices de este eje central del Lambdoma, un eje que es la columna vertebral del sistema, centros de energías que son los «verdaderos constructores del plan».

«Que los siete del eje central invoquen toda la energía, toda la luz, todo el amor necesarios para llevar a cabo el Proyecto. Que aprendan a extraer del Espacio todo lo que el Trabajo necesita. Que aprendan el Arte de dar y recibir.» (Las Metas Lejanas, Enzio Savoini; libro aún no traducido al castellano.)

La VIDA por voluntad genera la SÍNTESIS, la fuente de la Unidad.

1.1  La Vida es.

La vida es un Misterio que las Enseñanzas han tratado de definir:

«Resulta casi imposible definir la significado de la palabra ‘vida’, porque ningún ser humano comprende ni podrá comprender la naturaleza de la vida hasta haber alcanzado la tercera iniciación. Repito esto enfáticamente a fin de inculcarles lo inútil que es hacer conjeturas sobre este tema. Los discípulos que han pasado la tercera iniciación y han escalado el monte de la Transfiguración pueden —desde ese punto elevado— vislumbrar la irradiación del centro subjetivo de energía (el Sol central o espiritual de La Doctrina Secreta), y así obtener un destello sobre el significado de la palabra vida. Pero no pueden ni se atreven a dar a otros el conocimiento obtenido. Sus esfuerzos por trasmitir tal información serían inútiles y el lenguaje resultaría inadecuado para la tarea. La vida no es lo que hasta ahora se supone. La energía (en contradicción con la fuerza, empleando esta palabra para significar el centro de donde ella emana, y que se diferencia en fuerzas) no es lo que superficialmente se ha creído. La vida es la síntesis de toda actividad, actividad que es la mezcla de muchas energías, porque la vida es la suma total de las energías de los siete sistemas solares, de los cuales nuestro sistema solar es uno. Estos, en su totalidad, son la expresión de la actividad de ese Ser denominado en nuestros archivos jerárquicos como “Aquel de Quien nada puede decirse” (Psicología Esotérica I, A. A. Bailey, p. 160, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 150)

«La VIDA es UNA, eterna, invisible, aunque omnipresente, sin principio ni fin, pero periódica en sus manifestaciones regulares, entre cuyos períodos reina el oscuro misterio del No-Ser; inconsciente, y sin embargo Conciencia absoluta; incomprensible, y sin embargo la única Realidad autoexistente; en definitiva, “un Caos para los sentidos, un Cosmos para la razón”. Su atributo único y absoluto, que es SU movimiento eterno e incesante, se llama en términos esotéricos el “Gran Aliento”, que es el movimiento perpetuo del universo, en el sentido de espacio ilimitado y siempre presente. (…)» (La Doctrina Secreta, “Cosmogénesis”, Helena P. Blavatsky, Tomo I, pp. 60-61, Ed. Sirio)

 6.6  La Síntesis es el triunfo del Uno.

La Síntesis es la totalidad, el centro y la periferia, el círculo de la manifestación visto como una unidad.

«La primera ley cósmica es la Ley de Síntesis. Es la ley que demuestra el hecho de que todas las cosas existentes abstractas y concretas son una; es la ley que rige la forma-pensamiento de ese Logos cósmico de cuya conciencia forman parte tanto nuestro sistema como nuestro centro mayor. Es una unidad de Su pensamiento, una forma de pensamiento en Su totalidad, un todo concreto, y no el proceso diferenciado que nos aparece en nuestro sistema evolutivo. Es la totalidad, el centro y la periferia, el círculo de la manifestación visto como una unidad.» (Tratado sobre Fuego Cósmico, Alice A. Bailey, p. 144, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 567)

«La ley de la Síntesis “actúa a través de los Siete que, sin embargo, son Uno; que conduce a los siete caminos, pero los que están en los siete caminos son uno; que introduce lo universal en la pluralidad, pero conserva su integridad; que es la fuente del plan, pero mantiene intacto el propósito; que ve la multiplicidad necesaria según la ley del Sacrificio, pero subordina esa ley a la ley de la Síntesis; que exhala los muchos alientos, pero es la Vida misma”.» (Los Rayos y las Iniciaciones, A. A. Bailey, p. 333. Ed. Sirio; vers. ingl., p. 266)

«(…) la síntesis es, a medida que se logra la unidad, la recompensa a la acción y al esfuerzo. A medida que uno avanza en el Camino de la Iniciación, el significado de la unidad se vuelve más claro. A medida que se avanza en el Camino de la Evolución superior, surge la síntesis.» (La Exteriorización de la Jerarquía, p. 457, Ed. Sirio ; vers. ingl., p. 535)

«Ver con los ojos del corazón; para escuchar el rugido del mundo con los oídos del corazón; penetrar el futuro con la comprensión del corazón; recordando las acumulaciones del pasado a través del corazón; por eso debemos avanzar, con ímpetu, por el camino del ascenso. La capacidad creadora posee en sí una potencialidad ígnea, y está imbuida del fuego sagrado del corazón. Por lo tanto, en el camino de la Jerarquía, del gran Servicio y de la Comunión, la síntesis es el camino luminoso del corazón. ¿Cómo puede uno irradiar rayos manifestados si la llama no está encendida en el corazón? La cualidad magnética es precisamente inherente al corazón. La capacidad suprema de crear está impregnada de esta gran ley. Por lo tanto, toda victoria, toda fusión, toda gran unificación cósmica se logra a través de la llama del corazón. ¿Con qué medios se sientan las bases de las grandes empresas? En verdad, solo con el corazón. Así, los arcos de conciencia se funden con su llama. Así, recordaremos la admirable atracción magnética del corazón, que conecta todos los fenómenos. En efecto, ese hilo de plata que une al Maestro con el discípulo es el gran imán del corazón. Su unión afirma la esencia de todas las evoluciones.» (Corazón, § 1, Agni Yoga)

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Ahora abordamos el meollo de la cuestión, la correlación entre la Unidad y el Padre.

1.6  La Unidad es el fundamento supremo.

Todo está conectado, desde el microcosmos hasta el macrocosmos; esto es el Fundamento del Universo; en el contenedor universal todo está incluido, conectado de manera interdependiente. «La Función 1.6, de hecho, es responsable de conectar por líneas internas lo que parece estar aislado. En este Vértice, como en todos, se fusionan dos energías: la unidad, que se manifiesta en lo múltiple y a través de él; y el Seis, que asegura la comunión del conjunto.» (Las Metas Lejanas, Enzio Savoini). Por consiguiente, podemos afirmar: un hilo sin la voluntad de Unidad, todo estaría separado y sería incoherente; la Unidad es el ideal que anula las separaciones.

«(…) La verdadera unión consiste en darse cuenta de que la vida mayor siempre incluye a la menor, y que la expansión de la conciencia aproxima al hombre a la comprensión de esta Unidad (…).» (Tratado sobre Fuego Cósmico, A. A. Bailey, p. 677; vers. ingl., p. 850)

«(…) la Unidad es la verdad básica de las Ciencias Ocultas, de la física y la metafísica. (…) La Unidad Absoluta es la razón suprema y final de las cosas. Por consecuencia, esta razón no puede ser ni una persona ni tres personas; es Razón y, sobre todo, Razón (razón por excelencia). El significado de la Unidad en la Pluralidad, en “Dios” o en la Naturaleza, solo puede ser aclarado por métodos trascendentales, por los números, así como por la correspondencia entre el alma y el Alma.» (La Doctrina Secreta, Vol. III, Helena P. Blavatsky)

«Una majestuosa Unidad reina en el Cosmos como una ley poderosísima. Solo los que respetan esta ley pueden cooperar verdaderamente con el Cosmos. Cuando la conciencia extrae tesoros del Espacio, el Imán se tensa. El tesoro contiene energía impregnada de Unidad. Por lo tanto, cada simiente del espíritu debe sentirlo; pues pertenece a la Unidad del Cosmos, que comprende la totalidad del poder creador cósmico. La Ley de la Unidad es inmutable en su infinita diversidad. Solo observando esta ley, se puede construir, porque cuando la atracción crea, el poder fundamental que actúa es la Unidad. La capacidad universal de crear es ilimitada gracias a la Unidad.

Solo se construye por esta ley, pues cuando existe atracción, el poder que reside en la acción es el Uno. ¡A través de esta Unidad la capacidad de creación del Cosmos es ilimitada!» (Infinito II, § 48, Agni Yoga)

«La totalidad del Ser descansa sobre la Unidad. La ley de funcionamiento es tan maravillosa que cualquier construcción universal depende de ella. En todo reúne las partes, uniendo las que pertenecen entre sí. Es la Corona del Cosmos.» (Infinito II, § 49, Agni Yoga)

«Una idea domina todas las ideas: UNIDAD. De hecho, es de naturaleza cósmica, no solo solar. Rige todas las ideas de cualquier Sistema. Es absoluta e innegable. Cada ente vital es su propia criatura, y vive en cada una de ellas. La unidad es omnipresente y anula las separaciones. Por estas razones, es la más sagrada de las ideas y de las cosas.»

«Ante todo, la unidad es la máxima Potencia. Crea lo que es consonante y destruye lo que es discordante. Reúne y dispersa. Él es el Señor tanto de lo inmanifestado como de lo creado. La unidad es Número. Es el origen de la aritmética y del Sonido. Porque es potente, es inviolable.» (Dispense del 3° Settennio. Del Numero, Enzio Savoini; texto inédito, mayo del 2002)

 «La Unidad absoluta es el Ideal supremo, el último solucionador de cualquier problema, porque anula las separaciones que los causan. Reúne a los individuos en familias; y estas en pueblos, razas, especies, sociedades, hasta llegar a la unión general.

Para expresar su poder ilimitado y todas sus virtudes, se manifiesta al infinito; y es adorada. En efecto, la adoración corresponde a la Unidad, que es el Bien sagrado, el refugio seguro. Es adorada de diferentes formas y con diferentes cultos, los primitivos o evolucionados; pero la adoración como tal es un solo acto. Desde la cumbre sagrada del Uno descienden los diversos ríos religiosos que riegan la conciencia. La búsqueda del ideal induce a leer el contenido de las formas, a penetrar en su significado; es una ascensión, tiende hacia arriba, apunta a la Unidad. La sexta virtud la busca y la encuentra en las cosas y en los acontecimientos. La Unidad se halla en todas partes, por eso es la Comunión general.» (Dispense del 3° Settennio. Partizione dell’Unità, Enzio Savoini; texto inédito, abril del 2002)

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6.1  PADRE: El Padre es el poder generador de la Vida.

El Padre fecunda a la Madre, la matriz, y da impulso a la formación de nuevos cuerpos en el Espacio, manifestados o no. A través del Padre, la Vida penetra en todas partes. «En las Enseñanzas más antiguas, la Trinidad —el Padre, la Madre y el Hijo— fue reconocida como la emanación de la “Causa superior eternamente oculta” o la “Causa sin Causa”. El Padre y la Madre son los principios masculino y femenino en la Raíz de la Naturaleza, o los polos opuestos en todas las cosas, en cada plano del Cosmos. Son Espíritu y Sustancia, que engendran al Hijo. (…).» (Cartas I, Helena Roerich)

«El “Padre” y la “Madre” son los principios masculino y femenino en la Naturaleza-Raíz, los polos opuestos que se manifiestan en todas las cosas, en todos los planos del Cosmos —en un aspecto menos alegórico, o Espíritu y Sustancia, cuyo resultado es el Universo, el “Hijo”—. Ellos son “Uno de nuevo” cuando en la Noche de Brahmâ, durante Pralaya, todo en el Universo objetivo ha regresado a su causa una, primordial y eterna, para reaparecer en la siguiente Aurora —como sucede periódicamente—. (…) en la próxima Aurora manvantárica, que es el inicio de un nuevo Día, o de una nueva actividad de Brahmâ —el símbolo de un Universo.

En lenguaje esotérico, Brahmâ es Padre-Madre-Hijo, o Espíritu, Alma y Cuerpo simultáneamente; y cada carácter es símbolo de un atributo, y cada atributo, o cualidad, es una emanación graduada del Aliento Divino en su diferenciación cíclica, involutiva y evolutiva.» (La Doctrina Secreta, “Cosmogénesis”, Helena P. Blavatsky)

«El Seis desea la unión, y el UNO es su modelo eterno. El Seis tolera las separaciones formales, pero siempre reconocen la unidad real. Por lo tanto, es el mayor factor de unión.» (Las Metas Lejanas . E. S.)

«Utilizaré la palabra Vida para lo que se relaciona con el Espíritu, con la energía, con el Padre, con el primer aspecto de la Divinidad y con ese Fuego eléctrico, esencial y dinámico que produce todo lo que es, que es la causa sustentadora y originaria, la Fuente de toda manifestación» (Psicología Esotérica I, A. A. Bailey, vers. ingl., p. 18.

El Padre es también el unísono, la causa primigenia, el Centro, la Voluntad:

«El Unísono es un sonido que se repite, que vibra consigo mismo.  En realidad, no es un intervalo, pues no tiene duplicidad; sin embargo, es el verdadero generador de todos los demás intervalos. Es el Uno. Sus cualidades son la afirmación, el mando, el poder. Es el Origen manifestado. Es la primera Causa. Su energía es creadora y destructiva. Crea los otros intervalos y destruye las formas cristalizadas. Es el primer impulso, pero frena y detiene todo lo que se le opone. Es la base de todo movimiento y es lo que bloquea el movimiento. Es el signo de la orientación correcta, del camino que discurre entre los contrarios. Es un rayo de luz perforante. Es una espada que divide, corta y devuelve la sencillez a la vida. Es un estímulo, un llamamiento, una advertencia.

Es el Padre; es el Justo; es el Cielo. Es el Centro.» (Armonica. Prima parte, Enzio Savoini. Traducción libre, resumida, con comentarios de Lehrbuch der Harmonik de Hans Kayser; texto inédito, 1980)

«Pregunta a un compositor si le gustan los coros y las sinfonías en unísono. Te dirá que tu pregunta es absurda, porque no existe una sinfonía en unísono. Para lograr una nueva tonalidad, el compositor está dispuesto para introducir el instrumento más inesperado. Lo mismo ocurre en la formación de un grupo: no te sorprendas por la aparente diversidad de los miembros. No se agrupan ni por nacimiento, ni por hábitos, ni por errores; el contacto entre ellos está en la mente. Están unidos en un coro por el espíritu, que es imponderable, invisible e inaudible. Por lo tanto, no hay que culpar a nadie por el timbre de su voz: lo que importa es su cualidad.

Es bueno darse cuenta de que la cualidad siempre puede mejorar si hay disciplina mental.» (La Hojas del Jardín de Morya III, § 331, Agni Yoga)

 «Al escuchar cualquier fragmento de sonido, no lo rechaces, pues cada uno puede aumentar las posibilidades de la humanidad. Poco a poco, las palabras desconocidas pueden llegar a pasar. Esto no debería sorprender si se recuerda que en el pasado, cuando se acercaban los plazos, se ampliaban las conciencias.» (La Comunidad de Nueva Era, §29, Agni Yoga)

Que resuene este unísono —el generador de la vida— en el origen de todo:

«La simiente del Gran Silencio conduce al conocimiento del Gran Servicio.» (La Hojas del Jardín de Morya I, §360, Agni Yoga)

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Con un solo corazón, con una sola voz, afirmemos juntos en coro:

¡Que haya la Unidad!

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Este artículo se publica en concomitancia con la conjunción de Marte (6.o Rayo) y Plutón (1.er Rayo).

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