El equinoccio del 23 de septiembre del 2022; 03:05 horas CEST.
Carta heliocéntrica
Carta geocéntrica
Fórmulas sintéticas:
La Belleza del Ser es la Religión del Cielo. (Heliocéntrica)
No hay amor sin armonía, ni armonía sin amor. (Geocéntrica)
En esta última etapa del Ritmo planetario anual [1] ocurre la espléndida alineación Tierra-Mercurio-Sol, en el eje equinoccial Libra-Aries, el Omega y el Alfa de la Evolución de la Conciencia planetaria, el Camino Medio entre el Ser y el Devenir, entre el Espíritu y la Sustancia.
Mercurio (4.o Rayo), el Señor del Camino Medio, de la Armonía y la Música celestes, es el Agente de transmisión de las energías del primer signo Aries, en lo que concierne a los discípulos e iniciados (regente esotérico); es la Mente iluminada la que ahora afirma:
La Belleza del Ser es la Religión del Cielo.
Y el Cielo se hace eco de esta Verdad de forma poderosa, gracias a la Presencia —a ambos lados de esta Dirección iniciática— de Neptuno (6.o Rayo) en Sus Aguas profundísimas de Piscis y de Júpiter (2.o Rayo) tronando en Aries, como sus guardianes y garantes: La Belleza es el signo de la unión y es el esplendor de lo Verdadero; cantan a las dos Grandes Madres solares.
La Jerarquía planetaria en lo alto (Júpiter, regente esotérico de Acuario, Signo de la Jerarquía o Centro del Corazón planetario, ahora en Aries) atrae hacia el Fuego de la Hermandad; la conciencia de masas en lo bajo (Neptuno, regente esotérico de Cáncer ahora en el Signo de la Humanidad, Piscis) enseña que:
No hay amor sin armonía, ni armonía sin amor.
En el nivel heliocéntrico o causal superior, las dos Luminarias de la Batalla —Saturno en el Signo de lo Nuevo (Acuario) y Urano en el Signo de los Constructores en la Luz (Tauro)— por fin ya no están más en conflicto; mientras que en el nivel geocéntrico su cuadratura persistirá hasta finales de año.
Por lo tanto, si en lo alto la Reconstrucción armoniosa procede sin obstáculos (los sextiles con Plutón y trígono Urano-Venus en Virgo), en lo bajo los cuernos de la batalla siguen proclamando la alerta, confirmada por las oposiciones geocéntricas Júpiter-Mercurio/Sol y Neptuno-Venus, en cuadratura con Marte. Para descubrir el Amor como el único Camino, el precio/el medio kármico parece ser todavía la estridencia de la desarmonía y la separación mental. Pero los hermosos trígonos y sextiles con Urano, Plutón y Saturno muestran ser una cometa para elevarse de las viejas tensiones del egocentrismo lunar (la Luna en Leo, quincuncio; en las cartas, las líneas verdes), así como de los residuos materialistas y psíquicos de esta era pisciana tardía; la oportunidad profunda de estos tiempos graves y severos es reinventar la propia identidad planetaria como una Humanidad Una, como un centro planetario de la Comunidad solar y cósmica.
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Desde el Mundo de las Causas, desde el plano de la Mente iluminada, como Constructores en la Luz, sigamos pues el Plan supramundano y sus Ritmos creadores, sus Fechas más propicias para afirmar el Futuro de la Hermandad universal.
Escuchemos e imitemos la sinfonía y la danza celestes de la Comunidad solar y afirmemos su poder resolutivo en el mundo del Ser:
Vídeo de las Conjunciones/Direcciones causales del 4.o trimestre del 2022.
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El Ser es la Comunión.
[1] Ver los comentarios acerca de los cielos de los ciclos trimestrales anteriores: el solsticio de diciembre del 2021, el equinoccio de marzo del 2022 y el solsticio de junio del 2022.