Hoy, 9 de octubre, celebramos la décima de las 12 Festividades de la nueva Religión Mundial, el Plenilunio de Libra (a las 22:54 horas CEST). Es la festividad orientada a afirmar la Voluntad de equilibrar el Espíritu y la Materia, conectada con el Misterio de la Ley, la emanación del Orden. [1]
En concomitancia con los Fuegos celestes, idealmente unidos a todos los que en todo momento y en todo lugar trabajan por el Bien común, como Discípulo planetario —la Humanidad Una—, emprendemos el décimo paso, guiados e iluminados por las energías de Libra, que expresa, en el actual ciclo de precesión, el 3.er Rayo puro: la Inteligencia creadora.
El interludio, el equilibrio entre los opuestos, la justicia, el derecho, son las claves de Libra, cuyo lema ascendente reza: «Elijo el camino entre las dos grandes líneas de fuerza».
«(…) Libra es uno de los brazos de la Cruz Cardinal. (…) El significado de las energías que actúan en el Sistema Solar a través de los cuatro brazos de esta Cruz, es decir, las constelaciones de Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, puede ser resumida en estos cuatro términos: Creación, Manifestación, Legislación, Iniciación. (…)»
Para el Signo en cuestión, «(…) significan la realización del Plan según las leyes naturales y espirituales, con modalidades evolutivas; este es el propósito y la expresión de la evolución y revela constantemente la naturaleza de Dios, pues las leyes que rigen este sistema solar manifiestan las cualidades y el carácter de Dios. Es la Legislación, es decir, Libra en actividad. (…)»
Libra es un signo de aire, junto con Géminis (Cruz Mutable) y Acuario (Cruz Fija): «Estos tres Signos son sobre todo los signos de la Mente de Dios expresada en el hombre. Primero prevalece la mente inferior y se reconoce el Ser y el No-Ser, es decir, el dualismo esencial que está presente en toda la manifestación (Géminis). Pero la mente superior crece continuamente en poder y afirma su control, y equilibra los pares de opuestos con la luz que se vierte en la mente inferior (Libra); entonces el Alma, el eterno Hijo de la Mente, se convierte en la síntesis definitiva, que concentra la mente universal (Acuario) y la relaciona con los dos aspectos inferiores de la Mente de Dios.» [2]
Las primeras palabras del Rito de Libra, contenidas en el Libro de los Rituales (en inglés), indican la esencia de la idea de una elección hecha con justicia:
«La elección correcta se hace permaneciendo en el Centro y desde el Centro donde no se puede errar.
La mirada se dirige al futuro, cuestiona, invoca.
Los caminos que van de aquí para allá desaparecen; el Camino Medio aparece luminoso, áureo, infinito, por el que se puede llegar a todos los lugares sin hace movimiento alguno.»
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Hoy, en este Plenilunio, en el que estamos inmersos en las Energías Causales del Signo del Equinoccio de Septiembre, imprimimos en el Espacio:
La Voluntad de equilibrar el Espíritu y la Materia.
Citamos dos pasajes que resumen magistralmente este concepto:
«En relación con la unidad humana, el secreto de la liberación reside en el equilibrio de las fuerzas y de los pares de opuestos. El Camino no es más que la delgada línea que separa estos pares de opuestos, que el aspirante encuentra y pisa sin inclinarse nunca hacia un lado u otro.
Siempre se ha de tener en cuenta que cuando estos opuestos hayan sido discernidos y cuando un hombre haya aprendido el equilibrio perfecto de las fuerzas de su propia naturaleza, cuando haya encontrado y se haya convertido en el propio Camino, podrá trabajar con las fuerzas del mundo, mantener el equilibrio de las energías en los tres planos de la personalidad y convertirse en colaborador de los maestros de Sabiduría.» [3]
«La asimilación de las energías superiores, debido a la evidente tensión, puede dar forma a nuevas energías. El espíritu y la materia se perfeccionan mutuamente. Cuando la corriente de la voluntad, llena de tensión, acelera su movimiento, la materia es absorbida por el espíritu, y entonces se cumplen las funciones de un creador espiritual; las formas se refinan. El fuego del espíritu tiene el mismo poder del que funde los metales. (…) El espíritu que anhela hacer incandescente su propia energía se vuelve capaz de fundir la materia. ¡Qué formas y dimensiones puede fusionar, de toda la materia espacial y de nuestras vidas! (…)» [4]
Sentimos en nosotros una profunda instancia de justicia, de la que Libra es la correspondencia celeste, que nos empuja progresivamente a tomar decisiones evolutivas, que son siempre precursoras de la innovación y el refinamiento del aspecto formal. La conciencia, o la correlación entre el espíritu y la materia, alcanza así condiciones de equilibrio siempre dinámicas, disposiciones temporales ordenadas de energías que son el resultado de comprensiones y visiones cada vez más amplias: se intuye la unión entre el Espíritu y la Materia, como la unión de los Orígenes y el Universo; sobre la base de la única elección contingentemente posible, se experimenta alguna percepción de la Unidad eterna del Todo.
Urano, que expresa el Séptimo Rayo de Orden y Magia Ceremonial, es el regente esotérico de Libra: es el maestro en el trabajo de la materialización de lo que ha de manifestarse, uniendo el espíritu y la materia; es el maestro en el trabajo del refinamiento energético, la conciencia oculta unificadora que transmuta el Principio inferior, atrayéndolo poderosamente hacia lo superior. [5]
Es Urano el que conecta Libra con el signo opuesto, Aries (del que es regente jerárquico) y con Acuario (del que es regente exotérico), el signo de la Nueva Cultura y la Nueva civilización que se fundará en la Hermandad.
«Cuando el nacido en Libra haya asimilado las delicadas armonías de Venus, entonces comenzará a responder a otra vibración, la de Urano. La afirmación bíblica que describe este impulso se expresa en las siguientes palabras: “He aquí que yo hago nuevas todas las cosas”.» (…) [6]
Las últimas palabras del Rito de Libra citadas anteriormente, contenidas en el Libro de los Rituales (en inglés), nos conducen aún más hacia:
El Misterio de la Ley.
La Ley es la emanación del Orden. [7]
«El Camino Medio construye el Orden, y el Orden traza el Camino Medio. Así, las fórmulas manifiestan las formas, y estas entregan las fórmulas. El Camino Medio es el Infinito. (…)»
El mismo Autor ilustra estas palabras de la siguiente manera:
«Libra es rica y generosa con los dones. Su séptima cualidad otorga la Regla del Arte, otra forma de decir la Ley divina, que es posible y apropiada para seguir en todas las actividades prácticas diarias.
Este último concepto expresa la verdad de que las Fórmulas (entes interiores) causan, construyen y rigen las Formas (entes exteriores), y que, por lo tanto, también debe ser transitable el camino inverso, es decir, el que se remonta de estas a aquellas. Y esta frase demuestra, de otra manera, la función del ritual y la ritualidad, que en todo expresa la Ley.» [8]
He aquí una definición precisa de la esencia de la ley:
«(…) Una ley presupone un ser superior que, dotado de propósito y coadyuvado por la inteligencia, coordina sus fuerzas de tal manera que lleva a cabo un plan preestablecido. (…) Cuando, habiendo entrado en contacto con el Yo superior, el hombre participa del conocimiento de la meta real y, al ascender a la montaña de la visión, su perspectiva cambia para abarcar un horizonte más amplio; se da cuenta de que la ley no es más que el impulso espiritual y la manifestación vital del Ser en el que vive y se mueve. (…) Entonces, comienza a aplicar la ley, es decir, a pasar por sí mismo con sabiduría, amor e inteligencia, todo ese impulso espiritual al que su organismo es capaz de responder, transmitirlo y utilizarlo. (…)» [9]
«El propio símbolo de Libra, la balanza, deriva en realidad del símbolo de la Ley de la unión polar: dos esferas de fuego unidas por un triángulo de fuego, que representa así la triple interacción entre todas las estructuras atómicas.» [10]
«La humanidad ha elaborado muchos estatutos jurídicos, pero nunca ha llegado a promulgar la más inmutable de todas: la ley cósmica. Sin embargo, es fácil ver su frecuente aplicación y las directivas que impone a la vida. (…) Quien actúa de acuerdo con esta ley inmutable puede cruzar incluso los abismos más peligrosos. Es una autoridad legítima y total, que podría llamarse jerárquica, pero si se le añaden las propiedades de las luminarias y los perfiles de los Mundos lejanos, es correcto denominarla ley cósmica.» [11]
Consideramos que es a través del Séptimo Rayo que el Orden supremo de la Creación está compuesto jerárquicamente por órdenes septenarios de Conciencias, Energías y Sustancias.
Un pasaje de Agni Yoga nos advierte: «(…) No escribas las leyes sobre pergaminos muertos, que el primer ladrón puede robarlos. Pero llévalos en espíritu, y el aliento de la Benevolencia te elevará ante la Rueda de la Ley, iluminando tu camino. (…)» [12]
Es un cariñoso llamamiento para que todos asumamos la responsabilidad de ayudar a crear una nueva cultura basada en valores espirituales, centrada en el plano intuitivo, y en un orden futuro tejido de libertad.
Consideremos de nuevo cómo el séptimo Rayo que impregna Libra a través de su regente esotérico, Urano, juega un papel decisivo en la virtud creadora y en la construcción de formas de pensamiento poderosamente radiantes inspiradas por el Mundo de las Ideas, y cómo se nos ha dado —un regalo mágico— la facultad de elegir vivir de acuerdo con las Leyes y los ritmos celestes, es decir, ritualmente.
«Los Servidores del Fuego pueden afirmar nuevos principios. (…) La puesta en operación de la Ley del Derecho cósmico inaugura la Nueva Época, una época de Equilibrio y Belleza. El empeño en crear nuevas y grandes fórmulas permitirá a la humanidad desarrollarse magníficamente.» [13]
Concluyamos con una visión:
«(…) La Era de Acuario está representada por un hombre que lleva sobre sus hombros un jarro tan lleno que el agua se desborda, sin disminuir de nivel. El símbolo de la Ley del Servicio es muy similar, con la única diferencia de que el hombre se mantiene en perfecto equilibrio, con los brazos extendidos sobre la cruz y el jarro sobre la cabeza. Esta diferencia posee un profundo significado. El jarro de agua sobre los hombros simboliza el peso del servicio. No es fácil servir. (…) El hombre con el jarro sobre la cabeza representa la fuerza regulada, la calma, el equilibrio. La comprensión de la Ley del Impulso Magnético le preparó para lograr eso. Es la Ley de la Unión Polar, cuyo símbolo dio origen al signo zodiacal de Libra: equilibrio y servicio. Estas son las dos expresiones de la Divinidad que representan el próximo gran objetivo. (…) [14]
[1] Este año 6.1, el primero de un período de siete años consagrado a la Idea de una Nueva Religión Mundial, pretendemos celebrar las fechas de los Plenilunios, las «puertas» sagradas de alineación y sincronización entre los tres símbolos celestes de la manifestación humana (Sol/Alma, Tierra/Personalidad, Luna/Cuerpo) y la manifestación planetaria (Jerarquía planetaria, Humanidad, Reinos inferiores), asociándolos con 12 Misterios e Ideas/Formas, correspondientes a las energías causales de cada Signo del Zodíaco, en virtud de que, para la perspectiva esotérica, el Corazón del Cielo es el Gran Maestro de Maestros.
«La sucesión de los Misterios encarnados en cada signo del Zodíaco será esclarecida por el Cristo, porque la conciencia de la humanidad actual exige algo más exacto y más real espiritualmente que la astrología moderna, o el pseudoocultismo tan difundido hoy.» (La Reaparición de Cristo, A. A. Bailey, p. 111, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 127).
[2] Astrología Esotérica, A. A. Bailey, pp. 184-6, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., pp. 239-242.
[3] Tratado sobre Magia Blanca, A. A. Bailey, p. 215. Ed. Sirio; vers. ingl., p. 225.
[4] Infinito I, § 42, Agni Yoga.
[5] «El rayo ceremonial ha sido llamado a menudo “el matrimonio ritual del Hijo”, porque en este rayo el Espíritu y la materia pueden encontrarse y unirse.» Tratado sobre el Fuego Cósmico, A. A. Bailey, p. 719, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 909.
[6] Los Trabajos de Hércules, A. Bailey, p. 61, vers. ingl. p. 64.
[7] [Fórmula 1.5 del Lambdoma Orden (solo en italiano)
[8] Primer Vértice, Il Sistema solare nello spazio, ed. Nuova Era, 2016, p. 85 (libro en italiano).
[9] Tratado sobre Magia Blanca, A. A. Bailey, pp. 28-9, Ed. Sirio; vers. ingl., pp. 11-12.
[10] Tratado sobre el Fuego Cósmico, A. A. Bailey, p. 951, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 1220.
[11] Mundo del Fuego II, § 454 [alias Mundo Ardiente II], Agni Yoga.
[12] Hojas del Jardín Morya II, § 233, Agni Yoga.
[13] Mundo del Fuego III, § 162 [alias Mundo Ardiente III], Agni Yoga.
[14] Psicología Esotérica II, A. A. Bailey, p. 103, Ed. Sirio; vers ingl., p. 120.