3.4 – 4.3 Color y Rayo

Extraído del Lambdoma de La Génesis de las Ideas:

3.4 COLOR: El Color es el velo iridiscente de la Vida.

4.3 RAYO: El Rayo es la dirección vital del Centro.

Esta polaridad de ideas expresa y realiza la correlación primaria entre:

3.3 LUZ: La Luz es el movimiento rítmico del Fuego.

y

4.4 MODELO: El Modelo es el reflejo de la Vida.

La Vida conquista todos los rincones espaciales, y da lugar a la Manifestación mediante un impulso ardiente que se manifiesta como Luz (Primera Parta y Segunda Parte) y su movimiento rítmico y cíclico; y lo hace así como el «lápiz» que traza las psicogeometrías en la sustancia. Esta operación creadora es, a su vez, el Modelo para toda creación posible, en cualquier nivel, ya que a través del Modelo se puede  ver el reflejo de la Vida y de sus estructuras internas.

Por lo tanto, la Luz y el Modelo se entrelazan y se despliegan en el Espacio diseñando arabescos de formas con la ayuda de sus vehículos, el Color y el Rayo.

Desde el núcleo central de la Vida, discontinuo e irradiante, los Rayos —las Luces primordiales— parten como un haz iridiscente, y se lanzan al Infinito embebiéndolo con el fuego vital y creador del que están impregnados.

«(…) un Rayo (…) contiene en sí el poder de generar y concebir.» (1)

«Estos [Rayos] son líneas rectas, que pueden ser definidos como curvas de radio infinito y, por lo tanto, absoluto. En el Infinito, la línea y la circunferencia son una misma identidad geométrica. Su aparente diversidad solo se debe a que los rayos, o las líneas rectas, tienden al Infinito espacial y a la multitud, mientras que la circunferencia tiende al Uno, al Centro absoluto. Aquellos parten del Uno y vuelan al Infinito; en cambio, esta parte del Infinito y se precipita en el Uno. Los rayos nacen de la Unidad central y no poseen Número; la circunferencia nace de los muchos y es una sola.» (2)

El abrazo incesante entre los Rayos y las conciencias —un precursor de la iluminación— encuentra su significado en la correlación áurea que podemos establecer entre nosotros y la Jerarquía, entre nosotros y las Estrellas.

«Piensa en las estrellas, que continuamente vierten luz sobre la humanidad. Sean así, y den amor, sabiduría y conocimiento.» (3)

«Sean como un rayo de sol, sean como el canto de los pájaros.» (4)

«Pero, ¿dónde se hallan los recursos del gozo? Ciertamente no en el mercado, sino junto al rayo de la Luz, en el gozo de la Jerarquía.» (5)

«El Rayo del Cristo nutre la Tierra, al igual que el Arcoíris del Buddha afirma la ley de la vida.» (6)

Y es la Luz la que se convierte en la mensajera de la Vida palpitante del Centro, pintando en la paleta del Espacio los colores que revelan su gloria y armonía inherentes. De hecho, el color es «ese velo iridiscente de la Vida que es la Belleza en su estado más puro, y es el camino que conduce a la creación de vuelta a la Realidad primigenia.» (7)

«Cuando el Logos pronunció la gran Palabra cósmica para este sistema solar, se produjeron tres corrientes de color, que se dividieron casi simultáneamente en otras cuatro, formando así las siete corrientes de color a través de las cuales es posible la manifestación. Estas siete corrientes de color fueron el producto de la meditación logóica. El Logos meditó, ponderó, concibió mentalmente, formó un mundo ideal y lo construyó con base en la materia pensante. Entonces, nuestro universo objetivo destelló, radiante con los siete colores.» (8)

Así, los Colores tejen el Manto de la Madre del Mundo y, mientras ocultan su poder a los que no pueden “ver”, revelan al Ojo interior el poder que sostiene el cosmos, lo ordena y lo mantiene unido en una Comunión de luces, pues «cualquier fealdad se pierde en los rayos del arcoíris». (9)

«El color es “lo que oculta”. Es simplemente el medio objetivo por el que se transmite la fuerza interior; es el reflejo en la materia del tipo de influencia que emana del Logos y que ha adentrado hasta en lo más denso de su sistema solar.» (10)

Así, la Luz y el Modelo rigen; así, el Color y el Rayo tejen la Manifestación en un arcoíris de posibilidades creadoras.

Siguiendo la indicación sugerida por las raíces etimológicas, podemos ver en la obra de estas dos energías el despliegue ígneo del impulso vital y el velo envolvente que cubre el resplandor deslumbrante de la Vida; podemos ver, por fin, el séptimo y luminoso camino que parte del Centro y vuelve al Centro, recorrido sin cesar por los Peregrinos que tienen vida y respiro en el Uno.

Avancemos con coraje hacia la Luz,

siguiendo el Rayo y el Color,

los Modelos eternos de la Vida.


Notas:

Este artículo se publica en concomitancia con la conjunción de Saturno y Mercurio (3.er y 4.o Rayos) en Acuario.

  1. Qué es la Teosofía, Helena P. Blavatsky.
  2. Dispense del 3° Settennio. Lezione di geometria, Enzio Savoini; documento inédito, abril del 2003.
  3. Hojas del Jardín de Morya, “Llamamiento”, Tomo I, § 323, Agni Yoga.
  4. Ídem, § 163,
  5. Mundo del Fuego I, § 298, Agni Yoga.
  6. Hojas del Jardín de Morya, “Iluminación”, Tomo II, 314, Agni Yoga.
  7. Consultar La Génesis de las Ideas, p. 5.
  8. Cartas sobre Meditación Ocultista, A. A. Bailey; vers. ingl., pp. 205-206.
  9. Hojas del Jardín de Morya, “Iluminación”, Tomo II, 322, Agni Yoga.
  10. Cartas sobre Meditación Ocultista, A. A. Bailey; vers. ingl., p. 211.

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