Saturno (el Señor de la Luz y de la Inteligencia creadora) hoy se expone a la mirada del Sol (1), al sumergirse en las profundidades de las aguas de la sustancia, en el océano maternal, inspirador y salvador de Piscis.
En perfecta consonancia con este paso celeste, nuestras miradas también se dirigen al Cielo y acogen la luz irradiada por esta Luminaria: «Concentrar la mente en Saturno significa asomarse al núcleo de la Inteligencia motora del complejo solar. De él parten las órdenes y los planes escalonados y secuenciales que llevan a cabo la voluntad del Sol/Vulcano: es el verdadero centro de operaciones de la flota espacial.» (2)
Saturno planifica, proyecta, elabora y ordena el Plan del Logos solar y, al tender inflexiblemente hacia la Meta en danza concordante con sus Hermanos, libre pero colaborando, aporta todas las actualizaciones indispensables para su concreción, adaptando el avance al contenido energético del Sistema Solar, pero sin olvidar nunca las Leyes cósmicas que han trazado el Camino que se ha de seguir.
«(…) esta Luminaria no es solo el Legislador, sino también el Proyectista de la evolución solar. También puede decirse que es el Navegante, el Oficial de navegación, el encargado de establecer las órbitas y, por lo tanto, todas las maniobras de la flota de las naves espaciales, que les permite alcanzar, en orden exacto, las innumerables etapas dispuestas para la travesía hasta el Puerto final.» (3)
Incluso la etimología de del término ‘Saturno’ nos recuerda este trabajo incesante de esta Luminaria que, como un Sembrador celeste, lanza al Espacio las simientes del futuro. Su mano actúa cíclicamente, distribuyendo de modo alternado, con plenitud y sabiduría, esas Ideas de luz que se revestirán de materia, floreciendo en anillos concéntricos de respuesta al Llamamiento, libre y conscientemente.
«El movimiento rítmico es el agente que une el principio con el final:
es el uso libre, inteligente y creador del Espacio y del Fuego.
Pero la libertad de circulación tiene una ley, de la que no escapa ningún proceso,
so pena de detenerse: es la ley de la Espiral, que siempre renueva todas las fases
y coloca el final por encima del principio, sin separarlos jamás.
Este es el signo de la Inteligencia divina, el tercer Fuego.
Yo soy la Luz, que es el movimiento rítmico del Fuego.
De este modo, ilumino el camino hacia arriba.» (4)
En su incansable avance por las vueltas del Zodíaco, hoy Saturno cruza la puerta de Piscis, el Signo que hace triunfar la resplandeciente Luz de la Vida, eliminando para siempre las tinieblas de la materia.
La atracción y repulsión simultáneas entre el alma y la personalidad —indicadas en el glifo de Piscis, representado por dos peces que nadan en direcciones opuestas, pero que están unidos por un cordón— simboliza el contexto en el que las conciencias experimentan la encarnación y la posterior abstracción del mundo formal.
A través del sacrificio (sacrum facere) del yo inferior, el Yo superior emerge triunfante de las aguas de la muerte y se eleva a la luz excelsa con todo el poder del Amor y la Compasión; la unión mística con el Uno en la Casa del Padre está matizada por la fría y clara Luz de Saturno, que rompe los límites materiales inicialmente levantados y, luego, los disuelve en el esplendor de la adhesión al Plan.
El abrazo de luz entre Saturno y Piscis revela otro paso del Plan de Salvación que llevará a cada conciencia a fusionarse con el Uno; el camino recorrido por los Peregrinos, con la ayuda de estas energías celestes, asciende, vuelta tras vuelta, hacia planos cada vez más sutiles, cada vez más transparentes, cada vez más libres de las sombras proyectadas por las formas.
«La perseverancia es necesaria para los que luchan en el camino del ascenso. Aquel que cumpla de todo corazón Nuestras peticiones sintonizará su oído con la armonía del Universo. (…) Te revelo la gran escuela de la vida. Midiendo los caminos de los hombres puedes hacerte sabio. Que no desfallezca tu anhelo puro, y así Yo te conduciré por el camino de los elegidos. No vaciles, no te demores en la lucha.» (5)
«Mientras llueven tantos dardos de fuego, la humanidad debe emprender sin reservas el camino de la salvación que las Fuerzas de la Luz le señalan. Se envían corrientes de Fuego para ayudar al mundo; pero deben ser acogidas en espíritu y corazón. En el camino al Mundo del Fuego es imperativo reconocer el poder que se ofrece para la salvación del hombre.» (6)
Saturno en Piscis muestra, pues, el Camino hacia ese mundo sin forma en el que las separaciones, las distancias y las divisiones pierden su consistencia, donde la sustancia se purifica y se ilumina para recobrar su transparencia original, y donde la gloria imperecedera del Uno encuentra su hogar más profundo y central.
Saturno, el Pensador cósmico, en la sustancia de Piscis nos insta a aprender a «pensar por Amor». El pensamiento, la palabra, el conocimiento, no son un fin en sí mismos, sino que proclaman el poder del logos, de la Palabra creadora que ha dado forma manifestada a Su Idea suprema y que despliega los Rayos del Amor, de la Belleza y de la Verdad para rasgar los velos ofuscadores del egoísmo, del miedo y del separatismo.
«En todo pensamiento puro se halla la Gloria de Dios.» (7)
«La mente está simbolizada por el Fuego.
El pensamiento ardiente es conocimiento,
que proviene del Mundo del Fuego.» (8)
Todo el Espacio está dispuesto a acoger los «decretos inaprehensibles» de Saturno que, como vehículo del Tercer Rayo, hace sonar el Plan solar según vibrantes senderos de Luz: «Los equitonales (9) del 3.er Rayo (…), emitidos por el Creador a través de Saturno, irradian en el mundo de las Ideas, y transmiten impulsos de renovación y renacimiento. Constituyen un sistema sensible, análogo al sistema nervioso del cuerpo humano, que distribuye órdenes, disposiciones, estímulos luminosos. Las ideas están vivas; por lo tanto, son pulsantes. Consecuentemente, deben tener un sistema de centros que reaccione a los impulsos. Los equitonales del 3.er Rayo, por lo que ahora podemos comprender, tienen la función de ajustar la configuración de las Ideas a las incitaciones que Saturno emana en el Espacio. (…) A fin de poder comprender cómo funciona el Sistema Solar, es necesario, y suficiente, pensar lo que piensa la tercera Luminaria, la Maestra del Pensamiento. La infinitud de las Ideas es el campo de pensamiento de Saturno.» (10)
El Espacio del Sistema Solar es así irrigado por corrientes de Luz que emanan de Piscis desde donde Saturno irradia el resplandor del Pensamiento creador capaz de construir por el Amor; y no hay acción más “sagrada” que elevar la sustancia al resplandor de la luz espiritual, liberando de los grilletes de la materia al Cristo que se oculta en las profundidades del seno de la sustancia.
«El corazón solo, vestido únicamente de amor,
se vincula con las Fuerzas superiores.
El tejido del amor es el más sagrado de todos.» (11)
«En la Batalla cósmica defiendan lo sagrado,
afirmen el principio que es la base de la Existencia,
expriman lo que construye la vida del futuro.» (12)
Es la invocación que sube desde los corazones de la Humanidad hacia el Cielo para que la Luz «descienda en la Tierra»; esto halla su imagen más evidente y brillante en Saturno. «Un punto de Luz brilla en el firmamento: es Saturno, el Señor del 3.er Rayo. Crea y (…) difunde el quinto Principio, la mente divina.» (13)
«La Mente del Cosmos es omnipresente.
Su ley rige en todo el Espacio.
Son incalculables los efectos y las combinaciones siempre cambiantes.
El principio del Ser rige desde el quimismo de las luminarias
hasta las funciones de las expresiones vitales.» (14)
El Servidor planetario vuelve su espíritu hacia el único centro de evolución que pulsa en la grandeza del Infinito, el Ser Total, para extraer del Cáliz del Salvador Solar la fuerza de vencer e irradiar ese poder de gloriosa belleza al servicio del nuevo Plan de Salvación.
«La única salvación consiste en volver el espíritu a la luz de lo Verdadero.»
(Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 2, Agni Yoga)
Notas:
01. El artículo de hoy celebra la entrada heliocéntrica de Saturno, el Arquitecto solar, en Piscis.
02. Primer Vértice, Il Sistema solare nello spazio, ed. Nuova era, 2018, p. 116 (libro solo en italiano).
03. Ídem, p. 119.
04. Rituali ’92, Enzio Savoini (documento solo en italiano).
05. Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 5 y 164, Agni Yoga.
06. Mundo del Fuego III, § 378, Agni Yoga.
07. Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 254, Agni Yoga.
08. Mundo del Fuego I, § 429, Agni Yoga.
09. En el campo de la Ciencia de los Armónicos, el término “Equitonales” se refiere a aquellas líneas que, fluyendo desde el tono inmanifestado 0/0, conectan todos los intervalos sonoros de la misma cualidad. Ver aquí (artículo solo en italiano).
10. Primer Vértice, Il Sistema solare nello spazio, ed. Nuova era, 2018, p. 189 (libro solo en italiano).
11. Mundo del Fuego II, § 154, Agni Yoga.
12. Mundo del Fuego III, § 197, Agni Yoga.
13. Primer Vértice, Il Sistema solare nello spazio, ed. Nuova era, 2018, p. 252 (libro solo en italiano).
14. Infinito I, § 28, Agni Yoga.