«Imprégnense de gozo, no por deseo, sino por el impulso del espíritu. Llénense de gozo, no por deseos ancestrales, sino por el mandato de toda tu conciencia, para crear ese hilo luminoso que conecta todos los mundos. Llénense de gozo, no por el éxito de las obras, que enseguida se desvanecen, sino porque saben lo que les espera y ya está marcado en las páginas del futuro. (…) Aprendan así que el gozo es una sabiduría especial.» [1]
Con gran habilidad, el Maestro del Agni Yoga nos enseña la Verdad y la belleza del Ser incesante. El gozo creador, logrado mediante la expansión de la conciencia, resplandece en el corazón y la mente del discípulo que, lleno de gratitud por la generosidad de la Enseñanza, avanza resueltamente. Con entusiasmo, ajeno a sí mismo y a sus limitaciones, entra en la corriente magnética de la alegría y se eleva para descubrir nuevas verdades.
«Saben que el poder proviene del gozo, incluso en los días difíciles. Hace algún tiempo dije que “el gozo es una sabiduría especial”. En verdad, el gozo debe ser observado, reconocido y comprendido. (…) El hombre tiene el gran don de saber lo que es el gozo. Tiene la frente alta para percibir lo más Elevado. Desde los mundos lejanos hasta la más humilde de las flores, todo ofrece gozo a la humanidad. Cada vez que el hombre se abre al gozo recibe nuevas dosis de fuerza y la tensión así generada le abre las puertas siguientes. (…) las chispas del gozo brillan para siempre. A través de Nuestras innumerables vidas Nosotros podemos afirmar que el gozo es inolvidable y es una fuente de poder. Feliz es aquel que puede afirmar su júbilo en el Mundo sutil. Si Nosotros decimos que «el gozo se apresura» es porque en verdad está cerca. (…) Búsquenlo por todas partes y recojan cada chispa de gozo.» [2]
«La Luz es Gozo.
Lo característico del gozo es el resplandor. No es alegría, que es tranquila e íntima; no es dicha, que es la suprema e indiferente. El gozo comunica, transmite, ilumina, es arrollador. Los rayos lanzan al Espacio el gozo penetrante de la Inteligencia divina. La naturaleza, bañada y tocada por esos rayos, se impregna de gozo; por eso florecen las plantas y las hiervas, cristalizan los minerales y sonríen el mar y el cielo. El gozo de vivir canta en los cachorros, en los niños, (…) y en el corazón de los ancianos, si han vivido bien.» [3]
La Inteligencia creadora es el gozo, la canción de la Luz.
Hoy un majestuoso y solemne coro de inteligencias creadoras irradia el Espacio con Gozo. como Como un solo coro celebremos la sinfonía luminosa de la alineación anual en el plano eclíptico de la Polaridad Sol-Tierra con la «Estrella del Individuo» o «Estrella de la Inteligencia» Alcíone, el «Sol Central» del Carro luminoso de Las Pléyades, —según la astrología esotérica— el Origen y pivote central de los Siete Sistemas Solares (el Septenario cósmico) de los que el nuestro forma parte. [4]
«Es precisamente desde las esferas de las estrellas, donde moran los Dioses de la luz, que la sabiduría desciende a las esferas inferiores. (…) En el sistema de los antiguos sacerdotes [Hierofantes y Adeptos], todas las cosas, sin excepción, Dioses, Genios, Almas [Manes], el mundo entero, se desarrollaban juntos en el espacio y en el tiempo. La pirámide puede considerarse como el símbolo de esta maravillosa jerarquía de espíritus.» [5]
Hoy, desde el pináculo de la pirámide del más elevado Cielo, la fuente inagotable de Gozo, la Estrella Alcíone, «el punto focal desde el cual y en el cual el Respiro divino, el Movimiento divino, trabaja incesantemente durante el Manvantara.» [6]. Con su sagrada Esencia de Tercer Rayo teje espirales de luces cósmicas, solares y terrestres para llevar a cabo el Plan divino. Chispas de gozo iluminan el Espacio y todo movimiento es conducido a la victoria. (…) Una sola chispa de energía superior tiene en sí misma un valor ilimitado; todo hombre posee una y como su portador está investido de una gran misión. Es el puente hacia el Mundo Superior.» [7]
En el Sistema solar, Saturno administra la Verdad, que es Luz; y como Planeta de 3.er Rayo tiene una relación especial con la Tierra con la que comparte el mismo sello energético de Inteligencia activa. El hombre está dotado del mismo principio para realizar el proceso constructivo de sacralización de la materia a través del camino evolutivo de la conciencia que, al consumir la experiencia concreta, adquiere una visión cada vez más inclusiva. El Gozo de la perfección ilimitada lo lleva cada vez más cerca de mundos lejanos y de todo el Cosmos.
«(…) debemos aprender a crecer con el gozo de la cercanía a la Hermandad Blanca, el gozo de la posibilidad de cooperar con Ella, el gozo de expandir y profundizar constantemente la comprensión de la vida y las leyes cósmicas operativas. (…) Por tanto, dejemos que el pensamiento de la existencia de la Hermandad ayude a abrir el corazón. Entonces, la cooperación no será entendida como un deber, sino como GOZO. (…) ¡Gloria al corazón, que todo lo abraza! (…) Llénense de luz y gozo. Recorran el camino del gran servicio a la humanidad y aplique siempre y en todas partes la medida del camino supremo; nunca pierdan de vista el gran principio de la CORRESPONDENCIA.» [8]
«(…) La esencia cósmica pone gozo en el corazón del hombre, en el corazón del Universo, en el corazón del Arhats. Al Portador de la sagrada prenda del futuro enviamos Nuestro Poder para coronar el camino terrenal.» [9]
La Luz que sacraliza este día con su movimiento rítmico de fuego cósmico impulsa y enfoca la creatividad de los Servidores planetarios que reviven en las mentes y corazones humanos el poder de la afirmación vencedora con la que el Maestro del Agni Yoga, en los años veinte, comenzó a «convocar a los Suyos» a través de un Llamamiento al mundo:
Yo soy tu Gozo.
El Llamamiento septenario [10] que el Maestro hizo resonar en la conciencia de la Humanidad aún vibra con poder y con Su eterna sabiduría estableció los fundamentos del Nuevo Mundo y señaló a los discípulos los baluartes para realizar el Ser según el poder creador de los Siete Rayos.
El Servidor planetario «(…) que sacrifica el yo inferior, pone toda su fuerza mental al servicio del impulso evolutivo. Acepta la espiral, es decir, acepta no volver nunca al mismo «lugar»; está en movimiento perpetuo y regular; es un eterno nómada celeste. No vive para sí mismo, sino para ejecutar voluntades superiores, por lo que coopera con el Universo. Yendo por líneas espirales, copia el movimiento planetario, solar, estelar. Es libre, fluye en el Espacio y, sin embargo, está centrado en el servicio. Es activo y a la vez indiferente. Provoca acontecimientos y no carga con ellos. Ha comprendido el SER y llena el Espacio con Gozo. [11]
«El Gozo del futuro está predestinada.» [12]
El Gozo será la nota distintiva de la era venidera, la gema preciosa de la nueva Religión.
«Se aproxima una era llena de nueva alegría y vida creadora, basada en una amplia cooperación entre los pueblos. Habrá un nuevo despertar y purificación de las Enseñanzas de todos los grandes Maestros. » [13] «Hasta ahora, el signo del Salvador ha sido la Cruz y la cualidad de la salvación ofrecida ha sido la liberación de la sustancia o del halago de la materia y de sus garras. (…) El futuro encierra en su silencio otras formas de salvar a la humanidad. El cáliz de sufrimiento y angustia de la Cruz se ha vaciado casi por completo. (…) El Gozo y la fuerza ocuparán su lugar. En lugar de sufrimiento, tendremos un gozo que producirá felicidad y, en última instancia, conducirá a la dicha. Tendremos una fuerza que solo conocerá la victoria y no admitirá la derrota. (…) “Después de las lágrimas viene el gozo y este gozo llega por la mañana”. Por ahora solo estamos en el amanecer —el amanecer de la Era de Acuario—. La marea llena de luz se eleva inevitablemente en su movimiento hacia nosotros.» [14]
En el resplandor de la Nueva Era, con nuestras mentes firmemente en la Luz y el talismán del Gozo en nuestros corazones, respondemos poderosamente al Llamamiento del Espíritu que llama incesantemente a los Trabajadores a la construcción del Templo futuro. Mantenemos viva la visión del destino humano firmemente unido a las Jerarquías divinas. «El verdadero destino de la humanidad (…) [es] introducir la nueva era de gozo, paz y síntesis espiritual: esa síntesis que llamamos hermandad. (…) La fe de muchos ha mantenido la puerta entreabierta. (…) Solo cuando la fe encuentra una expresión activa en el plano físico en la cooperación y el sacrificio correctos, la puerta puede abrirse de par en par y la intervención divina se hace posible. Solo cuando la visión y el sueño de la paz (…) den paso a la determinación de utilizar todos los medios posibles para alcanzar esa paz de forma práctica en el plano físico, las fuerzas espirituales internas estarán capacitadas para operar más activamente también en la Tierra.» [15]
Radiantes e impregnados de alegría nos esforzamos por un Futuro brillante. Afirmemos la victoria dl gozo. «(…) Nada puede resistirse a la alegría de la victoria. (…) El gozo es un logro. Por lo tanto, cultívenlo como lo harían con las flores más bellas. (…) el gozo (…) viene sobre los brillantes rayos alados de la Jerarquía. ¿Quién sabe de qué Fuente Infinita proviene el llamamiento al gozo? ¿Y cuántos saben que esta es ya la hora de su aparición? Pero la ley es inmutable y por eso el gozo es una sabiduría especial. ¡Qué antiguo es este dicho! Pero a medida que la espiral se despliega, poco a poco se hace real y comprensible. Del mismo modo florecen el corazón, la conciencia y la sabiduría del fuego. Uno no ve crecer la hierba, sin embargo crece, es evidente; y así es el gozo de la victoria. [16]
«¡Hermanos, reunámonos en el aula del gozo! La flor se ha abierto; se ha levantado la gran rueda. Nuestro Gozo desciende a los inframundos y se eleva a los Hermanos en el Supramundo. A la audacia dedicamos Nuestros cantos más bellos.»[17]
¡El camino de la Luz canta y los espacios infinitos resuenan! *
QUE MI GOZO ESTÉ EN USTEDES Y LA ALEGRÍA DE USTEDES SEA PLENA.**
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[1] Jerarquía, § 96, Agni Yoga.
[2], Cartas 12, 1938, Vol. II, H. Roerich, p.250.
[3] La Teoría de la Luz I, E. Savoini.
[4] Ver L’Ordine di Orione [solo en italiano]
[5] Antropogénesis, H. P. Blavatsky.
[6] Ídem.
[7] AUM, § 67, Agni Yoga.
[8], Cartas 18, 1937, Vol. II, H. Roerich, p.183.
[9] Infinito I, § 85, Agni Yoga.
[10] Yo soy tu Bienaventuranza
[11] Commenti Infinito II, E. Savoini, ed. Nuova Era, § 101-104.
[12] Cartas 1, 1935, Vol. II, H. Roerich, p. 6.
[13] Cartas 19a, 1934, Vol. I, H. Roerich, p.112.
[14] Los Rayos y las Iniciaciones, A. A. Bailey; vers ingl., pp. 234-3.
[15] La Exteriorización de la Jerarquía, A. A. Bailey, vers. ingl., pp. 256-7.
[16] El Mundo del Fuego II, § 258, Agni Yoga.
[17] Agni Yoga, § 10, Agni Yoga.
* AUM, § 78, Agni Yoga.
** Evangelio de San Juan, 15,9-11