La Siembra solar de TPS [1] pretende seguir «con aliento unido y ritmo unificado» las pulsaciones cíclicas causales y causantes de los Ritmos y Ritos celestes; levantamos los ojos al Cielo con el objetivo de reconocer y asistir, según el Modelo del Sistema Solar de la Astrosofía, a aquellas Señales que guían el avance evolutivo de la Conciencia planetaria y humana para la próxima fase del Plan solar.
Según esta comprensión, estos Signos o Direcciones entre el Cielo y la Tierra son, pues, las Fechas más propicias para introducir en el campo general de la conciencia las Simientes que se sincronizan con las Energías causales evolutivas; actuando como un grupo que es parte de los servidores del mundo, por medio de nuestra imaginación creadora, tratamos de imitar el sublime Arte de las Ideas, esas Potencias que producen precipitados para contribuir al “logro benéfico” del Plan planetario.
Análogamente a los antiguos constructores de los templos sagrados, dirigir la siembra de las Formas nuevas a las Direcciones entre los Formuladores celestes acompaña y ayuda a la precipitación armónica y consciente de las Energías espaciales, de las Ideas, según el Orden de sus Siete Rayos.
«La sustancia del Fuego del Espacio conduce a la conciencia humana. Si se admite que incluso los rayos lunares favorecen el crecimiento de las plantas e influyen en los objetos inanimados, se puede dar un paso más y admitir la virtud creadora de los rayos en general. Ciertamente, el sol, el dador de vida, satura todo el Universo; pero el conocimiento de que los rayos que fluyen imparten una energía consciente hará posibles los logros más ígneos. El Cosmos impone la uniformidad de tendencia a todo. Cuando la humanidad pueda percibir las vibraciones de las corrientes, descubrirá las múltiples transmisiones radiantes. Así es como el Universo otorga sus tesoros, y es inevitable que se concreticen. Hay que aceptar la aplicación espiritual como el impulso maravilloso y poderoso. La creación cósmica descansa sobre los cimientos del espíritu. Los descubrimientos se producen cuando hay una fusión armónica con un rayo cósmico. Los rayos procedentes de elementos heterogéneos aportan al hombre inmensas revelaciones.» (Infinito II, § 11, Agni Yoga)
Construir el Futuro a través de la imaginación creadora colectiva no solo es posible, sino que es obligatorio y poderosamente bello; el Taller del Pensamiento o la Simiente de TPS sueña con unas Nuevas Cultura y Civilización y con una Nueva Religión Mundial (que es el objetivo y el tema principal del actual Sexto Septenio, 2022-2028), al Servicio del Plan general de Evolución y de un nuevo Orden planetario humano.
Concretamente, en el actual ciclo de construcción o la primera etapa de 49 años (1987-2035) del Plan planetario de 49 Metas (Metas deducidas de las Enseñanzas ocultas y previstas para el avance evolutivo y consciente de la humanidad y el planeta en el actual tercer milenio), el 2024 corresponde a la etapa 6.3 – Comunión con el Mundo de las Ideas (por lo tanto, cada año corresponde a la afirmación de la Meta correspondiente y su siembra en la conciencia del grupo humano):
Este es el tercer año del Sexto Septenio desde que la energía informadora del Sexto Rayo de Idealismo abstracto fue asumida como la Energía primaria para sembrar los valores e ideales de unas nuevas Cultura y Civilización y una nueva Religión Mundial [2]: una cualidad reunificadora, sintética, que abstraer hacia la Esencia, propia del Mundo de las Ideas o de las Causas.
«El poder unificador del 6, sin obstaculizar la fuerza ascendente de las Ideas y sus producciones, garantiza la unidad del conjunto y por tanto el acceso a cualquiera de ellas. (…)
El Mundo de las Ideas =
mundo de los Intervalos,
mundo del Alma,
conciencia libre,
nivel intuitivo,
infinito,
armonía lograda,
esencialidad,
comunión universal.» (Extraído de Le Mete Lontane, Meta 6.3)
En particular, en la matriz viviente en forma de Lambdoma del Ciclo del Plano interior, la Meta 6.3 combina en sí misma la Meta primaria 6.6 – Nueva Religión Mundial y la 3.3 – Iniciación grupal; el Grupo humano debe iniciarse en la Idea de la Unidad y la Hermandad universales, hacia la Comunión entre los mundos.
Por lo tanto, es necesario concebir y activar la forma de pensamiento de una Humanidad Una, jerarquizada, animada por la Voluntad de Bien.
Una forma de pensamiento jerárquica que solo puede ser septenaria:
La Humanidad es Voluntad,
es Amor,
es Luz.
La Humanidad es Armonía,
es Pensamiento,
es Una.
La Humanidad es Orden.
Es bueno esparcir las semillas a los «4 vientos por todo el mundo» (consultar Las Señales del Cielo en la Cruz de los solsticios y equinoccios) y según las 12 etapas zodiacales de la Evolución de la Conciencia (ver Las Celebraciones en línea de las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una).
El año 6.3-2024 es el último de Los Siete Pasos hacia la cumbre del 2025 – Meta 6.4, una Fecha crucial para el destino del Planeta y de la Exteriorización de la Jerarquía.
Necesitamos estar preparados en Conciencia de Grupo. La Humanidad está cada vez más poderosamente impelida a desvelar su Realidad esencial, su Alma, esa Cuarta Jerarquía humana que nos enseña desde los planos internos el gobierno consciente y creador del Planeta y sus reinos naturales y que «restablecerá el Plan de Amor y Luz en la Tierra».
Este es el documento completo de la próxima Siembra Ritual y Rítmica, incluidas las Efemérides Heliocéntricas para 2024: [3]
La Ritualidad solar y las Efemérides del año 2024
[1] Para el sentido y significado y la importancia de la coordinación rítmica entre las señales del Cielo y la siembra TPS de Ideas, Fórmulas y Formas para unas nuevas Cultura y Civilización, véanse los documentos presentados en años anteriores en la “dirección de trabajo” llamada Ritualidad en la página Documentos en la 7.ª sección “Ordenación”..
[2] 6.º Rayo (Neptuno, Marte): Comunión, Comunidad, Valores, Ideales, Religión, Comunicación.
[3] La última columna de las Efemérides muestra las “49 Afirmaciones del Plan“, es decir, la Siembra diaria de las 49 Fórmulas del Plan orientada al año 2025, inaugurada por la conjunción heliocéntrica entre Júpiter y Saturno el 2 de noviembre del 2020 en Acuario (por primera vez en el Signo de la Nueva Era desde el Renacimiento): el solsticio del 22 de diciembre del 2023, el impulso inicial del Año 6.3, se inaugura con la Fórmula 7.3 del 23º ciclo de 49 días + 1 sintético (dedicado a la Fórmula General: 0/0 El Orden Planetario afirma el Plan de Amor y Luz), y así sucesivamente durante todo el año 2024.
Se señala el Centro de los Centros 4.4 del 25º Ciclo de tales 49 Ciclos de 50 días (2450 días, unos 7 años), que será el 11 de marzo del 2024: 4.4, DESDE EL LUGAR DEL FUEGO CONTEMPLO Y REFLEJO EL MODELO.