La Humanidad afirmar la Luz superna

El Servidor planetario —orientado desde y hacia la Meta 6.3 del Plan de la Evolución, dedicada a la Comunión con el Mundo de las Ideas— celebra solemnemente la primera de las 12 Entradas en los 12 Signos del Zodíaco con las 12 Afirmaciones de la Humanidad Una.

Desde la cumbre solsticial, la cumbre real que eleva a las almas hasta la morada celeste, el Corazón, el sol ardiente del Centro Humano, con una voluntad renovada se enciende de Amor por la Evolución del planeta en «aliento unido y en ritmo unificado»; con los otros 2 Centros planetarios Shamballa y Jerarquía irradia el poder creador de la Humanidad Una asociado a Capricornio:

La Humanidad afirmar la Luz superna.

La Luz es el Arquitecto divino de la creación. Ella planea la Evolución de la Conciencia para conducirla de vuelta al Uno, a la Gloria y al triunfo del Motivo original.  La Luz es Gozo, el canto vibrante del espíritu que centellea sobre las olas del Espacio.

«Se mostrará (…) que el alma misma es luz y que toda la Jerarquía es un gran centro de luz, de modo que el simbolismo de la luz rige nuestro pensamiento, nuestro acercamiento a Dios y nos permite comprender el significado de las palabras de Cristo: “Yo soy la Luz del mundo”. Estas palabras tienen significado para todos los verdaderos discípulos (…) [comprometidos a] convertirse ellos mismos en portadores de luz. El tema de la luz se repite en todas las escrituras del mundo (…), rige todas las aspiraciones del espíritu humano. (…) [Del] Centro de la Vida donde mora el Anciano de los Días (…) [el Señor o Regente del Mundo y de la Humanidad, el creador del hombre pensante] Sanat Kumara (…) emana lo que se ha llamado la Luz de la Vida, la Luz supera.» [1]

«La Luz es el movimiento rítmico del Fuego y llega a la Humanidad en los rayos resplandecientes de los Centros de la Vida.

Según las Fuentes esotéricas, la Humanidad ocupa el tercer vértice de la Tríada Mayor de los Centros planetarios:
Shamballa: Voluntad-Poder (1.er Rayo): la Vida solar.
Jerarquía: Amor-Sabiduría (2.o Rayo): la Vida planetaria.
Humanidad: Inteligencia creadora (3.er Rayo): la Vida humana.» [2]

Gracias a la intervención de Saturno, que en el Sistema Solar administra la Verdad, que es la Luz, las vidas humanas pueden desarrollar la Inteligencia creadora, otra imagen de la Luz.

Saturno es el símbolo de la luz, de la manifestación divina que renueva el cosmos cada año en el solsticio de diciembre (como Regente del Signo de Capricornio). Su influencia es necesaria para que la conciencia tome conciencia de su destino.
Su Luz acompaña el proceso constructivo de sacralización de la materia a través del camino evolutivo de la conciencia que, consumiendo la experiencia concreta, conquista una visión cada vez más inclusiva; en este sentido Saturno se convierte en el “liberador”, esa “puerta” que permite el paso, que conduce hacia lo ilimitado, hacia lo “intemporal”, hacia la Luz superna.
Es a través de la Puerta de los Dioses, bañado en la Luz superna de Capricornio que el discípulo asciende a la Cumbre de la Iniciación y con responsabilidad iniciática y conciencia de grupo puede descender al firmamento humano para otorgar sus cristales más preciosos.
Avanza con impersonalidad y visión clara, de Luz en Luz y a través de ella. Se convierte en el Camino mismo y sirve humildemente a la Humanidad Una; con su mente iluminada por las Verdades iniciáticas otorga la Libertad y con su corazón magnetizado por la Belleza de las cumbres del Cosmos irradia el Poder del Gozo.

«La humanidad y la belleza del Cosmos se perfeccionan mutuamente y solo así se manifiesta el poder unitario universal (…).» [3]
«La percepción de la chispa del Fuego divino en la simiente del espíritu será la base de una nueva humanidad. (…) El descubrimiento de la Luz en el corazón impulsa hacia la Luz. (…)» [4]

«El Amor [la potencia unitaria universal] es el principio director y creador (…), es la corona de Luz» [5] que, ardiendo en los corazones y las mentes de esa parte de la Humanidad, ha tomado sin reservas ese camino de salvación que las Fuerzas de la Luz le señalan.

Esa misma parte de la Humanidad añade su sonido a las filas de los grandes centros ardientes de las Vidas planetarias para hacer florecer la Nueva Era a la luz de un nuevo Renacimiento.
Esta tarea requiere los esfuerzos combinados e intensos de todos aquellos comprometidos con la consecución de grandes logros espirituales a la luz de la cadena jerárquica según la Voluntad cósmica.
«Por lo tanto, quien marcha al lado de las Fuerzas de la Luz debe saber que no se conquista sin un esfuerzo ardiente. Cuando se establecen los prerrequisitos de un gran logro, los discípulos de la Luz deben ser plenamente conscientes de la invencibilidad del espíritu y de la perfecta inexpugnabilidad de las acciones. (…) ¡Verdaderamente, solo a tal precio se logra la victoria!» [6]

«El objetivo de la Jerarquía planetaria (el ejército invisible que los cristianos llaman Cristo y Sus discípulos) es contrarrestar [los factores que amenazan el desarrollo de la humanidad] y provocar grandes cambios (…). La Jerarquía está luchando duramente contra las llamadas “fuerzas del mal” y el único instrumento que tiene en el plano físico es el nuevo grupo de servidores del mundo; no hay ningún otro (…).» [7] «El nuevo grupo de servidores del mundo son los hombres que empiezan a dar forma al nuevo orden social (…). Se fundamentan en la divinidad esencial del hombre; su programa se basa en la buena voluntad que es una característica humana fundamental. (…) Representan una actitud mental (…). [Son los] ciudadanos del reino fundado por Cristo, reconocibles por su espíritu de síntesis, puntos de vista inclusivos y énfasis en la unidad mundial basada en la síntesis internacional (verdadero reconocimiento de las relaciones humanas), en la unidad religiosa porque son hijos de un solo Padre (…). [Operan] en conexión con el Plan de los Grandes Seres que se está manifestando rápidamente (…).» [8]

Los planes evolutivos se realizan con la cooperación de la gran Hermandad de Pensadores que saturan el espacio y la conciencia con pensamientos ardientes.
«Fijar nuevas ideas en la conciencia requiere capacidad creadora (…). ¡El pensamiento crea y deja huella! Así trabajan los Grandes Seres (…).»[9]

Los pensamientos que se transmiten a la humanidad deben aplicarse a la vida, así se aprende el Arte de la Creación. El pensamiento es Luz; asciende en espiral hacia una gran perfección, magnetizado por el más elevado Mundo de las Ideas.
«El pensamiento expresado por el fuego de un creador impregna la conciencia. Así renovamos el espíritu y afirmamos el conocimiento iluminado.» [10]

«La Luz transforma el mundo.» [11]

«Justo ahora, cuando el viejo orden está en ruinas, cuando las viejas energías están agotadas, cuando el planeta mismo está cambiando su corteza, ¡cómo no adoptar con todas las fuerzas del espíritu las nuevas afirmaciones y energías regeneradoras que fluyen de la poderosa Cadena jerárquica.» [12]

Afirmemos, pues, la Luz superna que fluye de las más altas Cumbres jerárquicas y entreguemos al Plan de Amor y de Luz toda la tensión luminosa, todo el fervor creador, para afirmar el nuevo Mundo.

«La humanidad es, pues, capaz de acumular y transmutar esa elevada energía que hemos convenido en llamar psíquica. El valor de la humanidad reside precisamente en su capacidad de transmutar esta energía a través de la conciencia y de proyectarla, por vía jerárquica, hacia las esferas superiores. La pérdida del conocimiento de esta tarea designada le impide reconocer su responsabilidad. Por eso Nosotros volvemos para recordarle los principios de la Existencia. Hay que prepararse para el próximo salto evolutivo. Una vez más es necesario acercarse a la gran corriente y comprender cuáles son los principios que renuevan la vida.» [13]

«La humanidad está unida al Cosmos por lazos inseparables. (…) Por voluntad del Cosmos todas las cosas se atraen mutuamente. Todo tiende a la creación mutua. A la Humanidad le está permitido “religarse” en forma de religión unificadora, para el progreso de la comunidad, para la admisión de la Primera Fuente, que contiene todos los principios del Ser y crea todas las sustancias para su bien.» [14]
«Cuando los arcos de conciencia se unifican, reina la Luz y se realiza el Orden supremo. ¡Solo así se establece la Ley suprema! ¡Así creamos Nosotros!» [15]

La humanidad afirma la Luz superna, que parpadea en todas las direcciones y enciende los fuegos en el Espacio. Así, ilumina el Camino hacia lo alto.

                                 


Notas:

En este día cumbre solsticial, el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se une en la primera de las 12 meditaciones creadoras destinadas a crear una nueva civilización y un nuevo orden mundial: la creación de una Humanidad Una. (Para conectarte directamente a la plataforma Zoom, haz clic aquí)

  1. Los Rayos y las Iniciaciones, A. A. Bailey; vers. ingl. 143.
  2. La Telepatía y el Vehículo etérico, A. A. Bailey; ver. ingl. p. 125
  3. Infinito II, 424, Agni Yoga.
  4. Mundo del Fuego III, 253, Agni Yoga.
  5. Jerarquía, 28, Agni Yoga.
  6. Ídem, § 320
  7. Psicología Esotérica II, A. A. Bailey; vers. ingl. p. 630.
  8. Ídem, pp. 636–645.
  9. Infinito II, 370, Agni Yoga.
  10. Infinito II, 424, Agni Yoga.
  11. Jerarquía, 377, Agni Yoga.
  12. Ídem, § 396
  13. Ídem, § 296
  14. Infinito I, 23, Agni Yoga.
  15. Jerarquía, 128, Agni Yoga.

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