Plenilunio de Piscis, El Misterio del Sacrificio

03_Piscis ◊ Adriano N.

03_Piscis ◊ Adriano N.

Hoy celebramos el tercero de los 12 Festivales de la nueva Religión Mundial, el Plenilunio de Piscis (a las 08:18, hora CET); es el festival orientado a afirmar la Voluntad de salvar para donar la libertad.[1]

«Piscis: Es la etapa final, en la que la personalidad muere y el alma escapa de la esclavitud y retoma su misión de salvar el mundo. Se cumple la gran empresa y se experimenta la muerte final. “Ya no hay mar”, reza un antiguo texto, lo que significa la inevitable “muerte de los peces” y la liberación de la vida aprisionada, para que entre en nuevas formas o nuevos ciclos de Aventura divina.» (Astrología Esotérica, Alice A. Bailey, p. 100, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 121)

«La dualidad de Piscis debe considerarse en relación con las tres notas fundamentales, que son:

  1. Prisión o esclavitud.
  2. Renunciación o desapego.
  3. Sacrificio y muerte.»

(Astrología Esotérica, Alice A. Bailey, p. 96, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 115)

Hoy, en el día de la luna llena, con la tensión iniciática conferida por Piscis, el Agente Transfigurador que transmite el 2.o y 6.o Rayos (Amor/Sabiduría, Comunión), soñamos con concomitancia el Futuro de la Humanidad Una e influimos —con poder creador y belleza— en este nuevo paso de los doce Festivales.

El Sacrificio es el poder del Amor.*

 Aprovechemos estas poderosas energías de Amor y Comunión que irradian del doble signo de Piscis, actúan en la transformación a través del sacrificio y continúan así el viaje iniciático de la Humanidad. No se puede lograr nada en el Camino Ilustrado sin abandonar algo, en nombre de un Bien Mayor; de este modo el Espíritu puede ascender, paso a paso, en la gran espiral. Solo un acto de Amor Sagrado puede permitir que la Humanidad Una avance. El sacrificio es el cumplimiento de lo sagrado, y no puede haber cumplimiento sin Amor.

«El Amor, que no es emoción o sentimiento, y no se refiere al sentimiento (una deformación del verdadero amor), sino que es la firme determinación de hacer lo mejor para el bien de la humanidad o del grupo (si el concepto más amplio no es posible), y de hacerlo cualquiera que sea el precio personal y con el mayor sacrificio. Solo los que aman de verdad a su prójimo pueden captar los problemas con claridad y comprender la inevitabilidad de lo que hay que hacer para acabar con el actual régimen de terror y dar paso así al nuevo régimen de paz.» (La Exteriorización de la Jerarquía, Alice A. Bailey, p. 245; vers. ingl., p. 277)

«No es posible retratar la revelación del Amor del Logos solar tal como se revela al ojo del vidente iluminado, ni mostrar la naturaleza del Señor cósmico de Sacrificio, que se limita al propósito de salvar. En cada etapa del Sendero se le presenta al discípulo la magnitud de ese amor y sacrificio a medida que se reconoce, en ínfima escala, como un Señor de Sacrificio y Amor. Solo puede apreciarse cuando las dos hileras internas de pétalos egóicos están abiertas; el conocimiento no puede revelarlo, y solo cuando el hombre trasciende el conocimiento y se reconoce a sí mismo como no separatista e inclusivo, le llega esta particular revelación.» (Tratado sobre el Fuego Cósmico, Alice A. Bailey, p. 957, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 1226)

«“Habiendo impregnado los mundos con un fragmento de Mí mismo, Yo permanezco.” Este es el tema de la conducta del alma, y tal es el espíritu que debe animar toda obra creadora. Esto explica el símbolo de la Ley de Sacrificio: una cruz rosa que está sobrevolada por un pájaro. Es la amada cruz (el color rosa es el color del afecto) y el pájaro (símbolo del alma) volando libre en el tiempo y el espacio.» (Psicología Esotérica, Alice A. Bailey, p. 91, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 104)

«Los aspectos del autosacrificio son entendidos de manera tan variada por el hombre que solo la medida más grande debe ser usada en todo. Aquel que se dedica al Servicio con abnegación, coopera con la Luz. Quien sirve al Fuego Cósmico se sacrifica a sí mismo. Quien sirve a la evolución es un portador de la ley. Quien sirve, quien que se dedica al Bien general, se confirma como un coadjutor del Cosmos. El poder creador de los centros reacciona a todas las manifestaciones de los aspectos superiores del autosacrificio. Cuando la transmutación del Fuego entre en la vida, se podrá decir: “¡He aquí, la Ordenanza cósmica ha sido realizada!”» (Infinito II, § 14, Agni Yoga)

«Para ambos grupos [Mónadas de amor y de actividad] el pétalo del “conocimiento” es el primero en abrirse, debido a la naturaleza inherente de los propios Manasadevas y a su vibración fundamental. Para todos ellos, el más difícil es el del sacrificio, porque siempre implica los dos factores de la inteligencia y el amor: el conocimiento inteligente y el amor que se dirige a lo que ha de ser salvado por el sacrificio.» (Tratado sobre el Fuego Cósmico, Alice A. Bailey, p. 657, Ed. Fundación Lucis; vers. ingl., p. 825)

«Al logro siempre le siguen el sacrificio y la entrega de lo mayor a lo menor. Este es un aspecto de la ley de la evolución. Esta es la tónica y la cuestión de todo el proceso creador, y es el significado fundamental de la expresión “Dios es amor”, ya que amor significa dar y sacrificarse, al menos en este sistema solar.» (La Exteriorización de la Jerarquía, Alice A. Bailey, pp. 154-5; vers. ingl., p. 166)

En este tiempo de Sacrificio, el centro de la Humanidad como Discípulo planetario, como espíritu que trabaja con el poder del Amor, con un corazón unificado y en concomitancia con los Fuegos celestes, puede imprimir la

Voluntad de salvar para donar la Libertad.

«¿Puede ser libre el Orden?, ¿y la libertad ordenada? El dilema solo se resuelve cuando se reconoce el Bien común, a saber, cuando se establece la unión sagrada; cuando el yo ilusorio calla; cuando el sacrificio está hecho.

El Orden vive de la libertad; y la verdadera libertad solo es posible en el Orden.» (Extraído de: Books of Rituals,  7.o aspecto de Leo, p. 88; E. Savoini; documento en inglés)

«Cuanto más evolucionan los hombres, tanto más reconocen la Libertad como un derecho, un deber y un Bien supremo. Por supuesto que hay que conquistarla y adquirirla por grados, y el proceso de liberación es arduo, prolongado, exigente; sin embargo, deja “libre” a cada persona para seguirlo a su manera, es decir, para adecuarlo a sí mismo, e incluso para rechazarlo.

La Libertad (del miedo, de la ignorancia, de las dudas, de las ilusiones) es esa energía soberana que si se aplica con disciplina establece el Orden sin obligar, inicia una verdadera cultura sin engañar, gobierna sin esclavizar.

La Libertad enseña a colaborar en lugar de competir, a servir en lugar de servirse a uno mismo.

El Sol es el ejemplo fúlgido del verdadero poder, el que otorga la libertad, grado a grado, según un plan. Es el centro de la Inteligencia activa, es decir, de la Luz.

La verdadera libertad se realiza en el corazón.» (Frases extraídas de escritos inéditos de Enzio Savoini)

«El haber comprendido la imperiosa necesidad que tiene el hombre de liberarse de su propia naturaleza de deseo llevó al Cristo a insistir en la necesidad de buscar el bien del prójimo antes que el propio, y a reclamar una vida de servicio, abnegación y amor por todos los seres. Solo así la mente y el “ojo del corazón” pueden desviarse de sus propias necesidades y satisfacciones y dirigirse a las necesidades más profundas de la humanidad.» (El Discipulado en la Nueva Era, Vol. II, Alice A. Bailey, p. 142, Ed. Sirio; vers. ingl., p. 155)

*

La Voluntad de salvar para dar la libertad irradiada por el signo de Piscis, a través del regente esotérico Plutón, se fija en la conciencia del Discípulo-Humanidad:

El Misterio del Sacrificio.

«Un héroe es alguien que actúa desinteresadamente; pero esta definición no es completa. Un héroe es aquel que actúa con autosacrificio, con una firmeza inquebrantable y consciente, y que así, en nombre del Bien Común, acerca el curso de la evolución cósmica.» (Comunidad de la Nueva Era, §147)

«Él se ha perdido y ha sido encontrado; está muerto y, sin embargo, vibrante de Vida.

El servidor se convierte en el Salvador y vuelve a su morada.» (Los Trabajos de Hércules, A. A. Bailey. Fundación Lucis)

* Fórmula 1.7 del Lambdoma Espacio (solo en italiano)



[1] Este año 6.1, el primero de un período de siete años consagrado a la Idea de una Nueva Religión Mundial, pretendemos celebrar las fechas de los Plenilunios, las “puertas” sagradas de alineación y sincronización entre los tres símbolos celestes de la manifestación humana (Sol/Alma, Tierra/Personalidad, Luna/Cuerpos) y la manifestación planetaria (Jerarquía planetaria, Humanidad, Reinos inferiores), asociándolos con 12 Misterios e Ideas/Formas, correspondientes a las energías causales de cada Signo del Zodíaco, en virtud de que, para la perspectiva esotérica, el Corazón del Cielo es el Gran Maestro de Maestros.

«La sucesión de los Misterios encarnados en cada signo del Zodíaco será esclarecida por el Cristo, porque la conciencia de la humanidad actual exige algo más exacto y más real espiritualmente que la astrología moderna, o el pseudoocultismo tan difundido hoy.» (La Reaparición de Cristo, A. A. Bailey, p. 111, Ed. Sirio; vers. ingl., 127).

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