En el campo de las posibilidades celestes —presentado en el Solsticio anterior, la fecha iniciática de todo el año 2023—, la conciencia humana avanza ahora guiada por las Cartas del Equinoccio de Marzo, cuyas configuraciones (heliocéntrica y geocéntrica, que son las configuraciones causales de los acontecimientos más sutiles y de los más concretos) han sido sintetizadas en las siguientes dos Fórmulas ideales:
Equinoccio del 20.03.2023, a las 22:26, horas CET; heliocéntrico.
El Amor inteligente es el Imán sagrado de las correlaciones correctas.
Equinoccio del 20.03.2023, a las 22:26, horas CET; geocéntrico.
Que la conciencia de su Poder salvífico resurja en la humanidad.
Como en el solsticio de la perspectiva heliocéntrica, aún se destaca la copresencia en el Primer Signo Aries de Júpiter (el Segundo Rayo de Amor-Sabiduría) y de Mercurio (el Cuarto Rayo de Armonía a través del conflicto, el regente esotérico del Signo), para enfatizar el papel principal de una mente armoniosa con el fin de avanzar en la evolución de la conciencia.
«La cualidad del pensamiento es tan potente que el Fuego del Espacio responde a su tensión. Esta afirmación cósmica solo es posible si se establece una correspondencia armónica. (…) La garantía del desarrollo de la conciencia reside en la mejora de la sensibilidad. La cualidad del empeño ferviente es, pues, el mejor síntoma del crecimiento espiritual, y la conciencia se manifiesta como capacidad efectiva de crear.
(…) La cualidad del pensamiento se intensifica por el impulso de búsqueda; y la capacidad de crear del espíritu, por el poder del Fuego. Por lo tanto, el que trabaja para Nosotros debe darse cuenta de todo el poder creador del pensamiento y encender sus propios fuegos. Solo el pensamiento puede expandir la conciencia. Recuerden esto.» (Jerarquía, § 45-46, Agni Yoga)
En particular, en la carta heliocéntrica, el rico entrelazamiento de todos los demás Fuegos solares (aparte de Urano, aislado en Tauro) tiene como pieza central a Venus (5.o Rayo, la fuerza constructiva y la ciencia de la Mente/Manas) brillando en su Signo esotérico Géminis, en tensión estimulante con la Tierra, Neptuno (6.o Rayo) y Plutón (1.er Rayo), y en relación fluida con Mercurio y Saturno en el borde de Acuario (el Señor del reequilibrio kármico entrará en Piscis el 29 de abril del 2023).
Por lo tanto, Venus, nuestro Ángel solar, también nos llama de vuelta a la cualidad refinada del Pensamiento del Corazón, al Amor inteligente como Imán sagrado de las correlaciones correctas.
«El poder creador cósmico siempre está basado en la tensión de todas las energías. Para cualquier logro, debe establecerse su calidad. Por lo tanto, cuanto mayor sea la tensión, tanto más poderosa será la victoria. Nuestra capacidad de crear está saturada de poder; consecuentemente, al aunar todas las energías, podemos estar seguros del éxito. Solo la cualidad de la energía garantiza el rendimiento necesario del trabajo. Por eso es tan importante que la conciencia se expanda para que abarque todo lo necesario para construir.» (Jerarquía, § 39, Agni Yoga)
Como se menciona en el Solsticio, es abrazando el Infinito que la Conciencia humana se halla a sí misma como Unidad, como una parte del Uno, capaz de custodiar la sacralidad de la Comunión universal.
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En el cielo equinoccial de la perspectiva geocéntrica, la que enseña dónde y cómo precipitar las energías causales evolutivas, tenemos así la respuesta a la Fórmula heliocéntrica:
El Amor inteligente es el Imán sagrado de las correlaciones correctas.
Que la conciencia de su Poder salvífico resurja en la humanidad.
El Sol, Mercurio y Júpiter en Aries hablan de un poderoso Inicio clarificador de la mentalidad general, que se reflejará en la acción salvífica y redentora de las partes lunares, aún «prisioneras del planeta» (Saturno, la Luna y Neptuno en Piscis; este último junto con el Sol en cuadratura con Marte en Géminis).
Y Urano en Tauro (signo que rige al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo) —en sextil con la Luna («la prisión del alma»), junto con Venus, que rige el Signo, en conjunción con el nodo lunar norte y en sextil con Saturno— abre el camino para los portadores de luz:
«El hombre es despiadado consigo mismo. Cuando se compadece de su propia suerte, se olvida que él mismo se inflige un castigo severo. Nos resulta difícil hacer que el hombre comprenda el concepto de karma; pero en condiciones aún más lamentables se halla la conciencia de quienes corren derecho a lanzarse al abismo. Prefieren destruirse y engañarse a sí mismos antes que iluminar la propia conciencia.
(…) A los que saben que hay un camino que conduce a Nosotros, les decimos: “Sigue el camino del amor. Sigue el camino del trabajo. ¡Sigue el camino marcado por el escudo de la fe!” A los que han descubierto Nuestra imagen en sus corazones, les decimos: “¡Sigue el camino del corazón y el Cáliz te lo revelará!” Pero a los que, por orgullo, creen haber descubierto el camino, en cambio, les diremos: “Vete, y aprende del espíritu, que conoce el logro.” (…) ese espíritu tiene el nombre de portador de luz. Amamos especialmente a los guías espirituales entre los niños.
La iluminación es el mejor don para la evolución. El Precepto de la vida cósmica llama al portador de Luz al logro; y solo la Luz cumple tal misión.» (Jerarquía, § 24, Agni Yoga)
