La Correlación entre la Jerarquía y la Humanidad

Hoy celebramos la Festividad de la Humanidad o la Festividad del Cristo en el Plenilunio de Géminis (23 de mayo, a las 15:54 horas), el acontecimiento culminante del año dedicado a la energía Crística (Buddhi = Amor-Sabiduría) y al espíritu de la humanidad que aspira a Dios y busca conformarse a Su voluntad. Una fecha que honra a Cristo como el Iniciador de la humanidad y celebra el potencial de la humanidad para hacer brillar la Luz del Intelecto de Amor impulsado por la Voluntad de Bien.

Esta cumbre creativa ve a la Jerarquía y a la Humanidad, al magnético y radiante Centro del Corazón y al Centro laríngeo planetario, expresiones del Amor divino y de la Inteligencia divina, fortalecer su relación para restablecer el Plan divino en la Tierra de acuerdo con la divina Voluntad planetaria.

Todos los corazones y pioneros del nuevo mundo, estimulados por este acontecimiento, responden a esta gran oportunidad y, con Gozo y determinación espiritual, se unen a todos aquellos que en todo tiempo y lugar trabajan para restablecer el Plan de Amor y de Luz en la Tierra, para crear la Obra Una con la Jerarquía espiritual del planeta y avanzar en la escala de la evolución como un nuevo orden.

«(…) Aquellos espíritus que proceden entrelazándose unos con otros están tan bien afinados que su analogía compone armonías excelentes y purísimas. La obra creadora de los espíritus en el planeta tomará la forma de un nuevo acorde, compuesto de estas las armonías. Tales conceptos son de una gran belleza, pues se refieren a las armonías de las esferas superiores.» [1]

Una gran sinfonía coral se eleva de la Tierra al Cielo invocando nuevos acordes; los Mayores, evocados, responden inundando la Tierra con nuevos impulsos creadores. Este es el impulso esotérico detrás de la Festividad de la Unidad de Géminis y es también una de las razones por las que el Día Mundial de la Invocación se celebra en este día, precisamente para llamar e instar al uso más amplio posible de la “Gran Invocación”, conocida como el Nuevo “Padre Nuestro” de la Era de Acuario.

Para nutrir ese rito interior, solemne y litúrgico, y tender el puente entre la Jerarquía y la Humanidad, citamos fragmentos de antiguos textos de Sabiduría:

«El Instructor del Mundo es el gran Ser a quien los cristianos llaman el Cristo; en Oriente se le conoce como el Bodhisattva o el Señor Maitreya, y es Aquel a quien los mahometanos esperan como el Iman Madhi. Es Aquel que ha presidido los destinos de la vida durante unos 600 años antes de la era cristiana, que luego vino entre los hombres y es de nuevo esperado. Es el gran Señor de Amor y Compasión, como Su predecesor, el Buda, fue Señor de Sabiduría. A través de él fluye la energía del segundo aspecto, que le llega directamente del centro cardíaco del Logos planetario pasando por el corazón de Sanat Kumara. Actúa por medio de la meditación centrada en el corazón. Es el Instructor del Mundo, el Maestro de Maestros y el Instructor de Ángeles; se le ha confiado la guía del destino espiritual de la humanidad y del desarrollo en cada hombre de la conciencia de ser un hijo de Dios e hijo del Altísimo. Así como el Manú [el pensador ideal] proporciona el tipo y las formas mediante las cuales la conciencia puede evolucionar y reunir experiencia, haciendo así posible la existencia en su sentido más profundo; así el Instructor del Mundo dirige la conciencia interna en su aspecto vida o espíritu, tratando de despertarla dentro de la forma para que a su debido tiempo esa forma pueda ser eliminada y el espíritu liberado pueda volver al lugar de donde vino. (…) Él derrama Su bendición sobre el mundo; y bajo el gran pino de Su jardín, cada día al atardecer levanta Sus manos para bendecir a todos aquellos que verdadera y sinceramente buscan y aspiran. Todos son conocidos por Él y aunque no sean conscientes de É, la luz que derrama estimula sus deseos, nutre la chispa de vida orientada al esfuerzo e incita a los aspirantes hasta el gran día en que se encontrarán cara a cara con Aquel que, habiendo sido “elevado” (en sentido esotérico) atrae a todos hacia Si como el Iniciador de los sagrados misterios.»  [2]

El llamamiento de las palabras de Cristo: «Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre», impulsa a los discípulos a avanzar hacia la luz, a cruzar el portal de la Iniciación y a proseguir por el camino que «brilla cada vez más hasta el día perfecto».

«El hombre ha sido creado para recibir “impresiones” y (…) posee un aparato capaz de “responder” a todos los aspectos de la manifestación divina. Es por esta razón que el hombre verdaderamente iluminado y todos aquellos que han tomado las tres Iniciaciones superiores, han sido siempre denominados “almas diamantinas”; en su conjunto constituyen la “joya del loto”, el loto de 12 pétalos, el símbolo y la expresión del poder del Logos planetario (…)”. La Ciencia de Impresión [Ciencia de la creación de las formas-pensamiento, de su vivificación y dirección] es el método por el cual, desde el momento de Su advenimiento en la Tierra, la Jerarquía Espiritual ha enseñado a la Humanidad; es el método que todo discípulo debe aprender [es la clave de todo trabajo] (…) y es también el arte sublime practicado por todo Maestro inspirado por Shamballa; es un método que es puesto en funcionamiento por la Voluntad y llega a su cumplimiento por la completa asimilación de las “pequeñas voluntades de los hombres” al Propósito divino; es la aceptación por su parte de promover ese Propósito mediante la correcta “impresión” sobre todas las formas de vida en cada etapa particular de la evolución. Los Discípulos se convierten entonces en agentes de la Voluntad divina y se les confía la dirección de las energías, la ejecución del Plan Divino, los secretos y la inspiración ocultos en la Mente de Dios.» [3]

Por lo tanto, mediante la aplicación de la Ciencia de Impresión, la Humanidad podrá establecer una relación cada vez más fuerte y consciente entre los Centros planetarios (Shamballa, Jerarquía y Humanidad); la invocación que la Humanidad eleva al Cielo tiene su respuesta simétrica en la evocación de la energía de Amor y Sabiduría, y el Cristo, en Su amoroso papel intermediario, se dispone a estrechar los lazos entre la Humanidad y la Jerarquía para la plena manifestación de su Hermandad anímica.

«En esta Festividad (en la ceremonia del Plenilunio de Junio), el Cristo ha representado a la humanidad durante dos mil años y ha permanecido entre la Jerarquía y a la vista de Shamballa, como el hombre-Dios, el Conductor de Su pueblo y el “Primogénito entre muchos hermanos” (Romanos. 8:29). Todos los años el Cristo, en esta fecha, ha repetido, ante la Jerarquía, el último Sermón del Buda. Por lo tanto será una Festividad de profunda invocación y demanda, de decidida aspiración, a fin de poder establecer la fraternidad y la unidad humana y espiritual, representando el efecto que produce en la conciencia humana el trabajo realizado por el Buda y el Cristo.» [4]

«A través del Cristo y el Buda, la humanidad puede ahora establecer una estrecha correlación con Shamballa y aportar su contribución, como centro mundial, a la vida planetaria. Impregnada de luz y dominada por el Espíritu de Paz, la expresión de la voluntad de bien de la humanidad puede emanar poderosamente de este tercer centro planetario. Entonces, por primera vez, la humanidad podrá asumir su tarea destinada como intermediario amoroso e inteligente entre los estados superiores de conciencia planetaria, los estados sobrehumanos y los reinos infrahumanos. Así, la humanidad se convertirá, al final, en el salvador planetario.» [5]

«El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es el intermediario entre la Humanidad y la Jerarquía. La Jerarquía está luchando duramente contra las llamadas “fuerzas del mal” y el único instrumento a su disposición en el plano físico es el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. No hay otro.» [6]

Por lo tanto, en el Plenilunio de Junio el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, el Servidor planetario, la sección áurea entre la Jerarquía y la Humanidad (el Sol y la Tierra) alineado con la Dirección (Sol-Tierra-Luna), con el Cristo en el corazón y en conexión con el Plan de los Grandes Seres, realiza en sí mismo la Unidad y la Comunión perfecta entre el Espíritu/Sol y la Materia/Luna, e irradia la Luz liberadora de una visión unificadora en la Conciencia humana.

Por esta razón, nunca antes ha sido más urgente que hoy esforzarse por marcar el comienzo del nuevo orden mundial, para afirmar las fundamentales Unidad y Comunión internas en vísperas del 2025 [en inglés], el año en el que el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo tendrá que permanecer al lado de la Jerarquía como un solo Ente con el fin de asegurar la continuidad de conciencia entre ella y la Humanidad y servir al Propósito único.

«La función del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo es “forzar” dinámicamente la energía de la voluntad de bien en el mundo; el hombre y la mujer corrientes, respondiendo inconscientemente, expresarán buena voluntad.» [7]

«La presencia de este grupo en la Tierra en nuestros días es un indicio del éxito del proceso evolutivo de la humanidad. Este método de trabajo, de confiar a los hombres la tarea de salvar y elevar el mundo, fue iniciado por el Cristo. Él trabajó muy a menudo con los hombres a través de otros hombres, llegando a la humanidad a través de los doce Apóstoles. (…) En la Era de Acuario en la que estamos entrando, este método grupal tendrá un inmenso desarrollo y el mundo será reconstruido y salvado por grupos más que por individuos. En el pasado aparecieron Salvadores, los Hijos de Dios que trajeron más luz a la humanidad. Ahora que el tiempo está maduro, y como resultado de los procesos evolutivos, está surgiendo un grupo que traerá la salvación al mundo entero y que, encarnando las ideas de grupo y enfatizando el verdadero significado de la iglesia de Cristo, estimulará y vivificará de tal manera las almas y las mentes de los hombres, que la nueva era será iniciada por un influjo de amor, conocimiento y armonía que emanará de Dios mismo y a través del retorno del Cristo que encarnará esas tres facultades divinas.» [8]

Desde hace algún tiempo, el Plan solar de evolución conduce a la Tierra por su camino, llevando a la Humanidad a dar los pasos necesarios para restablecer unas correctas relaciones humanas, el prodigio de la Hermandad.

Por lo tanto, depende de nosotros hacernos conscientemente receptivos y sensibles en esos momentos álgidos del ciclo anual en los que las energías espirituales están disponibles de forma abundante y vivificante, cuando triunfan la Luz y la energía del Restablecimiento, la Iluminación y la Reconstrucción.

«(…) en el futuro, en todo el mundo se dará importancia a la Pascua (la Festividad del Cristo resucitado), a Wesak (la Festividad del Buda o de la Iluminación) y al Plenilunio de junio (la Festividad de la Unificación promovida por Cristo) (…).

La energía del restablecimiento, en la Luna Llena de abril.

La energía de la iluminación, en el Wesak o Luna Llena de mayo.

La energía de la reconstrucción, en la Luna Llena de junio.» [9]

 «La Jerarquía existe, inquebrantable en su fuerza espiritual, constantemente dirigida hacia la salvación del mundo, actuando siempre bajo la dirección del gran Guía divino y, sin embargo, humano, el Cristo. El Cristo ha pasado por todas las experiencias humanas y nunca nos ha abandonado; con Sus discípulos, los Maestros de Sabiduría, se acerca cada vez más a la humanidad de década en década; cuando dijo en la iniciación de la Ascensión: “He aquí que estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo”, no estaba expresando una idea vaga y general de ayudar a la humanidad desde un lugar distante llamado “el Trono de Dios”. Quiso decir exactamente lo que dijo, que permanecería con nosotros. (…)

Por lo tanto, hermanos míos, crean en la realidad del trabajo que se está realizando por estos grandes Poderes espirituales, invocados durante los Plenilunios de Abril, Mayo y Junio. Continúen con la tarea de ayudar a la humanidad, de establecer buena voluntad, de crear rectas relaciones humanas y restablecer con valor indomable, fe inquebrantable y firme convicción, una perspectiva verdaderamente espiritual de que la humanidad no está sola. Que la bendición de Cristo y de la Jerarquía se extienda a todos los verdaderos servidores y que mantengan la calma en medio de la lucha.» [10]

Deja que te ilumine con amor.

Manifiesto Amor y Rayo *

Que la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan en la Tierra.**

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[1] Serie Agni Yoga, Infinito I, § 180

[2] A. A. Bailey, Iniciación Humana y Solar, p. 44

[3] A. A. Bailey, Telepatía y el Vehículo Etérico, p. 90-91

[4] A. A. Bailey, Externalización de la Jerarquía, p. 421

[5] Ídem, p. 163

[6] A. A. Bailey, Tratado sobre los Siete Rayos, Vol. II, p. 630

[7] A. A. Bailey, El Discipulado en la Nueva Era, Vol. II, p. 38

[8] A. A. Bailey, El retorno de Cristo, p. 181-182

[9] A.A. Bailey, Exteriorización de la Jerarquía, p. 402, 485

[10] Ídem, p. 487-8

* Serie Agni Yoga, Hojas del Jardín de Morya, “El Llamamiento”,  § 15

** La Gran Invocación


 

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