La Humanidad es Orden

En asonancia con la dirección celeste de hoy entre el Sol, la Tierra y Urano, Luminaria sagrada del Séptimo Rayo de Orden y Magia Ceremonial, celebramos como Servidor planetario, o en nombre del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, la Séptima entre las Siete Energías de la Humanidad Una:*

La Humanidad es Orden.

Hoy, nuestra amada Tierra, el Discípulo solar, se une en la cualidad o sector de Tauro [1] (el Signo del nuevo Grupo de Servidores del Mundo), el Divino incentivo y guardián del Misterio de la Luz, al Hierofante/Iniciador solar Urano, Señor del Cielo «más elevado», el Divino Servidor del Ritual solar y del futuro Orden planetario humano.

Es el último paso de la ascensión septenaria hacia la Cumbre del 2025, impulsada por Urano, [2] Planeta misterioso y oculto: es el mayor acelerador evolutivo de la Conciencia, el que «hace nuevas todas las cosas» al fomentar y acelerar no solo la comunión con la Luz de la Vida [3], sino también la irradiación del Orden jerárquico de los Constructores solares en beneficio de la Humanidad sedienta de relaciones áureas.

«Urano representa el orden del Cielo, del firmamento, de la comunidad general de las estrellas y de sus sistemas. En el plano humano supervisa ese complejo de normas, reglas y convenciones que comúnmente se denomina civilización y se relaciona con las costumbres, hábitos y usos diversos de la vida asociada. En su conjunto, la civilización expresa la cultura de un pueblo. Urano, por tanto, a través de su séptimo rayo, actúa en el nivel más bajo de la creación, e imprime en él el orden celeste, que no es rígido, sino flexible y progresivo… La civilización es inseparable de la evolución humana, y al igual que ésta, conoce fases de crecimiento y otras de decadencia. Las reglas sociales, en efecto, al principio se afirman con vigor y son constructivas, luego se deterioran, se vuelven convencionales y huecas, se ralentizan y deben ser sustituidas. Urano proporciona al hombre la energía y el ritmo necesarios.» (E. Savoini, La stella a sei punte, texto inédito)

La incursión de Urano en la furia de Tauro despierta en los Discípulos del Mundo un enfrentamiento con el Orden supremo, el Principio rítmico de la Vida:

«En un sentido absoluto, el Orden es un valor espiritual, esencial y, por tanto, ilimitado y permanente. Cuando se manifiesta cíclicamente, adopta formas y aspectos siempre nuevos y diferentes, pero su esencia permanece inalterable.» (E. Savoini, L’Ordine, 1987 – releído en 2001, texto inédito)

«Es inherente a la Realidad intemporal, el fundamento supremo de la Creación, ese “Principio ilimitado e inmutable, la única Realidad Absoluta antecedente de todo Ser manifiesto del cual el Universo es un símbolo condicionado”.» (A. A. Bailey, El Tratado sobre el Fuego Cósmico, p. ing. 3)

En el Lambdoma de las Ideas de la Vida Absoluta hemos definido que «el Orden es Libertad» y cuando se manifiesta en la Existencia sirve a la Vida Una, la Realidad que es y existe, manifestándose en todos los planos de la sustancia (hasta el 7º nivel físico de la Manifestación, donde el Señor del séptimo rayo pone su sello) [4] sin privarla de Su trascendencia, identificándose con Su propósito: «el orden progresivo y total, la Jerarquía de lo mejor, lo bello y lo bueno»: el Orden de los Creadores divinos.
Una jerarquía cósmica asciende hacia el Absoluto, dispuesta por orden ascendente de libertades relativas.

«El Orden se identifica con su propia finalidad, que es propiamente el orden global para el Bien Común.
El Orden es Voluntad y es el Poder quien lo ejerce. Sin orden no hay poder y la presencia de un auténtico poder es inseparable del orden.
La cumbre suprema del Bien Común es la libertad, total y máxima para todos los entes, y el Orden tiende precisamente hacia esta meta única sin limitarla, sino expandiéndola. Allí donde los órdenes actúan sin libertad, se descubre siempre la presencia de un pseudopoder, ilegítimo, transitorio y verdadero adversario del Bien Común.» (E. Savoini, L’Ordine, 1987 – controlado en el 2001, texto inédito)

«El Orden vive de libertad, y la verdadera libertad sólo es posible en el Orden».
Todo el poder del Orden afirma así ese Principio que incesantemente presiona e impulsa hacia la meta – su Voluntad es conducir a todas las entidades o realidades menores hacia la Libertad total, hacia el Ser.

«(…) el universo tiende constantemente y en todas sus partes hacia el Orden jerárquico, y este proceso está en devenir; parece perseguir una perfección propia… en beneficio y con la colaboración de todas las formas que alberga.» (tomado libremente de E. Savoini, Un Nuovo Modello di Spazio, ed. Nuova Era)

«(…) la disposición jerárquica es una característica esencial del Orden universal, solar y planetario. Se trata, sin embargo, de una Jerarquía de Funciones, no de Personas que las ejercen. Ciertamente, en un Orden consumado y regular estos dos aspectos (Funciones y Personas) se igualan e identifican, pero en todas aquellas formaciones aún en desarrollo, y por lo tanto necesariamente imperfectas, es prudente mantener los dos conceptos separados. La Función es lo que es, y es impersonal, el funcionario está todavía cargado de esas impurezas de las que se está despojando, y puede ser de varios niveles evolutivos…
En el Orden coexisten siete Funciones cooperantes… el Orden, en efecto, está dotado de una estructura rigurosa que es a la vez modelo y soporte universal de todas las formas…
(…) el método universal seguido por el Orden espiritual para acampar en el Espacio con su poder liberador, es el establecimiento de un sistema de centros, que lo dirigen para elevar la calidad y mejorar la luz.» (traducción libre de E. Savoini, L’Ordine, 1987 – controlado en el 2001, texto inédito)

«Por la acción de la Séptima Función, la forma aparece como un todo integrado y armónico, aunque esté compuesta de partes tan aparentemente disímiles. Es un trabajo mágico, el suyo, porque resucita al Uno y lo introduce en el mundo manifiesto. … Es precisamente por obra de esta Función que un grupo de hombres incoherente e ineficaz se transmuta en una fuerza de conjunto coherente, vigorosa y unitaria, capaz de grandes empresas: una Comunión.» (E. Savoini, Le parole di Enzio, La libertà, escrito inédito)

Tal es el Servicio rítmico y ritualista del séptimo rayo ascendente, guardián de la energía de la realización y de la perfección que sella la Vida en la forma, destinado a afirmar en todos los niveles la Unidad esencial o Proporción Áurea entre todos los mundos – la Hermandad universal (la idea de una hermandad ordenada y jerárquica: relaciones de funciones).

«La Hermandad. No podría nombrarse una idea mayor, ninguna otra que corone mejor las correlaciones humanas y corresponda a la esencia de los Mundos sutil y ardiente. Por eso es triple; como un puente, conecta tres mundos. Sería imposible pensar en un contacto entre lo físico y lo ardiente sin la idea de Hermandad, que hace posible la confluencia.» (Colección Agni Yoga, Hermandad, p. 8)

«La meta inmediata del reino humano es establecer conscientemente relaciones sistémicas, y participar activa y conscientemente en el trabajo grupal.» (A. A. Bailey, Tratado sobre Fuego Cósmico, p. ing. 1216)

«El séptimo rayo traerá el concepto de servicio y sacrificio grupal a la conciencia de los futuros iniciados. Esto marcará el comienzo de la era del ‘servicio divino’. El ideal de entregarse como individuo en sacrificio y servicio, dentro del grupo y por el ideal grupal, será la meta de los pensadores de vanguardia en la nueva era, y para el resto de la humanidad, la hermandad será la nota dominante de sus esfuerzos… El séptimo nutrirá el espíritu grupal y los fenómenos principales serán el ritmo, el propósito y la acción ritual grupal.» (A. A. Bailey, Psicología Esotérica I, p. ing. 361)

No se puede escapar al glorioso ceremonial de la Vida, por lo que es necesario «entificar» o encarnar cada vez mejor el Orden Jerárquico en la acción, subjetiva y objetiva, individual y colectiva (tanto a nivel internacional como en relación con otros reinos), para aprender conscientemente a cooperar de forma coordinada por el Bien común, para que la Humanidad Una, la Conciencia planetaria, pueda ser restaurada en su responsabilidad solar, cósmica y universal.

«Una majestuosa Unidad reina en el Universo como una poderosísima ley. Sólo aquellos que la respetan pueden cooperar verdaderamente con el cosmos. (…)» (Colección Agni Yoga, Infinito II, § 48)

«Quien acepta en sí la verdad del Orden se convierte en su portador, y forma parte de esa hueste de entidades luminosas que construyen con sacrificio la victoria final; comparte su libre disciplina, sus trabajos y sus alegrías.»  (E. Savoini, L’Ordine, 1987 – controlad en el 2001, texto inédito)

El Discípulo de la Humanidad Una, con conciencia creciente de su destino de ángel solar, de cuarta Jerarquía creadora, empuña la espada de la Voluntad de Bien y afirma su identidad con el Orden, según la Ley, [5] obedeciendo al impulso rítmico y ritual de la Vida misma.

Nuestro poder es sacrificio.
(Hojas del Jardín de Morya I, “Llamamiento”, § 353)

«La Jerarquía impulsa a la humanidad a la afirmación ilimitada. Cuando el espíritu en su crecimiento se da cuenta de esto, su sendero está cerca. Por eso se le asigna tanto al espíritu, al que se le ha concedido un lugar en el orden supremo. El espíritu que se encuentra en el escalón más alto de la Jerarquía penetra en los mundos más distantes… El espíritu que se esfuerza hacia los mundos lejanos es el portador de toda la Verdad.»  (Colección Agni Yoga, Infinito I, § 383)


Notas:

* Las Siete Energías de la Humanidad Una, según los Siete Rayos (el Móvil o los Agentes conscientes de la Evolución cósmica, del Sistema Solar, planetaria, humana y de los reinos de la naturaleza); para más detalles, ver artículos:

La Humanidad es Voluntad;  23 de julio
La Humanidad es Luz; 8 de Septiembre
La Humanidad es Armonía; 19 de agosto
La Humanidad es Pensamiento; 4 de junio
La Humanidad es Una; 21 de septiembre

[1] Los últimos 5 grados del Signo; véase la división de cada Signo en 7 Rayos/Cualidad en «El Sistema Solar en el Espacio«.

[2] Véase «Los siete pasos hacia el 2025» (en inglés)

[3] Urano «cae» en Tauro…, oculto en el abismo, debe volver a despertar y evocar la reacción intuitiva de Tauro a la luz que crece continuamente hasta que la iluminación sea completa y se alcanza la conciencia espiritual – sustituyendo estos atributos superiores del alma a las reacciones inferiores de la forma. Es notable que Urano esté exaltado en Escorpio, lo que confirma el éxito de su esfuerzo. Se alcanza la realización. (A. A. Bailey, Astrología Esotérica, p. Eng. 400-1)

[4] «El Señor del Orden Ceremonial o de la Magia está asumiendo poder, y lenta pero inexorablemente ejerce su presión. Su influencia es más poderosa en el plano físico, pues existe una estrecha relación numérica (por ejemplo) entre el Señor del séptimo rayo y el séptimo plano, el físico, así como en la séptima raza-raíz habrá plena conformidad con la ley y el orden, y su perfecta expresión. El rayo del orden y su advenimiento son en parte responsables de la actual tendencia en los asuntos mundiales hacia la dictadura y el control impuesto por un cuerpo central gobernante». (A. A. Bailey, Psicología Esotérica vol. I, p. ing. 25-6)

[5] La Ley del Sacrificio: asociada con el Rayo de Armonía a través del conflicto y, por lo tanto, particularmente conectada con el 4º reino humano y la Jerarquía creadora, se encuentra entre las siete leyes de la vida del alma o del grupo que nos revelan cómo servir a las demandas del Plan de la Evolución de una manera más poderosa y selectiva.


 

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