El Amor y el Intelecto

(Una contribución de Martha G. y Frances G.; una traducción del artículo Love and Intellect)

Premisa: El Intelecto se convierte en la expresión del Pensamiento discernidor; El Amor es la sustancia, el latido, de lo que es el Pensamiento.

«El pensamiento es una entidad espacial. Las consecuencias del pensamiento afectan al medio ambiente y, asimismo, sus efectos lo hacen.» (Adaptado de Jerarquía, § 215, Agni Yoga).

«Cuando entramos en contacto con los pensamientos espaciales, entramos en contacto con las dimensiones superiores, con los pensamientos de la Jerarquía y de los Centros superiores, con los pensamientos acumulados por los Avatares de origen solar o galáctico y así también con los pensamientos de los habitantes planetarios. En el Agni Yoga se menciona mucho el término ‘Torre’. Los pensamientos que emanan de la Torre están relacionados con la Jerarquía y vinculados al Propósito solar. Los pensamientos de los grandes Avatares son pensamientos espaciales que portan los secretos de los caminos cósmicos. Los pensamientos espaciales inspiran nuestro espíritu y revelan los horizontes cósmicos.» (Un comentario ofrecido por Agni Yoga International)

Infundidos por el amor a través del Impulso Crístico (del Alma) donde la polaridad Padre/Madre (Espíritu/Sustancia) es Una, la Luz y el Amor potencian el Poder de la plenitud a medida que la humanidad logra identificarse con la Luz solar que emana de la Torre de nuestros Guías espirituales internos, la Jerarquía.

En nuestro Lambdoma, sigue la contemplación/contribución de la Polaridad 2.5/5.2 (los Rayos de Júpiter y Venus hoy en conjunción heliocéntrica) en el foco de este año 6.2 para celebrar “La Nueva Religión Mundial: la Infinitud del Espacio”.

“La Madre es el Respiro del Infinito en cada corazón.” (Una fórmula de la Festividad Solar de Leo y una expresión del vértice 2.5)

En este gran nexo de Amor-Sabiduría podemos celebrar la Nueva Religión Mundial como la Infinitud del Espacio que atraviesa la Torre de la Verdad hacia la transmutación de la humanidad. Puesto que ambas luminarias transmiten el Amor-Sabiduría, celebramos su relación perfecta, su equilibrio de polaridad que demuestra la reciprocidad divina entre la idea y el ideal. Anticipamos aquí el desarrollo planetario del Impulso Crístico a través de la humanidad, una vez que llegue a ser una entidad coherente. La Humanidad unifica el Amor y el Intelecto. La humanidad encuentra la expresión de esta unidad en el ideal de belleza, que aquí se describe como el equilibrio perfecto, la unidad a través de la polaridad, la identificación con el infinito demostrada en el pensamiento espacial.

A través de Júpiter, el Amor-Sabiduría expansivo lo ve todo, lo incluye todo, lo comunica todo a la luz de la comprensión acumulada. Júpiter es el alfa y el omega del propio planeta Tierra: es el Gran Maestro del Segundo Rayo del Alma/Cristo de nuestra Tierra. Incluso los científicos actuales reconocen que Júpiter es a la vez el creador y el destructor de la vida planetaria en la forma (NOVA, PBS). Y el Intelecto puede ser visto como el cocreador, el traductor de la Mente de Dios en la forma. El Intelecto elige el camino o la manera en el progreso de la humanidad; el Intelecto expresa la sustancia de la Madre en la forma. El intelecto infundido de luz “desapasiona”, separa, discierne, distingue. El intelecto ofrece el camino de aproximación que conduce a lo Superior.

«(…) Caminantes, miren hacia arriba. Y si, en lugar de aferrarse a las ilusiones de la Tierra, volaran más allá, van a crear alas. (…) Pero imaginemos que los espectros crearan un movimiento noble; entonces los rayos, de meros desinfectantes, pasarían a ser capaces de iluminar.
En verdad, el pensamiento crea más allá de los límites terrenales. Por lo tanto, aprendan a controlar sus pensamientos.» (Hojas del Jardín de Morya II, § 224)

Inspirada por Venus/Isis solar, nuestro Ángel Solar, la Madre del Mundo afirma su legítimo lugar como el Espíritu que sostiene el Infinito Amor-Sabiduría en gestación en el Corazón y los Corazones de la Tierra. Abarca todas las cosas, comparte todas las cosas, unifica todas las cosas a través de su perfecta receptividad del Amor Sirio/Isis Cósmica. ¡Contemplemos el matrimonio de estos Servidores iluminados!

«Venus absorbe tres veces más luz solar y comparte un tercio con la Tierra, actuando como un sol para la Tierra.» (La Doctrina Secreta, H. P. B) Ha llegado el momento de que la humanidad extraiga la energía de la Luz solar misma, al unísono con nuestro Logos Planetario.

Identificamos este tiempo como auspicioso, un tiempo para ganar fuerza en medio de la dualidad, un tiempo de mayores oportunidades espirituales a medida que nos sintonizamos con la luz que ahora está disponible. Ahora podemos visualizar este Amor iluminado extendiéndose y siendo liberado como un influjo directo sobre el planeta. Una nueva alineación de corazones que, en Leo, abrió la puerta a la gran estrella eclipsadora Sirio; en Virgo, encontró la manifestación en una forma sanadora y transmutadora; y ahora, en Libra, equilibra y activa las nuevas relaciones entre el Espíritu y la Materia. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se apodera de estas energías y «cierra la puerta donde se halla el mal» —las divisiones dentro de la humanidad—. La humanidad trabaja con la Jerarquía para traer la Luz.

Dentro de la Tríada Luz, Amor y Poder de Enzio Savoini (Ver Gruppi a Stella), leemos:

«El segundo aspecto de la luz aparece cuando ni el Uno ni el Tres actúan. Es la Luz de la sustancia, del Espacio, de la Madre del Mundo, y se manifiesta cuando otras luces no están presentes en el campo. Es la Luz del intervalo de octava

Además, en relación con el quinto aspecto de la Luz:

«El quinto aspecto de la Luz es, por su propia naturaleza, a la vez aparente y manifestado: desencadena la infinita variedad de las formas.

La Luz lo expresa dividiéndose en los siete colores del arcoíris. Este aspecto, tan íntimamente ligado a la función de la mente intelectual, es su característica analítica; es su capacidad de subdivisiones cada vez más diferenciadas y multiformes; por último, es la manifestación primordial de una creación inagotable que nunca es idéntica ni se repite. La luz conserva su unidad, pero es multiforme: en esto se revela el quinto aspecto. Un mundo sin colores no es siquiera imaginable: sería un enigma indescifrable carente de interés. Los siete colores fundamentales con sus infinitas combinaciones son para el ojo y la mente cualidades inseparables de la vida y la manifestación.

Así pues, al manifestar su quinto aspecto, la Luz expresa y revela los colores y hace que el mundo sea visible, conocible y accesible a la razón que, también expresión del quinto Rayo, responde por resonancia.

La vista, que en sí misma tiene una acción analítica, se hace posible y efectiva precisamente por la divisibilidad de la Luz en los siete colores; es quizás el ejemplo más inmediato y sensorial de la quinta cualidad.

A diferencia de los tres primeros aspectos, el quinto, como el cuarto, está siempre presente y no tiene cualidades rítmicas evidentes. La luz siempre es capaz de descomponer sus componentes, sin que uno predomine sobre el otro. Basta una gota de rocío para que un rayo de luz exprese el arcoíris. Todo el infinito reino de las formas, el campo de conquista para el intelecto, está coloreado y cada una de ellas, revestida de color, se muestra en su propia y libre individualidad. Así, con su quinta cualidad, la luz objetiva las formas, se revela y muestra con prodigiosa sencillez que lo uno y lo múltiple son la misma cosa. La mente humana, analítica e intelectual, si se la deja sola, solo ve el camino de la diferenciación, que conduce a la separación y a la ilusión.

Pero una gota de agua, que revela las siete luces de colores, enseña el camino de vuelta a la unidad de la Luz.»

«Hay que recordar que los planetas Venus y Júpiter están estrechamente conectados con la Tierra y con ella formarán, al final, un triángulo esotérico (…); los Hombres Celestes de Venus y Júpiter están conectados magnéticamente con el Hombre Celeste de nuestro esquema.» (Tratado sobre el Fuego Cósmico, A. A. Bailey; vers. ingl., p. 370) Esto se manifestará con toda su fuerza en la sexta raza raíz, se nos dice; pero a medida que abrazamos el pensamiento espacial, la idea, concretizada a través del ideal, ahora afecta «al entorno con su efecto. Más allá de nuestro atribulado mundo, ahora participamos en su despliegue a través del Corazón.

Hoy, no solo alcanzamos un logro triádico esencial de la Luz, sino que somos testigos de la magnificencia del Triángulo Venus-Júpiter con la Tierra. Vivimos en esta ampliación radiante de nuestro Ser espiritual. A pesar de todo, el gozo es nuestro. Nos unimos a las filas de la Jerarquía a través de nuestro servicio impulsado por el Amor de Cristo (del Principio Crístico; Buddhi, Amor-Sabiduría). Hacemos nuevas todas las cosas en el Amor búddhico… ¡aquí y ahora! Nos identificamos con el Amor Solar en Familia…: el Amor del Logos y de la Madre de la Sustancia, irradiando hacia fuera, demostrando así la gratitud y el perdón universales ofrecidos por la Humanidad.

Finalmente, en alineación con la influencia de Libra en el momento de esta gran conjunción, Saturno (Regente Jerárquico del 3.er Rayo, en Libra, y Señor del Karma, ahora en Piscis, el Signo que rige a la Humanidad in toto) ofrece a la humanidad la oportunidad de registrar su verdadero estatus de Iniciado. Aunque este estatus ya ha sido concedido, la humanidad permanece prisionera dentro de sus limitaciones egocéntricas. Hoy, el carcelero de la ilusión abre la puerta de la prisión para liberar a la humanidad a través de la efusión del Amor. Es una forma de que la Madre se convierta en el Respiro en cada corazón. Venus, la Materia Matrix y la Materia Lúcida, en Libra, une los muchos en Uno. A la humanidad se le muestra el camino cósmico hacia la libertad en la Ley y el Orden divinos. «Y el Verbo dijo: Escoge.» (Astrología Esotérica; vers, ingl. p. 251)

«(…) La Enseñanza de la Edad Futura unirá el espíritu y el intelecto.

El curso de los planetas acelera la comunión de los mundos y el desarrollo del espíritu humano irá por nuevos caminos.

Las Luminarias permiten acelerar el paso de la humanidad.» (Hojas del Jardín de Morya II, § 220)


 

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